Joel Hernández Santiago
La forma más directa de influir en el resultado de las elecciones en México es, digamos, la primaria, cuando ocurre la guerra de los pasteles como la que está a la vista con motivo de las elecciones del 4 de junio en cuatro estados del país, con la que con filtraciones y chismes se pretende debilitar al adversario político… y con frecuencia lo consiguen…
Tanto los partidos políticos mexicanos, como los candidatos, los gobierno federal, estatales o municipales y legisladores, así como el ‘ni los veo ni los oigo’ como es el Instituto Nacional Electoral (INE), todos están en ese panorama folclórico nacional.
Pero esa es una muestra, digamos pueril. Hay muchas más, ciertamente. El chiste es ayudar al prójimo, que es decir al similar. En el caso del PRI en el Estado de México –por ejemplo- tanto el gobierno federal como el gobierno estatal y en menor medida del PRI local, han echado toda la carne al asador para conseguir la ganancia de su candidato Alfredo del Mazo Maza, quien sin duda es un candidato menor, pero muy crecido en base a los apoyos extraordinarios de toda naturaleza que recibe.
Ya es público que desde oficinas del gobierno federal se filtraron datos y videos pecaminosos tanto de familiares de Josefina Vázquez Mota (PAN) como de Delfina Gómez (Morena) en Texcoco, o los de la diputada morenista Eva Cadena que recibió lana para AMLO, según se dijo.
Casualmente no se ha tocado ni con el pétalo de una rosa a Juan Zepeda, del PRD que al parecer ha gastado en una campaña más en tono priísta que perredista y que, por lo mismo, ha crecido en preferencia electoral de manera potencial… Y ya ni se diga a Alfredo del Mazo Maza, que camina sin mácula evidente, hasta ahora.
Pues eso: que de pronto las formas de ayuda no tienen que ver tan sólo con enviar filtraciones con pasados pecaminosos de unos y otros. Hay muchas maneras de apachurrar al enemigo.
La de ahora tiene que ver con el paraíso que nos dibuja el gobierno federal-PRI, con cifras triunfales en lo macroeconómico y a quince días de las elecciones.
De esta manera, el martes 23 de mayo el presidente Enrique Peña Nieto mandó a divulgar un video en el que presenta cifras triunfales. Cifras que dicen que nuestro país está a punto de pastel.
Así que el gobierno priísta de Enrique Peña Nieto avisa a la nación que ‘pese a que a principios de año la economía nacional enfrentaba un escenario francamente incierto derivado del cambio de gobierno en Estados Unidos y del incremento en los precios de las gasolinas, al paso de los meses ‘se comportó mejor de lo esperado’”
[Por entonces él mismo decía que estábamos requetebién y que lo que pasaba fuera nos impactaba, pero nos hacía lo que el viento a Juárez; y sus adláteres, como Agustín Guillermo Carstens-Carstens, gobernador del Banco de México seguía con que todo estaba bien aquí y que nada nos afectaría porque nuestra economía estaba como Superman, aunque con catarrito]
Con todo, dice el presidente de México que, por ejemplo, el mes de marzo de este año el PIB creció a 4.4% comparado con marzo del año pasado, aunque no dice que el año pasado la Semana Santa fue en marzo, por tanto una semana menos de productividad… y así.
Al mismo día CONEVAL anuncia que a pesar del fuerte repunte de la inflación durante el periodo enero-marzo de 2017, el poder adquisitivo del ingreso laboral registró en eses lapso una ligera recuperación de 0.3% respecto al trimestre inmediato anterior. Y luego la letra chiquita: “Coneval advierte que la señal de prevención de estos datos es que durante los siguientes meses de2017 la inflación pudiera ganarle la partida a las cifras de crecimiento del empleo (…) una parte de lo ganado en los últimos dos años podría perderse”…
[No dice que INEGI había anunciado que a la fecha la inflación anual llegó a su nivel más alto en 8 años pues se ubica en 6.17%]
Y por ahí mismo anuncia Coneval que la pobreza en México aumentó en dos millones pero que “la pobreza extrema se redujo marginalmente”…
Pues todo eso que son cifras contantes y sonantes tiene fechas ajustadas al proceso electoral 2017 y con miras a 2018. El PRI dibuja un país en el que todo parece que ya nos lleva hacia el maravilloso mundo feliz de Oz.
Casualmente las cifras y su contradicción se anuncian quince días antes de la elección de 2017, decíamos, cuando esto puede impactar en el ánimo del elector.
El tema es que pasando el 4 de junio, aparecerán las cifras en contra, diciendo: “Bueno, sí dijimos que todo estaba bien entonces, pero advertimos que esto podría cambiar en los meses siguientes… es que las crisis internacionales económicas nos impactan porque vivimos en un mundo globalizado y…”. Tan-tan.