A cambio de apoyos poco claros para la frustrada campaña presidencial del panista Ernesto Cordero Arroyo, el fallido gobierno calderonista permitió y quizá hasta alentó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) hiciera un sobrepago de casi 105 millones de dólares al proveedor de equipos de cómputo para espionaje –intervención de conversaciones en teléfonos móviles, extracción de mensajería (SMS), correos electrónicos, listas de contactos, fotografías– al proveedor José Susumo Azano Matsura.
Y es que según la prensa israelí, los equipos vendidos por Azano Matsura –sistema de espionaje Pegasus— tuvieron un costo de 15 y medio millones de dólares y él los revendió a la Sedena, en varias etapas, en un monto superior a los 120 millones de dólares, lo que representa un margen bruto de utilidad del 87.5% sobre el precio de venta. En los demás dispositivos mencionados en el diario El Universal hace casi un año, el margen varió del 40 % hasta el 60% del monto de sus contratos, basados en la información pública a la que se tuvo acceso.
Todavía más: La Sección Segunda del Estado Mayor de la Sedena (Inteligencia) informó a sus superiores, en su momento, sobre el artículo aparecido en uno de los medios informativos de Israel el 18 de octubre de 2012, donde se da cuenta del verdadero costo de Pegasus, pero dicen que por discreción e institucionalidad –whatever that means between the green people— nunca prosperó una investigación ordenada al respecto.
¿A dónde, entonces, fueron parar esas exorbitantes “ganancias” de José Susumo Azano Matsura?
Muy buena parte de ellos a la campaña de Cordero que nunca llegó a puerto.
La historia retrata de cuerpo entero la corrupción de los blanquiazules que antes y después de usufructuar el poder público para su beneficio, se desgarraban las vestiduras y se mesaban las barbas apuntando con índice flamígero a los corruptos priístas.
RECURSOS DESDE HACIENDA
Jalisciense de origen, es a través de su “hermanito” Raúl Alejandro Padilla, en ese entonces diputado federal por Jalisco y presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados que Azano busca acercamiento con César Nava, en su momento presidente del PAN, y con el General Moisés Augusto García Ochoa, a la sazón director de Administración en la Defensa Nacional.
Y en el 2009 empieza a recibir contratos de la Sedena, principalmente para la Sección Segunda, los cuales son otorgados a través de la empresa Broadlink, para la remodelación de las áreas de oficina, y la integración de diversas tecnologías de apoyo a la inteligencia, así como sistemas de reconocimiento y procesamiento de voz.
Una vez obtenidos los primeros contratos no volvió a tener relación con Raúl Alejandro Padilla, lo cual también pinta a Azano Matsura.
Es en el mismo 2009 cuando César Nava lo acerca a Ernesto Cordero, por esas fechas secretario de Hacienda.
El ofrecimiento: A través de sus empresas y otras de terceros, podrían canalizar parte de los recursos obtenidos del presupuesto de inversión de la Sedena, el cual hasta el momento había sido muy limitado, a cambio de ceder parte de sus ingresos para la fallida campaña para la candidatura presidencial.
Al liberarse los recursos para la dependencia, Azano Matsura comienza a proveer a la Defensa. Y también comienza a instalar un equipo de espionaje para darle seguimiento a los priístas, especialmente a los mexiquenses allegados a Enrique Peña Nieto, lo mismo que a los otros precandidatos presidenciales de Acción Nacional: Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota (remember los saludos a García Luna y a “la pinche Sota”), lo mismo que al “peligroso” Andrés Manuel López Obrador.
Este centro estuvo en operación en el edificio ubicado en el 405 del Paseo de las Palmas, en Lomas de Chapultepec, justo arriba del conocido restaurante Morton’s. En ese mismo sitio, operó durante seis meses el Centro de comando para Medios Sociales de Ernesto Cordero, mismo que fue financiado por el propio Azano Matsura.
Dicha central de espionaje virtual, en la que participaron varios “corderistas” –calderonistas, en realidad– fue organizada por César Nava, quien en reciprocidad apoyó con sus gestiones para que Susumo Azano obtuviese la liberación de los recursos para los contratos que eventualmente aparecieron en los medios en el mes de julio del año pasado. Contratos para la empresa Securty Tracking Devices así como otros similares no divulgados en los medios masivos, canalizados a través de la empresa Broadlink y Blindarte.
El monto total de contratos que gestionó y obtuvo durante los últimos dos años del fallido –y corrupto– sexenio de Calderón tuvo un valor superior a los 6 mil millones de pesos.
Y ahora, Azano Matsura se acerca peligrosamente a sus espiados priístas. Su primer blanco: el subsecretario de Gobernación Luis Miranda.
Si me permite, mañana le platico al respecto.
Índice Flamígero: Desde Fresnillo, Zacatecas, don Alfredo Álvarez Barrón, el afamado Poeta del Nopal, nos comenta hoy sobre la declaración de inocencia del ex gobernador de Tabasco Andrés Granier, al llegar a la ciudad de México para, dijo, enfrentar a la justicia y limpiar su nombre: “Para todos aquellos socarrones / que critican si base ni sustento / la cultura del fraude es un invento / pues en ese partido no hay ladrones.”