Columna del 2 de diciembre del 2019
A pesar de lo increíble que parezca, nuestras pifias operativas y administrativas nos ocasionan perder mucho más de dos terceras partes del agua dulce que utilizamos día a día. Ante tal atrocidad de proporciones dantescas, es nuestra obligación emprender medidas correctivas que nos salven de arruinar uno de los más valiosos recursos naturales, que además es imprescindible para la vida en el mundo.
Corregir fugas del agua entubada bajaría hasta un 50% del consumo total en nuestro país. Esta corrección además de bajar el costo de operación de los sistemas municipales y nacionales de manejo del agua, nos permitirá reducir la presión de las cuencas acuíferas de las que actualmente extraemos dicho liquido vital. Por ejemplo, según datos oficiales, la zona centro del país –zona valle de México-, esta explotando más del 140% de la cantidad de agua que la naturaleza pude recuperar diariamente. Con el simple hecho de corregir fugas, podríamos regresar a extraer al menos, una cantidad inferior a la que se puede recuperar de manera natural en dicha cuenca. Nada mal para los vecinos de Azcapotzaclo en CDMX quienes el fin de semana pasado se manifestaron bloqueando calles aledañas a la ex refinería de PEMEX por la falta de agua desde hace más de un mes según dijeron.
En el caso de la zona metropolitana de GDL, podríamos bajar el índice de presión de explotación que actualmente esta entre el 40 y el 70% a un nivel moderado inferior al 35% evitando que suceda lo que esta pasando en la capital de la República.
Para lograr estas mejoras permanentes, podríamos auxiliarnos de la tecnología moderna que basada en las Tecnologías de la Información (TI) y en la Inteligencia artificial (IA), nos ofrecen la posibilidad de detectar discrepancias entre las ondas y micro vibraciones emitidas por el flujo del agua en comparación con las que presenta una fuga incluso bajo tierra. Así es, una red de equipos montados a lo largo de las líneas de tubería podría decirnos con exactitud donde hay una fuga y de que tamaño es la misma a diferencia de lo que hoy debemos hacer, lo que es básicamente atender el problema ya que causo un gran daño visible en la superficie. Otra tecnología para la detección de fugas que fue presentada en Hong Kong y en USA por científicos del MIT, propone el uso de micro robots que se desplazarían libremente de manera permanente por dentro de tuberías de hasta 4 pulgadas de diámetro, medida muy común en las líneas de distribución de agua potable, detectando y señalando vía GPS, fugas incluso menores a 2 milímetros. Como dato coyuntural –por aquello del “Huachicol”-, esta misma tecnología podría ser aplicada para la detección de fugas o robo de combustible, de hecho dicha tecnología cibernética del MIT fue elaborada en conjunto con científicos de la Universidad del petróleo y los minerales de Arabia del Sur, por lo que además de haber sido probada en agua, también fue verificada para dar atención a los flujos de gasolina, petróleo y gas. Cabe mencionar que el uso de estas tecnologías es mucho más económico y eficiente que el de los sistemas tradicionales y evita daños innecesarios en la infraestructura del propio sistema y de pavimentos e infraestructura periférica así como disminuye riesgos y daños por cortes del servicio o accidentes.
La misma tecnología de radares de penetración y detectores de amplitud y longitud onda podría ayudarnos a sancionar y por ende inhibir las descargas de residuos impuros bajo una red de supervisión en las cercanías a zonas industriales y habitacionales. Hoy en día detectamos un contaminante en el agua ya que han pasado días, semanas o meses desde que este fue descargado de manera ilegal; con una red similar a la de detección de fugas, pero adaptada a la longitud de onda de los mínimos y máximos tolerables de contaminantes en cada zona, podríamos identificar de forma oportuna el origen y la calidad de los flujos líquidos que se vierten de manera ilegal en determinado momento, sancionando a los responsables y evitando que estas contaminaciones se propaguen por el resto de las cuencas; adicionalmente, la implementación de robots con IA permitiría limpiar y desazolvar zonas lacustres y marinas invadidas por contaminantes orgánicos e inorgánicos.
Como dijimos hace 8 días, más tres cuartas partes del agua que usamos, se regresa a los mantos y cuerpos acuíferos de la naturaleza sin haber sido debidamente tratada, lo que también contribuye de forma importante en la generación de infecciones y enfermedades a nivel mundial, afectando inclusive a los seres vivos dentro de los ríos, lagunas y mares, por lo que es imperativo atender de forma más eficiente la problemática aquí planteada.
Ambas tecnologías pueden trabajar de manera conjunta e incluso nos pueden ayudar a dar mantenimiento preventivo con lo que se podrían evitar como se ha dicho, otros muchos daños directos e indirectos como los que resultan de los accidentes en vías de agua potable, drenajes y tuberías de combustible o gas.
Las tecnologías de las que estoy hablando ya son una realidad, y en conjunto con otras inversiones en IA durante el 2018, generaron a nivel mundial ganancias superiores a los $10 mil millones de dólares a favor de las empresas del ramo, que en el 2019 se llegarán a ganar $35 mil millones de dólares manteniendo un crecimiento exponencial que alcanzaría en el 2022 la cifra de $79 mil millones de dólares, es decir casi el doble del total del monto que México por concepto del IVA recauda en un año; nada mal para un nicho de mercado de reciente creación en el que usted o el gobierno pueden buscar invertir, más aun, es una área de oportunidad en el que las universidades y las empresas están obligadas a participar si es que quieren mejorar sus posibilidades de éxito en un mercado global interconectado que exige disminuir los desperdicios y castiga los pifias. Ocultar con éxito nuestros despilfarros o basuras bajo el “tapete” o amparados en la excusa de la falta de información es cosa del pasado, hoy en día cualquier persona del mundo puede saber que la semana pasada las playas de Los Cabos BCS y de Tijuana BC fueron contaminadas con desechos del drenaje, afectando la imagen y los ingresos de dichas ciudades.
Hablando más de dinero, a nivel mundial las pérdidas por “agua no facturada”, es decir el agua que paso por un sistema de manejo pero no fue facturada porque se “perdió” en el camino tienen un valor aproximado de $40 mil millones de dólares y las empresas del ramo han gastado en este año más de $800 millones de dólares en sistemas de detección de fugas, estimando que dicha cifra suba hasta los $1,500 millones de dólares en los próximos años. Suena bien, ¿no?. En especial cuando la CONAGUA y el SIAPA podrían ahorrar hasta el 15% de su presupuesto de mantenimiento por detección y prevención de fugas, sumando este ahorro al dinero que generarían por facturar lo que realmente producen y bombean.
Además del ahorro por reducir fugas, el disminuir desperdicios de alimentos bajaría cuando menos otro 24 % del consumo total de agua en nuestro país, para esto nuevamente la IA nos ofece una herramienta que permitirá analizar en tiempo real el estado de los alimentos en los supermercados, en las cocinas de los restaurantes y en nuestro refrigerador y en los basureros de cada uno de esos lugares, procesando la información para saber cuál es el consumo efectivo de determinados artículos perecederos, buscando tener a la mano lo que realmente se consume, disminuyendo pérdidas en hogares e industrias y proyectando el uso de los desperdicios en compostas, fertilizantes y otros artículos de uso post mercado y post consumo.
Lamentablemente para muchos y afortunadamente para los emprendedores, este fenómeno de modernización esta llegando a “cuenta gotas” a los modelos de operación de agua y de alimentos del mundo, lo que abre a quien así lo desee, la oportunidad de ser un innovador y promotor de las tecnologías para el mejor manejo y aprovechamiento del agua en el mundo.
Las fuentes tradicionales de agua vs fuentes alternativas como desalinizadoras de agua marina y deshumificadoras que producen agua del aire en el desierto lo que nos recuerdan el milagro del Éxodo bíblico, son también temas válidos en la era en la que se nos informa que en menos de 30 años colapsará nuestro modelo de desarrollo debido a que no habrá agua dulce para las actividades del mundo moderno. Para ambos temas, es necesario entender que no debemos pedir más agua sin mejorar nuestras prácticas de manejo y consumo actuales. ¿De qué sirve desalinizar?, si de todos modos vamos a tirar vía fugas más del 50% de lo que generemos. ¿De qué sirve desalinizar?, si aún no sabemos en México qué hacer con nuestras salmueras residuales. ¿De qué sirve sacar agua del aire en el desierto?, si destinaríamos el 70% de la misma para producir alimentos que terminarán putrefactos en algún basurero antes de llegar a un plato.
Como con los minerales, como con los otros alimentos, basado en estos datos puedo asegurar que hay agua suficiente, pero como los demás bienes, que esta muy mal administrada. Claro que podemos poner plantas desalinizadoras en la península de BC como lo están haciendo con mucho éxito en Arabia de Saudita o en Kuwait, pero antes debiéramos aprender a cuidar los desperdicios institucionales y particulares que suman más de 2 terceras partes de lo que hoy manejamos. Claro que debemos tratar de poner plantas en los desiertos del centro y norte del país, que generen agua a partir de la humedad contenida en el aire como lo están haciendo en Israel, pero antes debemos aprender a tratar y reutilizar millones de litros de H2O que son contaminados por malas practicas o por mezclarlos con residuos químicos orgánicos o inorgánicos en nuestros ríos, lagunas y mantos friáticos.
Si el SIAPA en Jal, la CONAGUA y los organismos de manejo y operación de agua del país se ponen a trabajar como Dios manda, podríamos ahorrar cuando menos 65% de su presupuesto de operación y mantenimiento, recursos multimillonarios en especial en una administración que está moralmente obligada a resolver los grandes retos que heredó, pero que ya le son propios al haber ajustado su primer año al frente de la administración Pública Federal, esto sin mencionar el compromiso que a su vez debiesen tener las entidades y municipios por administrar de mejor manera la distribución directa del vital liquido a los usuarios finales en hogares, empresas y hospitales.
La “buena” noticia es que si usted y nosotros no hacemos o no queremos hacer algo por manejar, reciclar y tratar el agua de una manera mucho más eficiente, pronto nos tendremos que ir a un lugar en donde podría haber mucha y aún no sin usado. Nos referimos a EUROPA, pero no a la continental, sino a la luna del planeta Júpiter, en donde ya desde hace algunos años los científicos de la NASA habían detectado capas de hielo, lo que ahora se complementa con información reciente sobre vapor de agua que al condensarse podría estar formando ríos y lagunas en dicho astro vecino. Según dicha fuente, la “Europa” estelar, tiene además Cloruro de Sodio (Sal de mesa), lo que sugiere que hay una especie de mar salino que podría ser parecido al nuestro. ¡Que emocionante!
Le comparto mi opinión, usted juzgue y genere sus propias conclusiones.
Agradezco a usted que hace el favor de leerme y a este medio que me da la oportunidad de llegar hasta su persona.
Para cualquier comentario sobre la presente agradezco me contacte a columnadeopionionjlpb@gmail.com.
Dios nos bendiga, que es lo mejor que uno puede desear.