DIARIO DE ANTHONY
Son las 9: 56 de la mañana, y te escribo sobre una hoja virtual. Todo es tan out of place. Que si esto o lo otro; nada ya me alegra. Ni siquiera el hecho de que esta mañana me haya enterado de que mi cuento “EL MISERABLE” hizo que se ofendiese cierta persona.
Que si los mesicanos están muy contentos, que porque su peliculita –como si ellos lo hayan filmado- ha sido nominada a DIEZ OSCARES… Vaya sorpresa la de ellos todos. Es como si las churronovelas de telerisa por fin estén teniendo su reconocimiento. La historia de la chacha…, etcétera etcétera.
“Y el oscar para mejor película es para… ¡MARIA MERCEDES!” Eeahhh, ¡bravo! Bravo por los mexicanos, que son bien chingones… Mesico entero está de plácemes: su churronovela ha ganado VEINTE OSCARES… Eeahhh; otra vez.
“Dejadlos en paz, plis” Okay. Así lo estoy haciendo. Pero, te juro que fue gracioso escuchar a esa farola de juridia cierra, hablotear de todo esto en su churronoticiero de las dos. No hay tipa más pretenciosa que ella. Y los calcinados, ¡¿qué?!
Pues lo calcinados que valgan madre. Joma es lo IN del momento. Que calcinados, ni que ocho cuartos. La noticia del momento es Joma, de ponchito juagón. Eeahhh. ¡HAY QUE CELEBRARLO!, que no sucede toooodos los días. Sí, señor.
Ahh. “Así se siente mesico, así lo siento mesico… Mesico en la piel”. Damn it! ¿Y ahora qué? Esto es lo que no sé. ¿El dolor qué? Tampoco lo sé. Estoy como paralizado. El brazo izquierdo me duele, ya sabes. Y esto mismo me ha impedido… Carajo. Llevo ya mucho de mi diario atrasado.
Muchas cosas NO HE PODIDO ESCRIBIRTE; y creo que tampoco podré ya hacerlo. Como te dije: son cosas que, a la hora de querer ponerlas por escrito, o teclearlas, simplemente, en ese instante es que las he encontrado sin sentido; o absurdas, para decirlo de una mejor manera.
Que si esa persona se sintió ofendida por mi cuento; ya no viene el caso… decírtelo. Y decirte quién es, tampoco viene ya al caso. So, so. De todas maneras, al suceder esto, pensé que había logrado mi objetivo, o más bien el cuento lo había hecho. No voy a manchar esta hoja escribiendo el nombre del maldito partido político al que esa persona pertenece.
Afuera, ahora, hace un clima muy feo. Está nublado y cae una llovizna muy fina. La mañana es gris, como (lo es) este país. (ja ja. Hasta tiene rima. Poema de
A. Samrt: La mañana es gris, como (lo es) este país… Nubes tristes lo cubren todo. Nubes grises como la muerte tuene. Gris, gris, gris; todo es gris… como en este país).Uy, qué miedo.
Ya tengo el título del otro cuento: “Lazos de sangre”. Ya llevo unas líneas escritas, pero no me convencen. Por el otro lado, sigo sin enviar el cuento a Indice Politico. “El miserable”. Bla bla bla. De todas maneras, NO TENGO ANIMOS YA DE NADA.
Voy a morir, iré a morir; ya me morí. Al leer su novelita de Carlitititos Fuentes; chale. Nada, no puedo decir nada, excepto que utiliza un chingo de “Y´” para hacer la conexión de sus frases. ¿Que por te digo esto? Porque “él” siempre me critica esto mismo en mis cuentos. Dice que hago uso excesivo de las “y”. Chale. Y ya no voy a mostrarle el libro de Carlitititos; para qué.
El principio de este libro da risa. Carlitititos hace gala de su pretensión para repetir la misma palabra UN CHINGO DE VECES. Cree que con hacer esto le brinda ORIGINALIDAD a su obrita.
Bla bla bla. ¿Qué más? No lo sé. Ya no puedo escribirte como antes… No sé cuánto vaya a durar así. Tampoco me pregunto ya que cómo le hacen ELLOS para existir. So I´ll be sending one of these days the tale to that site… para ver como le va. Y si nadie lo lee, pues tampoco me ha de importar ya.
El cuento presenta, sólo un pequeño problema: me faltó decir -no sé si la parte de la bandera lo justifique- que si ellos ya no recuerdan, pues que si lo hacen, a una manera de reflejos, o yo qué sé. Además, no son extirpados del todo la parte que compone “esa parte de sus cabezas”, sino que sólo de una porción.
Bla bla bla. Me dijo, porque le di dos cuentos: el primero no me gustó. Siento que me ofendiste allí. Ja, ja, pensé. Lo logré. “¿De verdad?”, le pregunté, para enseguida tratar de dizque justificarme. Pero al carajo con la justificación. Él antes me había dicho, con cuentos anteriores: “escribes incoherencias”.
Ah, okay, gracias por decírmelo. Lo tendré en cuenta. J aja. Pero con este cuento, NO HUBO LUGAR PARA EL MISMO COMENTARIO. Al parecer en el cuento que leyó no encontró lo mismo de siempre: incoherencias, sino que –digamos que- encontró un poco de su “retrato”. Pero esto no es mi culpa. ¡No lo estoy retratando a él en particular! ¡Ya quisiera esto él!
Le dije: “es ficición”. Je je je. Y me reí para mis adentros. “¿Nunca has leído los viajes de gulliver?”, le pregunté, tan solo dizque para defender mi situación. Oh, pobrrecito. Se vio así mismo en el cuento que yo había escrito. “Tranquilo” quise decirle. “Luego te traigo Tamalville”. Que no recuerdo si en su momento -hace ya más de dos años, creo- le di una copia del mismo.
Bla bla bla. Aparte de “los viajes de gulliver”, desconocía el hecho de que su autor era un verdadero misántropo. Así que esta es la mejor parte del todo para mí. Je je. Sí, bravo por Jonathan Swift.
¿Algo más? Na; no lo creo. Mandaré el cuento… Uno de estos días, cuando todo se haya terminado, y cuando sobre la tierra ya no queden religiones ni guerras, ni estados unidos (estoy improvisando). Te decía. Mandaré el cuento… uno de estos días. Fin; por ahora.
A. Smart
Enero/24/2018