Inmigración. Grave revés a las órdenes ejecutivas del presidente Obama. En noviembre pasado ante la cerrazón del Congreso para revisar la iniciativa de reforma migratoria el ejecutivo firmó acciones que otorgarían protección contra la deportación, así como, permisos de trabajo a millones de inmigrantes sin papeles en el país.
La Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleans falló, por dos votos de tres jueces, en contra de las órdenes ejecutivas del presidente que entrarían en vigor este mes. La determinación de los jueces también se sustentó por las demandas en contra de esas, de 26 estados de la Unión, más la orden judicial del juez federal en Brownsville, Texas.
El equipo jurídico de La Casa Blanca impugnará el fallo, sin embargo, los defensores de los inmigrantes, que también apoyan al presidente, están alarmados, según ellos, cuanto más tiempo tarde la implementación de las iniciativas más difícil será persuadir a los inmigrantes a inscribirse en los programas derivados de las acciones ejecutivas.
Marielena Hincapie, directora ejecutiva del National Immigration Law Center, comentó: “Que parte de la intención de la demanda y fallo, es para retrasar, confundir e infundir miedo entre los inmigrantes. Las consecuencias son devastadoras. Nuestras comunidades sufren todos los días”.
Es razonable que antes de terminar su mandato el presidente en enero del 2017 se restablezcan las órdenes ejecutivas. Primero, porque jurídicamente cuenta con la ley a su favor. Segundo, aunque no logre la reforma a la iniciativa de ley de inmigración, representa otro de sus legados de mayor calaje y, si añadimos que la demanda en contra de sus órdenes ejecutivas que se iniciara en Texas ha dividido el país, igual se ha convertido en una de las asignaturas más importantes para los precandidatos a la presidencia de ambos partidos. Tan importante es el rumbo que tome la reforma, que ésta definirá al próximo inquilino de la mansión en el número 1600 de la Avenida Pensilvania en Washington, D.C.
26 estados intentan boicotear las iniciativas del presidente, mientras 14 estados, más el Distrito de Columbia, la capital del país, exhibieron documentos ante la Corte de Apelaciones alegando que Texas y sus aliados desconsideraron los beneficios de los programas que conllevan; como el aumento de ingresos fiscales y el crecimiento económico.
Se estima que viven en el país-EEUU- entre 11-12 millones de personas sin papeles de diversas nacionalidades, de los cuales, más del 75% son mexicanos diseminados en la extensa geografía de los Estados Unidos. Las estadísticas indican como minorías relevantes a asiáticos, centro y sudamericanos.
En el pasado existió la tendencia de nuestros connacionales a migrar a determinadas urbes, siguiendo a los oriundos de sus poblaciones. El solo hecho de conocer al conocido del conocido del terruño les brindaba seguridad, la mano amiga de otro como ellos, “la leyenda urbana” de que por esos lares había trabajo mejor remunerado que en casa. Entre ellos se pasaban el “pitazo” del arribo de la “migra” al barrio donde se hacinaban en cuartuchos o en departamentos de rentas módicas.
Quienes habían permanecido más tiempo, los conocedores de la zona“gabacha”, los expertos, contaban con vehículo, el cual compartían con los “paisas”, lo mismo para transportarlos a la chamba que para “chelear” por la tarde noche.
El carro, la “troca”, representaban la extensión del hogar con la virtud que provoca divisar las calles, avenidas, las nenas, en vez de cuatro paredes malolientes por el humo del anafre o al aceite de cocina quemado, o el propio humor de la aglomeración de cuerpos cansados.
Los del centro y occidente sur de México llegaron a Chicago. A los Ángeles y poblaciones conurbadas, la mayoría arribarían del occidente norte, además de las personas de cualquiera de los estados en minoría. El idioma, el español, que se hablaba y se habla por doquier, representó el gran gancho. La comunicación facilitaba cualquier diligencia.
Los estados de Nueva York y New Jersey es casa de los poblanos, aproximadamente 1,6 millones. Más del 85% sin papeles. Connecticut hoy aloja a más de 800 mil oaxaqueños.
En Texas, Georgia, Arizona, a pesar, de la rigidez de la infame “Ley SB1070 que criminaliza a los inmigrantes que no poseen documentos y considera presuntos culpables de crímenes a todos los que por su apariencia puedan parecer inmigrantes, sin importar que sean ciudadanos norteamericanos o inmigrantes legales o sin papeles”.
En el presente, los mexicanos que logran pasar la línea, con un costo promedio de entre 5 a 7,5 miles de dólares, van a cualquiera de los 50 Estados de la Unión, acuden adonde las condiciones de trabajo son favorables, sin importar la lejanía o el idioma.
Como quiera se las arreglan. Mejor que en las urbes tradicionales. En estados como Utah, Dakota del Sur o Alaska son bienvenidos inclusive. El peso de los migrantes hace la diferencia económica y en productividad en cientos de empresas.
Es un paradigma que Marruecos, la histórica ruta de migración de África a Europa, reconocida por su peligrosidad, hoy sea el ejemplo en innovación migratoria, inclusive más adelantada que los vecinos del norte y de prominente respeto a los derechos humanos.
Tanto Estados Unidos, México, y la Unión Europea debían revisar con lupa los beneficios socioeconómicos, aduaneros, disminución de corrupción, entre otros, que a Marruecos le ha portado esa reforma.