La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El mejor argumento para no respetar los reglamentos es una Colt 45…reglamentaria
Ahora que se confirma, que los castrenses dieron un manotazo, para que la 4T trajera de vuelta al general Cienfuegos, surge la pregunta ¿qué pasaría si un ex presidente es aprehendido en el extranjero? ¿lanzará el gobierno federal su espada en prenda?
La duda no es ociosa, porque si los militares se enojaron con la detención del ex secretario de la Defensa y el anuncio del presidente López Obrador, en el sentido de que haría una purga para limpiar al ejército de los presuntos cómplices del divisionario, no debemos olvidar que los presidentes fungen, además, como comandantes supremos de las Fuerzas Armadas, los únicos que tienen las cinco estrellas.
Es decir, si ‘el sindicato’ se afrentó por el caso del general secretario ¿qué pensarían si apañan a un ex comandante supremo?
Aunque formalmente, ningún ex titular del Ejecutivo vivo tiene formación militar, el rango que adquiere por mandato constitucional no es de gratis, en automático se convierte en aliado de los de verde olivo, a grado tal que, en términos prácticos, los jefes sexenales de la Defensa y la Marina, surgen a propuesta de ellos mismos.
A todo esto, habrá que añadir que el tabasqueño subrayó que era necesario cuidar el prestigio del Ejército Mexicano, por lo tanto, hacemos, en este contexto, otra pregunta: ¿no repite como cantaleta que es indispensable defender la investidura presidencial?
Ya sabemos que el don tiene muchas varas para medir, pero lo paradójico, es que él mismo se dejó la víbora chillando, por la gran facilidad que tiene para hablar de más.