¿De dónde nació esa idea?, ¿quién los organizó?, se preguntarán …hasta los propios “morenistas”. Nacieron de las entrañas mismas, del olvido de los políticos, sobre la gente que vive en el campo. Les ha importado muy poco o casi nada, las limitaciones socioeconómicas en que vive la gente del medio rural. Acuden a ellos solo cuando necesitan votos para ganar una campaña política, y después -como en todos lados-, se olvidan de ellos. Lo comprueba la realidad, cuando toman posesión de sus cargos y las obras públicas las realizan en la ciudad, cabecera estatal y municipal; olvidando las necesidades y compromisos con las rancherías, que por siglos han dejado rezagadas.
Todo nació allá por el año 1986, cuando el que escribe esta nota -después de haber estudiado economía en la UNAM y maestría en planeación urbana y regional en las universidades de Colorado y del Sur de California en USA-, organizó en su comunidad rural de origen “Atecucario” del municipio de Zamora Michoacán un grupo de jóvenes profesionistas -de los cuales tres son sus hermanos-, para emprender un cambio sorprendente: “de abajo hacia arriba”, aun, antes de que naciera públicamente la Cuarta Transformación (4T) emprendida por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Después de lograr la aprobación de las autoridades locales y de la comunidad en general, los profesionistas emprendieron acciones para hacer gestiones ante las autoridades municipales y federales. Se organizaron por áreas de profesión y lugar de residencia, de tal manera que, los que vivían en Zamora tramitarían los asuntos con las autoridades municipales; y los que vivían en Morelia, los que les correspondían; al igual que los que vivían en la Ciudad de México.
Su política de trabajo consistió en que: nadie suplantaría las funciones de las autoridades locales; no cobrarían por ningún servicio otorgado a la comunidad; no pertenecerían a ningún partido político ni grupo religioso. Lo que sí se permitieron fue, gestionar algún trabajo o la instalación de un negocio personal.
Después de siete años de trabajo, lograron el sueño de contribuir con algo, en el desarrollo socioeconómico de su comunidad, al haber gestionado la construcción de: un sistema de agua potable, la instalación del sistema de telefonía pública y privada, así como una clínica rural. Están orgullosos de lo que hicieron y quisieran que se replicara esa experiencia en otras partes del país, para lo cual están dispuestos a colaborar.
Los jóvenes profesionistas de origen rural hoy tienen la gran oportunidad de acompañar a la 4T a extenderse en las comunidades rurales y contribuir en el mejoramiento de las condiciones de vida en el campo, haciendo pequeñas obras de infraestructura, como: empedrar o pavimentar calles, mejorar la carretera de acceso a la comunidad, construcción de sistemas de agua potable y alcantarillado, alumbrado público, mejorar la escuela y clínica rural, construir un mercado, etc.
Para los lectores que estén interesados en conocer mayores detalles sobre esta historia, se les invita a leer la novela “La casa de las golondrinas”, editorial Yo Publico, próxima a publicarse.