* Donaldo Trump fue irónico, burlón, mendaz, en cuanto a las respuestas dadas al fiscal especial de la Trama Rusa. Pienso que en Estados Unidos también están en un proceso de regeneración nacional, que pervierte el espíritu de los padres fundadores plasmado en su Acta de Independencia
Gregorio Ortega Molina
Supongo que el Partido Republicano no podía darse el lujo de otro juicio político como el que defenestró a Richard M. Nixon; de alguna manera los demócratas lograron evitar el convocado en su contra. No fue suficiente el semen de Bill Clinton desparramado sobre el vestido de la pasante Mónica Lewinsky, durante un magreo en el Salón Oval. El poder tiene sus debilidades, en materia sexual es incontinente.
También en la relación política-procuración de justicia. Resulta desproporcionada la incontinencia legal, ética y moral con la que se procede para conservar el poder. Donaldo Trump dejó caer sobre William Barr, el fiscal Especial, todas las consideraciones de orden político y de razón de Estado, para que en los malabares del lenguaje jurisdiccional al uso, y con la censura debida, la trama rusa sólo fuese un mal sueño en el camino que el empresario y especulador de bienes raíces, usó para llegar al poder.
Después de una investigación que duró casi dos años, al principal residente de la Casa Blanca se le otorgó victoria moral completa: el Fiscal General lo liberó de toda responsabilidad en un posible caso de colusión con el gobierno ruso, durante la campaña electoral de 2016; también lo benefició política y legalmente con la exoneración del delito de obstrucción a la justicia, ante acusaciones de haber influido para restringir las investigaciones en su contra, lideradas por el Partido Demócrata.
Pero la lectura del expediente liberado, aunque también censurado, por los analistas e investigadores de The New York Times, muestra que el jefe del Departamento de Justicia justificó las conductas que evidencian los esfuerzos del magnate para reducir los alcances del fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, al asegurar que estas acciones estuvieron finalmente enmarcadas en las facultades presidenciales y se dieron ante las presiones de una guerra mediática y política.
“En la presentación de una versión más amplia del informe, aunque no menos censurada (bajo el argumento de la seguridad nacional), el fiscal detalló que, en efecto, hubo una serie de acciones por parte del presidente Trump para impedir la investigación, aunque, insistió, no son suficientes para asegurar que hubo obstrucción de la justicia.
También se estableció que Donaldo Trump fue irónico, burlón, mendaz, en cuanto a las respuestas dadas al fiscal especial de la Trama Rusa. Pienso que en Estados Unidos también están en un proceso de regeneración nacional, que pervierte el espíritu de los padres fundadores plasmado en su Acta de Independencia.
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