LO QUE TRUMP DESCONOCE SOBRE INMIGRACION.
Principiemos por su vida personal. Su madre, Mary Anne, nació en 1912 en Tong en la isla de Lewis, en la costa de Escocia. En 1930, a los dieciocho años de edad, Mary Anne, conoció a Fred Trump, padre del lenguaraz homofóbico en Nueva York durante unas vacaciones en esa ciudad.
Mary Anne, decidió quedarse para hacer nido con Fred. Primer testimonio personal, su madre inmigrante o, para precisar migrante.
Segundo acontecer migratorio. En 1977, Trump se casó con Ivana Zelníčková, mejor conocida como Ivana Trump. Ivana, modelo, esquiadora, celebridad, escritora, diseñadora y empresaria nacida en Checoslovaquia, hoy, República Checa o Chequia.
Tercer testimonio; su tercera esposa, -nos saltamos a la segunda; Marla Maples, quien nació en Georgia en 1967 por no encajar en esta personal zaga migratoria del precandidato por el partido republicano Donald Trump- Melania Knauss, modelo, nacida en Eslovenia en 1970, con quien casase el 22 de enero de 2005.
De estos matrimonios con migrantes, su descendencia cuenta con tres hijos varones y una hija.
Espejo fiel de una nación forjada por inmigrantes.
No terminamos por entender su fobia contra estos, sean mexicanos, latinos, musulmanes u otros.
Él lo lleva en la sangre y, no se diga su descendencia.
¿Acaso los orígenes europeos en su óptica desviada cuenten con otras características genéticas superiores a quienes desecha como papel de baño? Percepción similar al nazismo.
De acuerdo a Mark Leonard, director del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, si los 240 millones de migrantes en el mundo se reunieran en una nación, el la llama; “La Republica de los Desarraigados”, esta, sería la quinta potencia del mundo, por población y la capacidad socioeconómica. (Actualmente estos 240 millones de migrantes envían remesas a sus países de origen más de 320 mil millones de dólares)
En varias ocasiones hemos comentado lo concerniente al número de migrantes en diversos países del mundo…
Sus motivos: económicos, religiosos, persecuciones políticas, las guerras y, uno importantísimo, ir a estudiar a otros lares, especializarse, para luego llevar esos conocimientos a sus países de origen. (Otros, como el caso de los mexicanos, prefieren arraigarse en el país que los acogió. Lo mencionamos a manera de reflexión. Por qué no regresar al origen, a difundir, aplicar los conocimientos, la tecnología, la capacidad de innovación. ¿Será el temor a no encontrar plazas de trabajo remuneradas de acuerdo a los índices internacionales? ¿O simplemente se desapegan por otra… opción?)
Baste con mencionar a los hindúes, quienes envían remesas a su país el equivalente a; 70,000 millones de dólares al año, que representa el 4% del PIB de la India.
Además en el icónico Silicón Valley, una de cada diez empresas ha sido fundada por ellos. Otros ejemplos: El director ejecutivo de Microsoft, o el inventor del procesador Intel Pentium, o el ex director de tecnología de Motorola y el director ejecutivo de Google-todos de origen Hindú-.
Sin descontar que este flujo de hindúes a los Estados Unidos ha mejorado la relación geopolítica en una región de alta importancia estratégica.
En África viven más chinos que el total de la población de Francia. Howard French, periodista, se refiere a este caso así; “Cuando esos migrantes regresan a China, sus capacidades se aprovechan al máximo. Las “tortugas de mar” dominan el sector tecnológico chino.”
Podríamos extendernos a otros dos casos, los kurdos, quienes se sienten sin nación y emigran principalmente a Alemania y a los países nórdicos. Israel que, a pesar, de su ubicación geopolítica complicada, es uno de los países con más migrantes con un ejemplar éxito como emprendedores e innovadores.
En las bibliotecas de los Estados Unidos abundan toda clase de libros, ensayos, “teorías” al respecto del fenómeno inmigración, ayer local, hoy global. Es un tema joven, aunque su origen se remite a Leif Erikson (970-1020) aquel vikingo que arribó a lo que hoy conocemos como América del Norte, progenitor del famoso Erik el Rojo, quien en 985 fundó Groenlandia.
Esos textos en esencia son propositivos.
La inmigración es un suceso socioeconómico dinámico, como dinámicas son las sociedades globales, por eso, la tardía jurisprudencia al respecto. Lo mismo sucede con la competencia económica en los países y, a nivel mundial. Temas que comentaremos en esta columna.
El caso México. Trump no puede, ni en el más último de sus sueños deshacerse de 35 millones de mexicanos arraigados en el país. Que once, son sin papeles, so what, de todas formas son productivos, y hasta con desventajas en salarios y horas de trabajo por su condición migratoria.
A quien mandarle el “curricán”, a los Estados Unidos (por su política migratoria) o, a México incapaz de arraigarlos por las pobres oportunidades en cualquiera de las situaciones; económica, educativa, salud pública.
No vale la pena repetir la influencia en la economía estadounidense de este portento de connacionales, además de las aportaciones culturales, culinarias, musicales…
Nada en contra puede hacer-Trump-, excepto retorica inflamatoria de campaña…
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