DE LINDES
La idea de la Navidad, suele ser una imagen invernal llena de nieve, sin embargo lo que hoy sucede en Estados Unidos, es un desastre meteorológico con consecuencias fatales, y es que en días pasados el servicio meteorológico estadounidense, advirtió de la llegada de un ciclón bomba que generaría grandes nevadas y un marcado descenso de la temperatura, pero la población no imagino las dimensiones, y hoy cuando la tormenta invernal Elliot se desplaza al sur, nuestra nación vecina comienza a hacer el recuento de los daños y es entonces que se empieza a comprender la verdadera dimensión de la tormenta que ha roto récords históricos por la rapidez con la que golpeó y la violencia con la que lo hizo, porque en menos de 24 horas las temperaturas disminuyeron hasta -45 grados en algunas regiones del país, y el 60% de la población se ha visto afectada.
Además hasta hoy hay 38 muertos, pero se espera que la cifra siga aumentando, sobre todo porque hay zonas incomunicadas.
Uno de los temas que más ha preocupado es que en los últimos años, cuando han ocurrido tormentas similares a esta, muchos estados se han quedado sin electricidad, incluso hasta por una semana como ocurrió el año pasado en Texas, y la población ha expresado su descontento porque considera que no se han tomado medidas para prevenir esto, lo que pone en riesgo la vida de las personas, pero aún con toda la crítica y la solicitud constante de mejoras a las instalaciones, año con año muchas ciudades ven como el gobierno sigue sin encontrar respuesta ante este problema.
Porque incluso en este año, un caso que ha generado una gran polémica es el ocurrido en Tacoma Washington en donde una subestación fue vandalizada y miles de ciudadanos quedaron sin luz a causa de esto, por lo que la población en general levantó la voz con fuerza pidiendo al gobierno que refuerce la seguridad y castigue de manera severa a los culpables que hasta el momento no han sido identificados.
Parece mentira que las personas no dimensionen la gravedad de esto, y se atrevan a dañar instalaciones que hoy son tan necesarias, no solo por la comodidad de estar iluminadas, sino que sin calefacción y electricidad muchas personas verán afectada su salud y esto aunado a la influenza y el COVID puede provocar un grave daño al sistema de salud estadounidense, pero al parecer para algunos, esto es lo menos importante.
Y bueno, mientras se encuentra o no a los culpables, el gobierno sigue solicitándole a la población que tome las medidas pertinentes para cuidar su salud, que procuren vacunarse y así evitar regresar a lo sucedido en años anteriores, porque definitivamente ni la economía, ni la salud mental de los ciudadanos podría resistir un golpe tan brutal, y como bien lo dijo Baltasar Gracián; “para el hombre prudente es más fácil prevenir que remediar” y ante situaciones cómo está es mejor que tanto ciudadanos como gobiernos analicen qué medidas se deben de tomar actualmente, para que este tipo de hechos se eviten en el futuro. Porque año con año llega el invierno y con ello los graves fallos en la electricidad.
JESSICA WOOLRICH