• A retar a los dragones de China y Japón
• Peña Nieto, en busca de comercio justo
Un larguísimo camino, no sólo para llegar al Extremo Oriente, sino para lograr un equilibrio en las desventajosas relaciones comerciales de México con Japón y particularmente con la República Popular China, tendrá que recorrer Enrique Peña Nieto, a partir del miércoles 3 de abril. Pero más que nada, a hacer de México una economía realmente competitiva, sin lo cual nunca podrá dominar a los dragones.
Peña Nieto estará en el Oriente entre el 3 y el 10 de abril para platicar con el presidente chino, Xi Jinping, y con el primer ministro de Japón, Shinzō Abe, y participará en la Conferencia Anual 2013 del Foro Boao para Asía en Hong Kong, en un intento por retomar las buenas relaciones que, durante muchos años, México sostuvo particularmente con los chinos.
El balance del comercio con China es uno de los balances comerciales más desequilibrados del mundo. México registró un déficit de 51,215 millones de dólares con China en el 2012, un aumento interanual de 10.7%, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En el intercambio bilateral de 2012, las exportaciones mexicanas presentaron una caída de 4.1%, para ubicarse en 5,721 millones de dólares, al tiempo que las exportaciones chinas escalaron 9%, a 56,936 millones de dólares.
El saldo desfavorable con China se incrementó 125% en los últimos seis años, mientras la relación bilateral en este campo ha estado marcada por denuncias del gobierno federal y sectores empresariales contra prácticas desleales chinas, como dumping y subsidios prohibidos.
También la asimetría de esos flujos ocurre cuando en el 2012 China se convirtió en la primera potencia comercial del planeta, al sumar importaciones y exportaciones por 3 billones 870,000 millones de dólares, desplazando a Estados Unidos, con 3 billones 820,000 millones.
China lideró las exportaciones mundiales desde el 2009, mientras que Estados Unidos sigue siendo el mayor importador, pero no por mucho margen (1.8 contra 2.2 billones de dólares, respectivamente).
Pero la tarea de Peña Nieto no es de ninguna manera pan comido. Como lo advierte el investigador de la Universidad Anáhuac, a pesar de la revaluación del yuan, la tendencia en el comercio bilateral de México con China no cambiará mucho en los próximos años y será así hasta que no se incremente la competitividad de la economía mexicana”.
Con Japón las cosas no están a partir un piñón. Un reciente informe de la Delegación de la Secretaría de Economía en Japón presume de que las relaciones comerciales entre ese país y México continúan acrecentándose.
Sin embargo, el desbalance es notorio. En 2012, las ventas de México hacia Japón se incrementaron en 11.4% en relación con 2011, al alcanzar U$S 4,413 millones, mientras que las exportaciones de Japón a México llegaron a U$S 17,655 millones, lo que representa un 7% más que en el año anterior.
Hace casi una década, atrás, septiembre de 2004, el anuncio del establecimiento de un Acuerdo de Asociación Económica (AAE) entre ambos países había sido considerado un éxito y un paso intermedio para alcanzar el tratado de libre comercio. El acuerdo abrió la posibilidad de fomentar el libre flujo de bienes, personas, servicios y capitales entre estas naciones. Entonces, Japón se comprometió a liberar el 91% de los aranceles que aplica a México y, en contrapartida, México desgravó el 44% de las fracciones arancelarias al país asiático.
Japón, no sólo es la segunda economía más grande del mundo, sino que fue el país que permitió el ingreso del comercio mexicano en Asia. Este acuerdo ha sido parte de un conjunto de más de 10 convenios comerciales que México ha logrado negociar a lo largo de la última década.
fgomezmaza@analisisafondo.com