La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Más que vuelo de zopilotes, parecen tarascadas de tiburón
El primero en decirlo fue Ricardo Monreal: el riesgo de derrota de Morena no es con la oposición, sino, las divisiones al interior, lo cual, además de impactar en la pérdida de votos, los podría alejar del objetivo central del movimiento que, de acuerdo al zacatecano, consiste en no defraudar al pueblo.
Lo secundó Gerardo Fernández Noroña, cuando advirtió un ‘golpeteo’ al interior de la 4T. A su manera, Rocío Nahle, apuntó que ya se inició la ‘temporada de zopilotes’, en Veracruz y a nivel nacional, expresión usada para subrayar el oportunismo de alguien o algunos, con el objetivo de obtener beneficios para su causa.
Asimismo, Andrés Manuel López Beltrán, acusa que sus adversarios ‘lo fueron a espiar’ durante sus vacaciones en Japón. La pregunta obligada es: ¿quiénes son sus adversarios?, o, en términos coloquiales: ¿quiénes son los zopilotes espías?
Si los morenistas, utilizan el gastado recurso de culpar a la oposición, caerán en el autoengaño, lo que aún queda de la antigua partidocracia, no da para hacer tambalear al grupo en el poder, mayoría cuasi absoluta en las cámaras, las gubernaturas, los congresos locales, el gobierno federal y el Poder Judicial.
Por lo tanto, Monreal vislumbra con certeza, que el problema de fondo, es la lucha intestina por el poder, fenómeno que nos indica, la falta de control de las tribus guindas, dijera el clásico: andan sueltas y los grupos fácticos existentes, buscan imponer su visión acerca del proyecto de país que se requiere.
En el zarandeo, la sociedad en su conjunto padece los resultados, la gobernanza se diluye en la disputa y, lo más paradójico del asunto, es que los defensores a ultranza de la menguada Soberanía, recrean el escenario idóneo para el intervencionismo de los integrantes y apologistas del America First. La suerte está echada.