Es generalmente aceptado que durante la campaña y la elección presidencial de 1994, el sistema utilizó el fantasmón de la “guerrilla de fusiles de madera” en Chiapas para asustar a la población. La pantomima salió redonda.
El electorado no malició que la guerrilla de San Cristóbal había sido fabricada por el cacique Manuel Velasco Suárez –abuelo de “El Güerito”– y el facineroso obispo Samuel Ruiz para tratar de enderezar el dedazo de Carlos Salinas en favor de Colosio.
Al ofrecer que una elección pacífica era la mejor garantía para la estabilidad, el PRI aseguró una cantidad histórica de votos a favor de su candidato presidencial sustituto Ernesto Zedillo, un hombre mediocre, sin un solo atractivo electoral.
Fue la elección del miedo, a pesar de que el trasfondo de todos los logos era una blanca paloma de la paz. El traidor Zedillo “obtuvo” el 49% de la votación nacional. Algo que nunca volvieron a ver los tricolores.
Pero como chango viejo no aprende maroma nueva, parece que esta vez muchos comentócratas oficiales acreditados en diversos medios, y alentados desde el poder, se pusieron de acuerdo para incendiar el cotarro y propiciar una condición muy parecida.
Pudiendo actuar a tiempo en el gobierno para mantener a raya a los saboteadores a sueldo, se esperaron hasta el último minuto para sentarse a negociar y darles hasta lo que no tenemos para transformarlos en dóciles corderos de Dios que quitan los pecados del mundo.
El “gobierno” de los toluquitas abrogó la Constitución desde una semana antes y la volvió a promulgar el lunes con un desabrido e incoherente discurso del felón Emilio Chuayffet.
El escenario electoral, previo al domingo, era casi una calca de aquel de 1994. “La elección más vigilada de la historia”, Televisadixit en la voz de sus paniaguados estelares. “El país al borde de la destrucción “, en los diarios locales del sur del territorio.
Como resultado, la gente acudió a las urnas. Pero no fue para apoyar al instigador, como en el pasado. La población fue a las mesas para emitir un voto de reprobación, de castigo al régimen. Algunos rotativos cabecearon el domingo “A votar en paz”.
Y la gente le dio la espalda a los anulistas, porque no sabían lo que decían. El voto nulo no ayudaba a nadie. Reprobó a los abstencionistas, porque no creyeron en el sufragio como un procedimiento válido para rectificar el error cometido hace tres años. Castigó por igual al PRI, al Verde, al PRD y al PAN.
El tricolor fue el más sancionado
Al PRI, porque le impidió hacer, junto con el Verde y el Panal el mismo numerito de lograr, juntos, la mayoría simple en la Cámara de Diputados. De hoy en adelante, tendrán que negociar todo, empezando por el fantasioso “Presupuesto Base Cero”.
Porque lanzó como candidato en Querétaro a Roberto Loyola, un socio en los negocios inmobiliarios del panista Diego Fernández de Cevallos, el insaciable de las canchas políticas. Porque nunca se dio cuenta de la estrategia de libertad religiosa que hizo ganar a Fox y ahora al panista Pancho Domínguez.
Porque gastó mil doscientos millones para apoyar a Ivonne Álvarez en Nuevo León (cuando el tope de campaña era de 49 millones de pesos) sólo para hacer un enorme ridículo. EPN no quiso apoyar a Ildefonso Guajardo, por respetar la sociedad nada anónima Medina – Constructora Presidencial Higa – Acueducto – Toluquitas.
Todos los escenarios imaginables que se vislumbran de aquí al 2018, son desfavorables para el ex partidazo, gracias al fracaso rotundo de su “’gobierno’ modelo Metepec” y a la pésima estrategia de campaña diseñada al parecer por sus enemigos.
Que el electorado lo haya bajado definitivamente de sus preferencias históricas, cercanas al 50 por ciento de votación, al 28% en que lo ha ubicado ahora, es un dato duro, muy cruel para los priístas.
Al Verde, porque el electorado le “rasuró” cuatro o cinco dígitos de los esperados, por trinqueteros, mentirosos e hipócritas. Los diputados que le concedió no le alcanzarán para llevar al PRI a las “grandes ligas” de la mayoría simple.
El sol azteca, condenado por entreguista
Al PRD, porque al retornar López Obrador al escenario electoral, por la puerta grande, se lleva la mitad de las posiciones de los amarillos en la Cámara para su buchaca. Ganarle al PRD cinco de las grandes delegaciones del DF lo regresa a las jugadas mayores. La gente le recrimina al PRD su abdicación frente a la ex aplanadora priísta. Haberse echado a los brazos “del Presidente más corrupto”, según dijera Martí Batres en programa de Televisa.
El electorado reprueba su alianza con el narcotráfico en la montaña de Iguala, y le demuestra su repudio apoyando a Héctor Astudillo, candidato del PRI al gobierno de Guerrero.
Reprueba a la dirigencia de “Los Chuchos” por “colaboracionista” y sectaria. El escenario previsible es la rebelión al interior para poder buscar un marco efectivo de alianzas electorales rumbo a la próxima elección presidencial.
Por lo visto, ningún actor de la “izquierda” quiere ir con este PRD a ninguna parte. Ve a “Los Chuchos” como aves de mal agüero para sus afanes políticos. Desgraciadamente, razón no les falta. Ya estiraron demasiado la liga.
Blanquiazules con menos curules que en 2012
Al PAN, arrebatándole el triunfo seguro en Sonora, negándosele en San Luis Potosí, dejándolo con un palmo de narices en Nuevo León y confinándolo con una bancada menor que la obtenida hace tres años. Su campaña en contra de la fallida reforma fiscal del PRD- PRI ¡no le reportó ningún beneficio electoral en el norte del país!
La gente “utilizó” las siglas panistas en las boletas para enviarles un claro mensaje a los gobernadores priístas que el año entrante tendrán elección local: ni un voto más. Esto sucedió en Veracruz, y Tamaulipas, señaladamente.
Pero sólo para eso. Porque cuando se trataba de votar por la proverbial abanderada panista en Michoacán, La Cocoa Calderón, la gente aprovechó para enviarle un claro mensaje al hermano: ¡Aquí no pasarán!
Y en Colima, tanto como en BCS, el voto a favor de los albicelestes fue castigo para los gobernadores del PRI y del PRD, respectivamente.
La chiquillería que afortunadamente desaparecerá
Lo anterior choca con la extrema indulgencia del electorado a los evangelistas del nuevo Partido Encuentro Social, al que le brinda el registro otorgándole el beneficio de la duda, una vez que se deslindo, por medio de los presbiterianos de su financiador original: el defraudador de la Línea 12.
Opina el maestro Juan Jacobo Pérez Cornelio que el mimo Héctor Suárez y sus spots en contra de los rateros, salvó el registro de Encuentro Social. “Cosas veredes, Mío Cid”.
Sin embargo, la carí$ima aventura de los Salinas de Gortari y de Beto Anaya, el PT, estano pasa la prueba del añejo. Son vías canceladas, igual que las frustráneas intentonas por hacerse del sindicato petrolero.
El Partido Humanista, otra quimera del defraudador de ilusiones Iris Salomón, uno de los hígados más grandes en el escenario. Vividor de los programas agropecuarios del gobierno, de donde saca a sus afiliados, volvió a tronar. Fue el que embarcó a Jorge Castaneda y a Patricia Mercado en el proyecto del antiguo PSD.
Las encuestadoras, ¿sin sanción por fraude?
Volvió a demostrarse que el Instituto Nacional Electoral “camina solito”, sin necesidad del costoso aparato de más de 20 mil millones de nuestro dinero. En las elecciones más peleadas, las estatales, no tiene vela en el entierro. Que los presupuestos a los partidos son demenciales. Que los gazapos y alharacas de los “intelecuales por cuales” sólo estorban al proceso democrático.
Que Antonio Calzada junior, el gobernador priísta de Querétaro, no sabe ni donde está parado, ni cuáles son sus electores o simpatizantes. Que ya no debe venir a estorbar todavía más a los gerifaltes. Los toluquitas no necesitan más lastres para hundirse.
Que los observadores electorales internacionales de la OEA sólo vinieron a turistear a Oaxaca y Guerrero, y que no pueden reportar nada que los ciudadanos no conozcamos o no podamos corregir en las hileras de votación o en las casillas.
Que los famosos encuestadores sólo son un grupo de vividores al servicio del partido que más pague, sin una sola obligación de consecuencia, ni responsabilidad penal ante la ciudadanía.
Que el Grupo Reforma de Monterrey todavía tiene la mano pesada, cuando apoya a candidatos antisitémicos. Los regiomontanos lo habían probado con Juan Andrew Almazán; ahora lo confirman con “El Bronco”. Ojalá el independiente lo sea de deveras y no se deje imponer todo y a todos.
Que el trinomio PAN – PRD – PRI que hizo posible el Pacto por México se ha convertido en una argamasa de presupuestívoros chupeteadores –el cómico “Palillo” dixit— que tienen como rehén a la ingenua democracia mexicana.
Total que, cuando el anciano PRI quiso renacer, nadie le avisó que ya estaba muerto. El castigo va a ser vegetar en la franja del veinte por ciento. ¡Kaput!
Índice Flamígero: En su campaña para dejar Gobernación a la brevedad posible e irse a encabezar el CEN del PRI, Miguel Ángel Oso…rio Chong –quien cree que desde ahí preparará su candidatura presidencial al 2018–, exhibe por todos lados, Los Pinos incluido, al todavía titular de Hacienda Luis Videgaray. Dice que prácticamente todos los candidatos del tricolor a diputaciones y gubernaturas a quienes “él sí recibe” se le acercaron a reclamar lo difícil que era hacer campaña en un clima tan adverso, derivado de la reforma fiscal impulsada por el titular de la SHCP. Que por eso sobrevino la debacle del tricolor. Peor aún, lo tacha de traidor por sus muy visibles apoyos al candidato panista a la gubernatura de BCS, Carlos Mendoza Davis, de su propio establo y del de Pepe Meade. Eso sí, de la corrupción de la casa presidencial, otro obstáculo para los priístas, nada dice.
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