El pasado jueves las alarmas europeas se encendieron al darse a conocer que los dos oleoductos que surten gas natural desde Rusia a Alemania y de ahí al resto de Europa presentaban fugas.
Las famosas líneas llamadas North Stream 1 y 2 presentaron importantes fugas de gas en la zona marítima del estrecho del mar báltico entre Suecia y Polonia. Pero no fue una fuga, ni dos sino cuatro fugas en la misma región y en las dos tuberías. No hubo temblores o evidentes causas naturales. La North Stream 1 lleva 10 años en operación y la North Stream 2 lleva apenas un año por lo que no se puede alegar que las fugas sean por causa de deterioro por su antigüedad.
Las fugas fueron detectadas primero por la baja en la presión de los tanques receptores al final de dichas tuberías en Alemania, pero las fugas fueron confirmadas con vuelos de reconocimiento por parte de aviones de la OTAN y de las propias empresas dueñas de la tubería.
Grandes manchas de burbujas en medio del mar báltico son generadas por el gas metano que escapa del oleoducto, hasta 300 millones de toneladas se calcula que serán las que hayan contaminado el medio ambiente.
Explosiones submarinas fueron reportadas por autoridades y vecinos de las islas Bornholm. Dos de las fugas se encuentran en aguas de la zona económica de Suecia y dos en la de Dinamarca.
Tan solo el North Stream 1 transporta hasta 59 mil millones de metros cúbicos de gas al año que viajan a lo largo de los 1,200 km desde San Petersburgo en Rusia hasta Greifswald en Alemania.
¿BANDERA FALSA O ATAQUE?
Una fuga normal, aunque riesgosa y costosa no es tan trascendente como lo que está sucediendo en estas tuberías. Por su lado la Unión Europea de inmediato dijo que no se descartaba un acto de sabotaje y los EUA se apresuraron a señalar a Rusia como responsable de este sabotaje en contra de sus propios oleoductos. Por su lado Rusia acusó a EUA y a sus aliados de este ataque.
La línea abastece la mayoría del gas natural que enriquece a Rusia y mantiene la luz y los calentadores del norte europeo. Rusia dice que Biden había amenazado con sacar de circulación a esas líneas a inicios de este año y Biden y su equipo dice que es un autosabotaje por parte de Putin para justificar el uso de armas nucleares.
Quien lo haya hecho está jugando con fuego y pone en riesgo la seguridad regional y mundial. A raíz de estos acontecimientos los satélites de la OTAN confirmaron que Rusia ha enviado un escuadrón de bombarderos nucleares a zonas cercanas a Ucrania.
Los oleoductos son la principal caja de dinero de Rusia y la principal línea de energía de Alemania y de otros países vecinos. Por lo que el único ganador sería EUA, pero por su lado Rusia podría utilizar este pretexto para justificar un ataque nuclear en contra de Ucrania.
En el atentado de las Torres Gemelas de NY, los americanos culparon a los talibanes, pero invadieron a Irak bajo el argumento de que Hussein tenía armas de destrucción masiva lo que después se demostró era una mentira. Hoy las cadenas internacionales aliadas a la OTAN dicen que fue Putin el que saboteó sus propias líneas para poder justificar un ataque mayor en contra de Ucrania, pero tal vez nunca sepamos la verdad.
RUSIA DECLARA ANEXO DE CUATRO REGIONES DE UCRANIA.
Por si fuese poco y en medio de una serie de batallas perdidas, el presidente ruso Vladimir Putin declaró el viernes pasado que cuatro regiones de Ucrania ahora eran ya parte de Rusia. En el evento estuvo acompañado por líderes pro Rusia de esa región. En el evento Putin recalcó sus ataques en contra de la OTAN y les culpo por los ataques en contra de los oleoductos North Stream.
Esas regiones ahora tendrán pasaporte ruso, pero Ucrania no reconoce esto, obviamente. Por su parte el presidente ucraniano ha firmado su solicitud de admisión urgente a la OTAN con la esperanza de que al ser admitido los países miembros puedan ayudarle a liberar el este de su territorio.
Con una economía mundial en alarma, con un imperio imprimiendo y gastando dólares a velocidad aceleradísima, debemos estar atentos porque no se sabe cuál será el primer eslabón de la cadena en reventar.
Para darnos idea de cómo está afectando la crisis energética a Europa recordemos que en agosto del 2021 la inflación era del 3.4% y en el mes de septiembre del 2022 es superior al 10%.
A unas semanas de la muerte del gigante que disolvió a la URSS, la guerra fría que extinguieron Reagan, Juan Pablo Segundo y Gorbachev la han reiniciado Putin y Biden y por lo que no se ve hay para cuándo bajarle al tono. Para México esto es un riesgo latente ya que los precios de los energéticos siguen subiendo y las monedas del mundo están entrando en un estado de alta volatilidad lo que seguramente nos irá afectando de manera creciente en el 2023.
En esta nueva Guerra Fría no sabemos ni sabremos pronto quién atacó los oleoductos del mar báltico pero sí podemos saber que la caída de Europa y el empobrecimiento de EUA -por la inflación galopante- le da a China una gran oportunidad para tratar de desplazar de una vez por todas al país del tío Sam.