La toponimia de Tecpan, hace referencia a un vocablo náhuatl ampliamente conocido, y que se refiere a la residencia o sitio en donde vive un señor. En suma, eran los recintos donde vivieron los dignatarios del imperio Méxica. Estos inmuebles precortesianos compartían varios usos, eran la residencia del gobernante, pero también los edificios administrativos y donde se impartía justicia. Al día de hoy subsiste un Tecpan en Tlatelolco, en la Ciudad de México, con la particularidad de que no fue construido por los tlatelolcas, sino por los españoles, justo trás la conquista. Este Tecpan capitalino, fue concebido por Hernán Cortés para ser la cabecera de la “República de Indios” al frente de la cual estaría Cuauhtémoc, proyecto que jamás se concretó, pues el conquistador siempre estuvo receloso de que el último tlatoani pudiera encabezar un levantamiento en su contra, entonces prefirió llevarlo a la expedición a Las Hibueras, y lo ejecutó en el actual territorio de Campeche en 1525.
Sin embargo, la histórica casona, es conocida al día de hoy, como el Tecpan de Cuauhtémoc, sobresalen sus arcos en la fachada y en su interior, el mural de Siqueiros “Cuauhtémoc contra el mito” que hace apología al héroe mexica y donde también se plasman las figuras de Cortés y Moctezuma Xocoyotzin.
En la Costa Grande de Guerrero se ubica el municipio de Tecpan de Galeana. Sin duda alguna, el sitio fue asiento de algún importante señor en la época precortesiana, de ahí su nombre. Sin embargo, es más conocido por ser cuna de los Galeana, criollos de ascendencia española e inglesa, que amasaron fortuna a través de las actividades agrícolas en su hacienda El Zanjón. Los Galeana conformaron una familia de beneméritos de la patria, que prestaron heroicos y distinguidos servicios a la causa insurgente durante la guerra de independencia.
El primero e indiscutible líder de ellos fue Hermenegildo, hombre de extraordinario valor, talento militar y consumado jinete. Fue dueño de un liderazgo nato, los “pintos” y mulatos de la costa guerrerense lo siguieron con devoción y no en vano lo llamaban “Tata Gildo”. Fue el segundo al mando del Ejército de Morelos, a pesar de ser un hacendado criollo, fue iletrado, su falta de aptitud literaria fue suplida por el culto Matamoros. Murió en combate en 1814, durante la refriega se golpeó la cabeza con la rama de un árbol y cayó de su montura, a pesar de estar herido, los soldados realistas no se atrevieron a ponerle una mano encima, lo tuvieron que rematar con un tiro de fusil. Joaquín de León, un soldado enemigo le cortó la cabeza para exhibirla como trofeo, al ver esto, Avilés el recto comandante realista, lo reprendió furioso, le dijo que eso no se hacía a un valiente, y ordenó que la cabeza fuera enterrada de inmediato junto al cuerpo.
A “Tata Gildo” los siguieron sus hermanos Fermín y Juan José, este último caído en combate en 1818. También sus sobrinos los coroneles Antonio y Pablo. Antonio murió durante el sitio de Cuautla en 1812 , Pablo sobrevivió a la guerra y murió en 1844 en El Zanjón.
Pero ahora Tecpan de Galeana, no solo será referente por su pasado precortesiano y ser la orgullosa cuna de los lugartenientes del Generalísimo Morelos, sino por la bravura desplegada el pasado jueves 24 de octubre por tropas del Ejército Mexicano que evitaron que la cabecera municipal y una de principales ciudades del estado de Guerrero cayera en manos del crimen organizado. En la rica heráldica militar mexicana, tiene un sitio preponderante el escudo del Heroico Colegio Militar, al cual lo coronan cinco rayos que representan virtudes militares: honor, lealtad, patriotismo, valor y abnegación. Fueron justo estás virtudes las que manifestaron los valientes soldados en Tecpan de Galeana. Las tropas no hicieron frente a delincuentes del fuero común, sino a sicarios armados con fusiles de asalto, ametralladoras calibre .50, Mínimis de fabricación belga, explosivos, vehículos con blindaje artesanal y fusiles Barret.
Desde la madrugada los agresores incursionaron violentamente en la ciudad, atacaron a las fuerzas militares que de manera contundente los rechazaron con un saldo de 17 delincuentes abatidos, 11 detenidos y el aseguramiento de un cuantioso arsenal. Las fuerzas castrenses sólo tuvieron 4 heridos y dos policías municipales fueron muertos, es de destacar el magnífico adiestramiento de los soldados mexicanos. El origen extranjero de la mayor parte de los detenidos nos obliga a pensar que pueden tener algún tipo de entrenamiento paramilitar y que la frontera de Chiapas con Guatemala, no solo es escenario de una crisis migratoria multinacional que debe ser atendida por todos los países involucrados sino de la cual también surgen riesgos para la seguridad nacional de México.
La violencia no es deseable, y es bien sabido que sin seguridad pública es muy difícil alcanzar un desarrollo social y económico. Pero el enfrentamiento en Tecpan, da muestra de una Secretaría de la Defensa Nacional a la altura de las circunstancias, cumpliendo con su misión constitucional de salvaguardar la integridad exterior, interior y el Estado de Derecho, los mexicanos no queremos balazos, pero mucho menos queremos abrazos, hoy nos sentimos orgullosos de un ejército que al igual que en los momentos más graves de nuestra historia ha concurrido en defensa de nuestras familias, nuestra gratitud y reconocimiento siempre.