“Si no hubiera tantas leyes habría menos corrupción. Ergo, ley causa corrupción”: Jorge Saldaña
• Recuperar confianza, misión imposible
• Despegue económico, aplazado otra vez
• A prueba el sistema político en comicios
• Sera PRI primera minoría; PAN, segundo
• PRD, desarticulado por Morena de AMLO
Marzo 17, 2015.- Recuperar la confianza y lograr el despegue económico son dos metas que no logrará el régimen de Enrique Peña Nieto ni el PRI en el corto plazo, por lo que enfrentará los comicios intermedios del próximo 7 de junio con esos lastres. Con un PRD en franca descomposición y desvalijado por Morena, y con un PAN dividido entre maderistas y calderonistas, el PRI seguramente seguirá siendo la primera minoría del país, y con su satélite, el PVEM, podría lograr una buena parte del control del Congreso, pero no la totalidad de éste, y el plebiscito presidencial que serán estos comicios lo perderá el mexiquense.
El país estará a prueba en los comicios federales próximos, en los que se habrá de renovarse la Cámara de Diputados, 1,015 ayuntamientos, 17 congresos locales y 9 gobiernos estatales. Pero también el PAN y el PRD. Los mexicanos no creen en sus políticos ni en los partidos. México está inmerso en una profunda crisis de confianza. Hay una peligrosa ola de incredulidad y desconfianza. A simple vista se vislumbra el disgusto, el hartazgo, la decepción, la desesperanza. Hay un clamor social no atendido de cambiar el rumbo del país. México se aprecia a la deriva y nadie sabe a donde va a parar. “La Patria se desmorona”, consideran algunos importantes pensadores.
El impulso con el que arrancó Peña Nieto se ha congelado. Si bien sus reformas fueron aprobadas por el Congreso, su aplicación hasta el momento no ha revelado resultados destacados ni mucho menos alentadores. Además, el actual gobierno ahora enfrenta a sus propios cadáveres ya no en el clóset sino a la vista de todos. Esta en primer lugar Tlatlaya, donde fueron ejecutados a sangre fría 15 civiles por parte de militares. Se hizo todo lo posible desde las esferas del gobierno para ocultar los asesinatos. Pero algo fallo, un testigo dejo en evidencia al Ejército. Como segunda referencia está la tragedia de Iguala, Guerrero. La presunta matanza de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, perpetrada por sicarios con apoyo de la policía municipal. Esto exhibió crudamente las complicidades entre el poder político y el crimen organizado.
Este último crimen desató una inmensa ola de rechazo al régimen de Enrique Peña Nieto no sólo a nivel nacional sino también internacional. Fue reclamada la indefensión de las víctimas, la enloquecida brutalidad de los asesinos, la complicidad de las autoridades locales, la ceguera de las autoridades federales, la complicidad que ello representa. Provocó dolor en todo México; se reclamaron los hechos a lo largo y ancho del país, incluso en el extranjero. Las protestas se mantienen en estos momentos no sólo en Guerrero y la capital del país, sino en territorio estadounidense, a donde los familiares de los estudiantes denuncian, una vez más, los hechos.
El escándalo de Ayotzinapa también le pegó de lleno a la izquierda del PRD. El Sol Azteca que en las pasadas elecciones presidenciales quedó en segundo lugar, ha perdido el rumbo bajo la dirección de Carlos Navarrete. Cuauhtémoc Cárdenas, su fundador, se retiró del PRD. Su más carismático candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, quedó fuera de sus filas. En su huída desmanteló la estructura real del perredismo nacional, para montar su propio partido, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con el que se prepara para disputar una vez más la Presidencia de la República, tal vez al mismo Luis Videgaray. Con el tabasqueño se fueron muchos de los liderazgos regionales del PRD, que ha quedado penosamente desmantelado y en vías de convertirse en un partido de “la chiquillada”. La historia de la próxima elección presidencial en México ya se empezó a escribir.
El PAN también ha sido afectado por la crisis de desconfianza generalizada que predomina en el país. Las encuestas sitúan al blanquiazul con un 25 por ciento de la intención del voto en las elecciones para diputados federales, lo que lo ubicaría como segunda fuerza política. El problema es que enfrenta una dura disputa interna entre los maderistas y los calderonistas, encabezados por la propia Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, que no se resignan a perder el control del partido que acabó con 71 años de dominio interrumpido en México. De lo que quede de estas disputa dependerá mucho las posibilidades panistas para la próxima elección presidencial.
Una pieza importante de este México desmoronándose lo es la corrupción de la familia presidencial. El trabajo periodístico que tanto incomoda a Enrique Peña Nieto reveló que su esposa, Angélica Rivera, “la gaviota”, y su supersecretario de Hacienda, habían adquirido casas de lujo de uno de los grandes contratistas de su administración. Ella a plazos, presuntamente vendiendo productos para el hogar, y Luis Videgaray, gracias a un crédito que le concedió el propio contratista. También se reveló que el propio Peña Nieto había incurrido en una práctica parecida desde su etapa como gobernador. A pesar de los esfuerzos de su costoso equipo de comunicación y propaganda, a la fecha no han podido explicar satisfactoriamente este enriquecimiento patrimonial de la familia presidencial, ni la de su cercano colaborador.
El escándalo fue mayúsculo, potenciado en las redes sociales, dado el control que se tiene de los medios de comunicación tradicionales. Se constató que la corrupción tiene sus raíces más profundas precisamente en la residencia oficial de Los Pinos, de donde es prácticamente imposible de erradicarla sin eliminar políticamente a sus habitantes.
Las fichas se han ido acumulando. Ya no sólo se reclama la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sino los más de 23 mil desaparecidos desde el inicio de la guerra contra el narco que detonó Felipe Calderón Hinojosa, quien debería estar siendo juzgado por crímenes de lesa humanidad. Tampoco está como tema central del debate la corrupción de Peña Nieto o de su esposa “la gaviota”, o del “ministro del año”, Luis Videgaray, sino de todo el sistema político priísta.
De la duda se pasó a la certeza, al desánimo, a la confusión, y finalmente a una gran frustración de que poco o nada se puede hacer con este régimen en el tema de la corrupción. La población ahora no perdona ni olvida, y reclama que se cambien las reglas del juego político, de la gobernanza en el país. Y no hay el menor interés en el régimen de hacerlo, porque está concentrado en el enriquecimiento de sus integrantes lo más rápido posible y, también, bajo un gran manto de impunidad. No hay rendición de cuentas, no hay transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Los errores se han combatido con acciones a medias. La ola de violencia, la delincuencia, el crimen organizado, han sido fallidamente combatidos con discursos, con decretos, con leyes, con reformas, presuntamente destinadas a combatir la inseguridad y la impunidad. Pero no hay resultados, a pesar de la disolución de cuerpos policíacos enteros, de la aprehensión de “los más buscados”, de la cacareada reducción de los índices delictivos, de la desarticulación presuntamente de los principales cárteles del país, que ante el descabezamiento de sus líderes se han reconfigurado y han evolucionado, pero no han desparecido, ni mucho menos han perdido poder.
Mediáticamente se ha potenciado la captura de capos del narco. En tan sólo unos días, rápida e incomprensiblemente gracias a los “trabajos de inteligencia”, cayó el líder de “Los Caballeros Templarios”, la organización criminal cuya brutalidad dio vida a los grupos de autodefensas que fueron combatidos con gran saña por las fuerzas federales. También fue detenido el último cabecilla de “Los Zetas”, una de las más sanguinarias organizaciones criminales.
El cadáver político en que se convirtió Jesús Murillo Karam fue sacado de las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) y se le inyectó vida artificial en el gabinete de Peña Nieto. El caso Ayotzinapa se convirtió en su cementerio; su “verdad histórica”, en su epitafio. Su complicidad y su desaseo en las investigaciones, en su estigma, también histórico. Nadie apuesta en este momento porque pueda resurgir del panteón de la política a la actividad pública. A su lugar, al frente de la PGR, llegó un personaje sumamente cuestionado de origen. Una senadora priísta, vinculada al Poder Judicial, hermana de un vicepresidente de Televisa, Arely Gómez González. A la nueva funcionaria no se le ven cualidades para poder darle un vuelco a la crisis de confianza en esa institución.
La corrupción al interior de la propia casa presidencial no se combate. Sólo hay simulación, con la designación de un presunto “zar anticorrupción”, que le debe el puesto al propio Presidente -y que además es cercano a Luis Videgaray-, del cual recibe la encomienda de investigar los casos en los que él mismo, su esposa y su secretario de Hacienda, se han visto involucrados. Nadie espera nada de la investigación de dicho zar, de hecho se espera que los resultados de ésta sirvan para limpiar la imagen de la pareja presidencial y del propio Videgaray; que no haya jurídicamente terreno al que acudir para demandar el conflicto de interés. En una palabra, que servirá como lavadero de Poncio Pilatos.
Al descrédito y la desconfianza en el gobierno de Peña Nieto hay que sumarle la crisis internacional del petróleo. México es altamente dependiente de los ingresos del crudo. La caída de los precios internacionales enfrió la economía y obligo al gabinete económico a hacer recortes al presupuestos, lo que derivó en recortes también en los pronósticos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), con lo que el anunciado despegue económico sólo queda en promesa, largamente aplazada y con pocas esperanzas de concretarse.
Sin estar dentro de una grave crisis estructural o una recesión formal, hay problemas importantes no resueltos. El mercado interno no se recupera, ni hay acciones gubernamentales orientadas a ese fin. Mientras eso no suceda, la economía no despegara, seguirá pasmada. El pesimismo económico impera. También la inestabilidad política es patente en algunas regiones del país, como el Estado de Guerrero, en donde hasta la trasnacional Coca Cola se dejó de distribuir por las constantes movilizaciones sociales, por la protesta de grupos magisteriales y estudiantiles.
La desesperanza se expande por todo el territorio nacional. “¿Qué hacer?”, preguntaría Lenin para iniciar la revolución en México.
CON UN DEJO DE IRONIA
La entrevista realizada por el reconocido y viejo periodista Jacobo Zabludowsky me trasladó de inmediato a las muy vistas en publicaciones como el HOLA, o algunas otras en donde las interrogantes son tan a modo que resultan risibles. En éstas se les pregunta a quienes presentan a sus vástagos: “y el parto, ¿te dolió mucho?; ¿Qué sentiste de que estuvo tu pareja contigo todo el tiempo? ¿te tomó de la mano? ¿De que tamaño fue la alegría que sentiste de tener a tu bebé en los brazos?” Solo que ahora no se trató de una parturienta aunque pagar mil 250 millones de pesos más por una concesión de televisión debe haber dolido más que dar a luz a triates al mismo tiempo creo yo que los he tenido de uno por uno, como también se responde en esas revistas.
¿Por qué ofreciste una cantidad aparentemente tan alta en comparación con la otra”, preguntó el periodista a don Francisco Aguirre, propietario del Grupo Radio Centro, quien ofreció prácticamente un 100 por ciento más que Olegario Vázquez por igual concesión. La respuesta: “No fue el ciento por ciento, ni casi, fue el sesenta y nueve por ciento que, para efectos prácticos es una cantidad muy elevada –o sea que de poco vale tal aclaración de porcentajes-, pero la razón fundamental es de que era una subasta a sobre cerrado, encriptada totalmente la información y que nosotros queríamos, anhelábamos lograr estas concesiones que son 123 centros transmisores. Por ese motivo y viendo a los competidores que teníamos, que eran competidores de un gran tamaño pues tuvimos que maximizar nuestro plan de negocios, estirar la liga.
“Teníamos un margen todavía mayor pero quise ser, dentro de lo agresivo, quise ser el plan agresivo moderado, por eso ofrecimos esa cantidad -¿o sea que si no hubiese querido ser “moderado” le habría puesto más?-. Pensábamos que iba a andar sobre los dos mil, algunos jugadores y que otros si se podían ir a más de tres mil, los que pensábamos que iban a ir a más de tres mil ya no se fueron, uno de ellos pensábamos que podría haber sido el grupo de Olegario, sin embargo creo que ellos fueron bastante prudentes y moderados. Sin embargo nosotros estiramos la liga por esa razón, ya llevábamos muchos años con esta ilusión de volver a la televisión, ya que desde 1967 recibimos las concesiones y desgraciadamente se frustró nuestro proyecto en 1972.
“Afortunadamente Grupo Radio Centro es un grupo floreciente y que nos permite ahora ser una plataforma de apoyo fundamental para este proyecto”. Si pudieron darse el gusto solo por el gusto de tener una concesión de televisión y en ello apostar como lo hicieron ¿a qué tantas cosas no estarán dispuestos con tal de lograr sus propósitos, pregunto? A sabiendas de la situación económica, del cierre de empresas, de las disminuciones tan drásticas que existen en la publicidad comercial debido a las bajas ventas, a los incrementos en los precios, a que esta área es la primera que resulta afectada cuando se trata de reducir gastos ¿Cómo van a lograr recuperar su inversión? ¿Hasta dónde llegó su corrida financiera? ¿Intentarán números negros en lo que falta del mandato de Enrique Peña Nieto?
Porque hay cuestiones lo suficientemente claras como para no poner en duda que difícilmente habrán de cubrir la totalidad de lo convenido para lograr la concesión y que será en un tiempo aceptable en el que también habrán de cubrir la cobertura exigida, comprometida y aceptada por ellos. Lo que no admite ningún titubeo es que el grupo mexiquense y en particular el que representa el señor Alcántara está detrás de tan absurda operación y que de ahí que no importa si se rebasó por poco o por mucho y tan es así que la explicación que intenta dar el señor Aguirre es verdaderamente desilusionante y si así funcionará su televisora, como dicen en este pueblo: “vaya bien”. Aún hay más para desbaratar semejante entrevista, pero don Jacobo, por su edad, merece mi respeto.
DE LOS PASILLOS
Tras ser acusado de ser la mano que mece la cuna, la Secretaría de Gobernación se deslindó del diferendo Aristegui-MVS. A través de un comunicado, lo calificó de “un conflicto entre particulares” y dijo que el gobierno de la República “ha respetado y valorado permanentemente el ejercicio crítico y profesional del periodismo”. Señaló que “es deseable que este conflicto entre particulares se resuelva, para que la empresa de comunicación y la periodista sigan aportando contenidos de valor a la sociedad mexicana”… Y de nuevo el tiro les va saliendo por la culata. Pretendiendo acallar una voz que llevó información al extranjero que tuvo una gran difusión, que salió en los principales diarios del mundo y en decenas de cadenas televisivas, ahora ya la hicieron mucho más famosa y lo que era una bola de nieve pequeña se ha convertido en un alud. Extraña que MVS no se quejara, en esos momentos en los que sus siglas recorrían el Planeta de ningún “abuso de confianza” y ahora ese sea el argumento a todas lucen inválido para despedir a uno más de sus empleados. Tan sencillo que hubiese sido decir la verdad, que los comentarios de la señora Aristegui afectaban a la empresa y ponían en jaque su existencia. Tal vez hasta hubiesen logrado que la salida de su canal 52 tuviera mejores convenios…
En el Estado de México, el PRD impugnó ante el Instituto Electoral de esa entidad (IEEM) el convenio de coalición que el PRI realizó con el PVEM y Panal para la postulación de 93 planillas a ayuntamientos. El representante del PRD ante ese organismo, Javier Rivera, argumentó que dicho convenio contraviene el Artículo 87 de la Ley general de partidos políticos en el numeral 9, que indica que los partidos no podrán hacer más de una coalición en un mismo proceso electoral o local.
A fin de discutir los casos de los tres mexicanos que perdieron la vida por disparos de oficiales de policía, el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Sergio Alcocer, se reunió con funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos en Washington. El funcionario también se entrevistó con abogados del Grupo de Consulta sobre Derechos Civiles de los Mexicanos en Estados Unidos, con el fin de dar continuidad a las estrategias, herramientas legales y políticas para prevenir este tipo de incidentes.
El titular de la SEP, Emilio Chuayffet, acusó que el gobierno de Oaxaca permite a la CNTE hacer lo que quiera, y dijo que no gobierna en cuestión de educación. En una entrevista radiofónica, afirmó que los niños de Oaxaca, que son los más necesitados, sólo tienen entre 80 y 100 clases en el ciclo escolar, pero el estado le sigue pagando a los maestros. El Estado también le paga al mexiquense por no hacer absolutamente nada y no hay quien le tilde en su cara que seguimos sin tener una reforma educativa que satisfaga las necesidades de los alumnos y, posteriormente, del mercado laboral.
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