El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, defendió este jueves su reciente declaración de ley marcial, calificándola como un «acto de gobierno» y rechazando las acusaciones de rebelión en su contra.
En una declaración televisada, Yoon afirmó que no tiene intención de dimitir y desestimó los intentos de juicio político que enfrenta tras la controvertida medida.
Contexto de la Ley Marcial
La ley marcial fue declarada el pasado 3 de diciembre, marcando la primera vez en más de 40 años que se implementa esta medida en Corea del Sur. Yoon argumentó que la decisión fue necesaria para «aplastar a las fuerzas antiestatales» y proteger la democracia del país. Sin embargo, su decreto prohibió todas las actividades políticas, incluidas protestas y manifestaciones.
La declaración provocó una reacción inmediata en el Parlamento, donde los legisladores de la oposición se movilizaron rápidamente para bloquear la medida. La ley marcial solo duró unas horas antes de ser levantada tras una votación unánime en la Asamblea Nacional.
Reacciones Políticas
El Partido Democrático, principal partido de oposición, anunció su intención de presentar una nueva moción para abrir juicio político a Yoon, programada para votarse el sábado. Su intento anterior había fracasado cuando los legisladores del partido gobernante boicotearon la votación.
Yoon, por su parte, rechazó las críticas y aseguró que su decreto no fue un acto de desesperación. «No estoy obsesionado con cumplir íntegramente mi mandato», declaró, añadiendo que enfrenta con confianza las investigaciones sobre su administración.
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