Ante la amenaza que representa el coronavirus, en México existe una subcultura de la automedicación que constituye un serio riesgo de que agrave la mortalidad de este flagelo epidémico.
Redacción NoticiasMX.- Numerosas y calificadas voces alrededor del mundo, están pronunciándose en los últimos días por hacer llegar al sedimento de la estructura social, la importancia de acudir al médico de inmediato y evitar la automedicación, una vez que se presenten los primeros síntmas de la llamada “Neumonía de Wuhan”, que es la presentación más crítica de los efectos de la nueva cepa de coronavirus llamada Covid-19, que ha cobrado en los últimos días más de 5 mil muertes y tiene postrados en el malestar, a cientos de miles de seres humanos a lo largo del planeta.
Y es que, en un país como el nuestro, con notable influencia de la cultura estadounidense, que se educa preponderantemente por los medios masivos y no por los libros, como sí sucede en Europa y Asia, la sociedad es proclive a reconocer en la publicidad a su mejor consejero de salud y de patrones de consumo.
Por lo que puede ser sugestionado y hasta instruido el consumidor mexicano, por mensajes publicitarios comerciales para su propia prescripción de un arsenal médico que es inadecuado para curar su enfermedad.
Por décadas, los medicamentos llamados “de patente”, igual que en los Estados Unidos -que no en Europa ni en Asia-, estuvieron liberados para la difusión de sus efectos a través de la publicidad comercial en radio, televisión y medios impresos, a través de nombres atractivos y que han logrado formar parte de la historia de la crónica urbana de este país:
Mejoralito, Vitacilina, Sal de Uvas Picot, Pomada de la Campana (que aunque es un producto tradicional estadounidense, aquí es un referente), Vick´s VapoRub, Aspirina (aunque alemana, de Bayer) y hasta la solución para los piojos en los niños, HerrKlin, han sido a lo largo de las décadas, más que productos comerciales o farmacéuticos, auténticos conceptos-remedio al alcance de cualquiera que pudiera ir al cine en la época de oro, oir la radio, comprar el periódico, ver el noticiero de Zabludovsky años después en la televisión o más recientemente en el propio internet.
Se forjó pues a lo largo del tiempo, la cultura de la automedicación, porque el comercial hecho con todos los requerimientos de producción, en la voz de un Pedro Ferríz Santa Cruz, diciendo “Compre Usted Vitacilina,…¡Ah qué buena medicina!”, escuchado por la adolescente que llegó a la Ciudad de México en los cuarentas del siglo pasado o el anuncio de la Sal de Uvas Picot, “El remedio que alivia”, que servía también para todo, escuchado por el conductor de un ruletero “cocodrilo”, también llegado al DF desde la provincia algunos años atrás, pues le dabn la certeza de tomarse la “sal de uvas” casi después de cada comida, al menor indicio de malestar gástrico… o de lo que fuera. Igual a la muchacha que trabajaba de doméstica, de untarse la vitacilina aunque no se hubiera quemado o ampollado, smplemente para “las dolencias nocturnas”.
La gente compraba, en la ignorancia y ante la ausencia notable y riesgosa de la mínima especificación médica, gracias al poder de la publicidad y a la ausencia de normas en la materia.
Se transmitió por generaciones esa subcultura de automedicación hasta llegar a nuestros días.
La gente no iba al médico -y no va-, sino hasta ya tener sintomatología de enfermedad y muchas veces agravada.
Esto es alentado por la deficiente atención que se le da a la pobalción -cuando es derechohabiente- en organismos públicos. Donde cuando no hay medicamentos básicos, mínimos, el tiempo de espera para cualquier procedimiento o consulta specializada, desmotivan a cualquiera.
Las recomendaciones ante esta reciente y calamitosa epidemia del coronavirus de rreconocidos expertos, en medicina como en situaciones de crisis colectiva y emergencias, son las siguientes:
Olivier Verán, Ministro de Salud de Francia, afirmó durante el fin de semana que los antiinflamatorios (como el Ibuprofeno) podrían empeorar los cuadros de Covid-19, generados por el Coronavirus.
El gobierno francés, por conducto de su Ministro, quien es además es un reconocido científico de la salud a nivel mundial, advierte riesgos del Ibuprofeno ante el coronavirus; ese medicamento que en México asombrosamente se vende todavía sin prescripción médica: “Podría ser un factor que agrave la infección”, dice el Gobierno de la República de Francia, tierra de Louis Pasteur, entre otras luminarias de la historia de la medicina y la ciencia moderna.
Del mismo modo está recomendando afrontar la fiebre con Paracetamol.
Según informó el medio británico The Guardian, las autoridades francesas han indicado que el consumo de estos medicamentos disminuyen las respuesta del sistema inmunitario, por lo que las personas deberían optar por el Paracetamol, pero en estado puro, no combinado, que atacar la fiebre o el malestar con otros medicamentos como la Cortisona, por ejemplo.
Olivier Verán afirmó: “La ingesta de antiinflamatorios (ibuprofeno, cortisona, etc) podría ser un factor que agrava la infección”.
“En caso de fiebre, tome Paracetamol. Si ya está tomando medicamentos antiinflamatorios, consulte a su médico”, agregó el Ministro de Salud francés.
El caso más reciente de agravamiento de los casos de infecciones del virus Covid-19 en Ialia y en España, se debió en buena medida, no sólo a la actuación de la estrategia gubernamental, sino a la inocencia con la que actuaron los pacientes afectados, minimizando la infección y confundiéndola con un simple resfriado, sin acudir al médico, por desconocimiento de los síntomas y/o del riesgo. La que murió fue gente adulta mayor, acostumbrada a curarse los catarros con medicamentos convencionales y al alcance del comercio sin restricciones médicas.
Reiteró el Ministerio de Salud francés a la población del mundo, su llamado a “no tomar Ibuprofeno, Motrin, Advil y Aspirina para síntomas de gripe o de fiebre”, enfatizó el científico y funcionario para The Guardian.
“En Italia y Francia hemos descubierto que personas que fallecieron por Covid-19, tomaron Ibuprofeno (…) y esto ocasionó que el virus se potenciara 5 o más veces”, acotó Olivier Verán.
Hizo un atento lllamado a evitar la automedicacion, a divulgar esto y a cuidarse.
Recomendó además de acudir al médico a la mínima sospecha de tener síntmas de la epidemia del coronavirus, consumir mucha agua y con frecuencia y, simultáneamente, tratar de retornar a los remedios caseros tradicionales mexicanos para las enfermedades respiratorias, a base de
ajo, gengibre, propoleo y las plantas aromáticas (menta, melisa, toronjil, romero... etcétera.
Por último lanzó la recomendación de que no se debe tomar sin prescripción para estos casos de coronavirus, en caso de tener los síntomas, ninguna clase de antiinflamatorio ni de analgésico que contenga Tramadol, los cuales son:
1)Ibuprofeno (incluye Espidifen, Neobrufen , Algiasdin, Saetil, (Dalsy,Algidrin y Junifen en niños).
2)Naproxeno (incluye Antalgin, Naprosin, Lundiran , Momen).
3)Dexketoprofeno (incluye Enantyum, Adolquir, Ketesse, Quiralam y Zaldiar).
4) Y otras fórmulas más como Adolonta, Capdol, Captor, Clanderon, Dolpar, Enaplus, Geotradol, Paxiflas, Pazital, Tioner, Tracimol, Tradonal, Zaldiar y Zitram.
Dado que los antiinflamatorios producen problemas respiratorios y añadidos a los del coronavirus, se puede producir un cuadro muy grave, dijo el funcionario francés.
hch