Guillermo Portugal Vela
En memoria de Samir Flores Soberanes, activista morelense
En base a la 4ª. Transformación (4T) “no es anticapitalista pero sí antineoliberal” el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es definido como centralista-reformista y de un liderazgo presidencial híbrido autocràtico-democràtico, en este sentido las políticas públicas son determinadas por dos fuerzas interdependientes por una parte los poderes fácticos, que es el sector de la sociedad “al margen de las instituciones políticas que ejercen sobre aquella una gran influencia, basada en su capacidad de presión”, como la banca, la Iglesia, los medios de comunicación, las grandes empresas nacionales y transnacionales; y la parte del Estado que comprende a la población, el territorio, el gobierno y la soberanía nacional; en este contexto se inscriben las políticas reformistas de la 4T que intentan cambiar y dar respuesta al impacto lesivo del modelo neoliberal.
Relativo a las conferencias mañaneras del 2020, el presidente López Obrador destacó en una docena de veces la utilización de expresiones (con visos de arrogancia) como “no es por presumir, pero en el peor momento contamos con el mejor gobierno”, “como anillo al dedo” o el reiterado “yo tengo otros datos”; enunciados que causaron polémica en tres grupos: los intelectuales orgánicos fifís que están en oposición a la 4T sobresaliendo Héctor Aguilar Camín y Enrique Krause; también los intelectuales orgánicos chairos que son los reformistas que retroalimentan a la 4T y que son incondicionales a “ya sabes quién” los referidos a John M. Ackerman y Paco Ignacio Taibo; y los que el presidente ni los oye y ni los ve que es la corriente de la izquierda social donde se distingue por ejemplo Efraín Arteaga Domínguez académico y activista de Mazapil Zacatecas y cuya corriente propone al Estado realizar los cambios estructurales que reorienten una distribución equitativa del ingreso para reducir la desigualdad social y con ello permitir a los más vulnerables acceder a un trabajo digno que los beneficie de los medios de vida sustentables.
Abundando, los medios de comunicación que cubren la nota presidencial dejaron la práctica del chayote porque fueron desplumados por la austeridad republicana en relación de sus percepciones económicas que recibían, sin embargo, situación que no fue extensiva en el rubro de la publicidad oficial, como fue el caso del gasto oligopólico de alta concentración de empresas de medios del año 2019, el cual correspondió a un universo de 564 empresas y un monto total anual de 3,245.595 millones de pesos y siendo su desagregación siguiente: Primero la que privilegió a tres de los medios más influyentes como el Grupo Televisa, Estudios Azteca y La Jornada, que en conjunto obtuvieron un 30 por ciento del gasto y que equivalen a un monto total de 958.790 millones de pesos; Segundo donde figuraron 17 empresas de medios con el 36 por ciento del gasto y un monto de 1,168.338 millones de pesos; y Tercero el resto (una mayoría) conformada por 544 empresas que obtuvo un 34 por ciento del gasto y del cual equivale el monto de 1,118.467 millones de pesos. (Fuente: publicidad oficial 2019, Ciudadanos en Red, 3 de julio de 2020).
Asimismo, se sugiere corregir el formato de las mañaneras para ser mesurados en el uso de adjetivos para no denostar y en cambio utilizar una retórica asertiva y con ello evitar dislates o exabruptos, por lo cual se eliminarían cuestionamientos estériles y en su lugar análisis propositivos y constructivos. Las declaraciones del hombre de Macuspana y el primer círculo del gabinete deberán transcender el sesgo mediático y la verborrea burocrática y partidista.
Asunto que obliga a reconocer (por ejemplo) que derivado a la profundización de la crisis económica y sanitaria del país sería conveniente refuncionalizar la 4T y así priorizar e innovar, corregir los planes, programas y estrategias de las políticas públicas.
Del considerando anterior implica, para el caso de los megaproyectos insignia como el Tren Maya, Aeropuerto Santa Lucia, El Corredor Interoceánico de Tehuantepec, Proyecto Integral de Morelos y Refinería Dos Bocas; realizar una evaluación ex-ante sobre lo técnico, económico y social y con ello en base a los resultados tomar las decisiones conducentes de continuar, posponer o cancelar los citados megaproyectos.
También se señala como aproximación del diagnóstico donde se ubicarán los citados megaproyectos y la circunstancia en que se encuentran los mismos (en el sur y sureste del país) que son las regiones de mayor subdesarrollo y menor producción del país. La conjunción de factores negativos y los rasgos que presentan explican la dimensión de la complejidad situacional de los territorios bajo los siguientes datos: Informalidad del trabajo muy alto al resto de la economía; servicios financieros y acceso muy limitados; pocos trabajadores profesionistas y los existentes con bajas o nulas habilidades técnicas; baja rentabilidad de los pequeños productores; población muy dispersa y elevados costos de transporte; significativa población en la línea de pobreza extrema por ingresos; poca preparación educativa y conflictos agrarios. Y como contraparte se tienen fortalezas y oportunidades, con alto potencial de recursos naturales, costumbres y creencias tradicionales arraigadas, factibilidad de crear negocios agroecológicos en los territorios y la posibilidad de que los habitantes al participar en las distintas cadenas productivas tengan menores intermediarios y a su vez que dichos procesos de la economía local y regional pueda ser implementadas en el corto plazo.
Reforzando los cambios de los contenidos de la narrativa política se hace hincapié sobre la inserción de la población objetivo en las distintas redes de valor (producción, industrialización, comercialización y servicios de los productos) con objeto de alcanzar los beneficios previstos y por tanto lograr la sustentabilidad y el desarrollo regional. Por otra parte derivado a las elecciones intermedias en puerta, es necesario aumentar la apertura democrática por lo que se deberá considerar el impacto y potencialidad de los usuarios de internet interesados en temas electorales “que usan una red social a través de cualquier dispositivo al menos una vez al mes”; mismos que alcanzaran para mediados de este año los 84.4 millones del número de usuarios de estas redes sociales (Fuente: Statista Content & Desing, julio de 2020); por lo que un cálculo conservador sitúa que dichos usuarios representan un 25 por ciento del total de los mismos, o sea el equivalente a 21.1 millones de personas.
Conclusión, construir en la narrativa un cambio que permita una pluralidad política condicionada a no denostar con quien se discrepa y de tener un piso parejo en el debate, por lo que el Estado deberá poner en perspectiva los problemas de interés con un enfoque objetivo; asumiendo que la democracia y la libertad guíen con horizontalidad los diagnósticos y el cómo para resolver los problemas de la agenda política nacional.