Por Abraham Gorostieta
Chetumal, Quintana Roo. Índice Político.- Algo que preocupa a los historiadores y arqueólogos mexicanos es que para la construcción del Tren Maya, al parecer, no se están tomando en cuenta los monumentos y zonas arqueológicas en el trayecto planeado del proyecto lopezobradorista.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) tiene inscritos mil 709 vestigios arqueológicos en la zona de la Península de Yucatán justo donde se hacen los trazos del Tren Maya. Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del INAH, en entrevista para agencia EFE, dijo que “hay desde pequeños caseríos mayas hasta estructuras más relevantes, cenotes, campos de desechos de cerámica”, en toda la ruta trazada por el tren.
El INAH entiende de la importancia que hay en un proyecto como el Tren Maya, así que ha decidido acompañar de lleno la construcción del proyecto ferroviario. La ruta afectaría lugares arqueológicos, entre ellos, 24 cenotes que se estima contienen vestigios arqueológicos en dónde se podrían encontrar vestigios de fauna del Pleistoceno, era geológica que se extiende aproximadamente de hace 2.6 millones a 11 mil 700 años.
El INAH planea realizar una investigación que abarque lo largo de 15 kilómetros a cada lado de la ruta del Tren Maya, lo cual les dará datos de diferentes épocas de la cultura maya y de muchos periodos antes de esta. Para obtener estos datos, se abarcarán margen que se vincularía con el espacio que necesitarían las “obras colaterales o inducidas” de la mencionada infraestructura, como estaciones, campamentos, caminos de acceso o instalaciones eléctricas.
De encontrar posibles restos se propondrán alternativas para su gestión, como la consolidación y preservación del vestigio bajo tierra, su integración en el espacio o el impedimento de cualquier actuación en el mismo, dependiendo de la relevancia patrimonial de lo hallado.
El gobierno del presidente López Obrador propone impulsar el desarrollo del sureste del país, el cual históricamente siempre ha estado en altos márgenes de pobreza, por ello el Tren Maya cobra especial relevancia, sin embargo, tanto ambientalistas como estudiosos de la Historia de México piden hacer esto con estudios e investigaciones de impacto ambiental, social y antropológico.
El proyecto contempla el tendido de más de mil 500 kilómetros de vías a través de los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, con una inversión prevista de unos 7 mil 389 millones de dólares, que incluirá fondos públicos y privados.
Actualmente en el trayecto que tiene contemplado el Tren Maya, en el Registro Público del INAH se tienen registrados hasta el momento mil 709 vestigios arqueológicos que se distribuyen en los estados de Yucatán (649), Campeche (481), Tabasco (295), Quintana Roo (142) y Chiapas (142).