Tomás Borges es el pseudónimo de un policía, presumiblemente aún en activo, quien en el 2010 publicó el libro “Maquiavelo para Narcos” –donde no sólo define a los cárteles, sus protagonistas y su modus operandi, sino que también expone los nexos con integrantes de los tres poderes de gobierno y con los cuerpos de seguridad, entre otros temas– y que recién apenas acaba de denunciar que el renunciadito Manelich Castilla Cravioto, no sólo es protegido del oligarca Carlos Slim Helú, lo ubica también como “vendedor de la plaza” de San Luis Potosí, lo mismo a Los Zetas que, después, al Cártel de Sinaloa.
Castilla Cravioto fue “nota” el fin de semana anterior. Primero, él mismo divulgó su renuncia a la titularidad de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF), pero un par de horas después fue desmentido al darse a conocer que el “comisionado” de ese organismo, Manuel Mondragón y Kalb, lo había cesado.
Y es que apenas un par de días antes, Tomás Borges lo evidenció en el portal Los Ángeles Press, definiéndolo como “el hombre que traicionó a Los Zetas”:
Apunta Borges:
“Manelich Castilla Cravioto, es un abogado protegido por el hombre más poderoso de México, Carlos Slim, quien gracias a sus contactos, siempre ha contado con cuotas de poder en los tres niveles de gobierno. Ejemplos sobran y por citar algunos, tiene como secretario de Turismo del Gobierno del Distrito Federal a Miguel Torruco Márquez, suegro de Carlos Slim Domit; y como asesor en materia de seguridad para el grupo que preside, CARSO, a Armando Espinosa de Benito (acusado de corrupción y uno de los principales mandos dentro de la estructura de la Policía Federal), quien ha puesto sus conocimientos para salvaguardar el emporio de Carlos Slim.
“Para ampliar sus tentáculos y poner a salvo sus intereses y patrimonio, Carlos Slim creó la Fundación Telmex en 1996, como una manera de deducir impuestos y dar el cariz de ser una empresa con responsabilidad social. Dentro de sus programas, crearon el ‘Programa Justicia’, cuyo objetivo era ‘apoyar a personas que han cometido un delito menor para que puedan obtener su libertad y tengan la oportunidad de reincorporarse a la sociedad con nuevas herramientas de vida, a través de cursos de desarrollo humano y asesoría psicológica profesional que se brinda tanto a los beneficiados como a sus familias’, reza su propia presentación.
El encargado de dirigir este programa fue Manelich Castilla Cravito, un joven abogado penalista egresado de la Universidad Latina Campus Sur, fundador de Castilla Craviotto-Escalante y asociados, S.C. Se trata de un despacho especializado en consultoría jurídica y asesoría contratado por la Fundación Telmex para poner en marcha el programa de Fianzas.
Al ver la capacidad académica y laboral de este abogado cuyo lema en la docencia era “nada de lo que les diga es una afirmación, sino una interrogación permanente”, hicieron que fuera incluido en julio del 2009 en las filas de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, cuyo titular Genaro García Luna, otro joven que llegó al pináculo de su carrera bajo el amparo de tan poderosa familia, no tuvo objeción alguna en darle una Dirección General Adjunta y nombrarlo en marzo del 2010 delegado estatal en San Luis Potosí con el grado de ‘comisario’.
“LA TRAICIÓN Y EL CONTRABANDO…”
“Fue en ese estado, donde sustituyó al comisario Eduardo Delgado Álvarez, quien cedió su lugar al protegido de la familia Slim, y quien gracias a sus éxitos académicos (fue profesor del INACIPE donde obtuvo su maestría con cédula 5742660 e impartió la materia de Teoría de la Culpabilidad) escaló vertiginosamente en la burocracia federal.
“Una vez sentado en la silla como delegado estatal recibió la visita de emisarios de los Zetas, amos y señores de la entidad, quienes bajo el mando de Iván Velázquez Caballero ‘El Talibán’ o Z-50, mandaron decirle a Manelich que se abstuviera de modificar el status quo imperante, ya que de todos era bien sabido que los Zetas cohabitaban en la entidad con la complacencia de las autoridades. Así ha sido desde que un grupo de estos delincuentes ‘levantaron’ al hijo del entonces gobernador panista Marcelo de los Santos Fraga, quien ante esa prueba de fuerza, dejó que el crimen organizado operara impunemente en la entidad.
“Todavía no se sentaba en la silla, cuando según fuentes (que dieron la información y prefirieron el anonimato por razones obvias) Manelich fue visitado por gente del Cártel de Sinaloa, quienes le pidieron patente de corso para operar en la entidad con su complacencia, dándole dos maletines con dinero, mismos que fueron entregados por un emisario cerca de Santa María del Río, conocido como la cuna del rebozo en México y bastión de los Zetas en la entidad, a tal grado que el mismo Heriberto Lazcano Z-3 (presuntamente muerto en Progreso en octubre del 2012 y cuyo cuerpo está ausente) estuvo a punto de ser detenido en el rancho ‘El Atorón’ en diciembre del 2008.
“Manelich vendió la plaza en millones de dólares. Las cifras difieren de acuerdo a los entrevistados: mencionan cifras que van de los 5 a los 10 millones de dólares, y fueron entregados en billetes de 20 dólares americanos, traslados en helicóptero a la Ciudad de México para el pago correspondiente a los mandos superiores.
Lo anterior, fue considerado como una traición por El Talibán, quien ordenó la muerte del traidor, quien recibía mensualmente 30 mil dólares por parte de los Zetas, incluso cuando éste ya había recibido el dinero por parte del Cártel de Sinaloa. (Continúa)
Índice Flamígero: Mario Ramírez Treviño, a quien ubican como líder del Cártel del Golfo, ya es huésped de las autoridades que procuran justicia. Joaquín Guzmán Loera ya tiene un contrincante menos.
FELICITACIONES Y RESPETO POR UN PERIODISMO EN SERIO,EXCELENTE,AUNQUE CABE PREGUNTAR PORQUE MONDRAGON LO MANTUVO,SI ESTO YA SE SABIA?NO SIRVE ,TIEMPO AL TIEMPO……..