Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del Distrito Federal (DF) –y otros más–, debería de entender que la seguridad de quienes se gobierna, no siempre se garantiza con el despliegue abrumador de recursos humanos y técnicos. Tal vez, lo que sucede de tal modo, es que la inseguridad se palpa de manera directa y se anota en la mente que la integridad y la vida siempre están en vilo.
Mancera equivoca el camino al declarar que la seguridad de quienes visitan la internacionalmente conocida Zona Rosa, en la delegación Cuauhtémoc, está garantizada con los helicópteros que monitorean el lugar y con el despliegue de un equipo de hombres y mujeres en el lugar, con los que de acuerdo a la lógica de Mancera se endosa al lugar seguridad.
No se entiende como se acredita la confianza de disfrute sin peligro en un lugar en donde hace tres semanas desaparecieron 12 jóvenes y que ante la denuncia y demanda de familiares por dar con su paradero, ni autoridades de justicia de orden federal y dependientes del gobierno de Mancera, hayan logrado aún dar pistas certeras de en qué lugar y cómo pudieran encontrarse las personas sustraídas de manera dirigida del bar Heaven, de acuerdo a los videos que documentan el hecho.
El desplazamiento de fuerzas del orden en una zona insegura no garantiza de ninguna forma lo opuesto y sí abona a denotar cuán peligroso puede ser el terreno que se pisa.
Sólo habría que recordar cuanta incertidumbre se experimenta al momento que pasa una patrulla de policías o elementos de la Armada o un convoy de los mismos a nuestro lado. No es precisamente confianza y cobijo.
La paz y la seguridad no la aportan con la presencia física abrumadora de elementos policiacos o del Ejército, sino con oportunidades de educación, de empleo, de esparcimiento y una remuneración económica decorosa.
Tampoco cesar a funcionarios que no han dado respuestas a las demandas de los familiares que reclaman conocer el paradero de los desaparecidos, regresa la certidumbre y la confianza por un lugar seguro.
Mancera deja en claro que lo único que tiene para los capitalinos en materia de seguridad son declaraciones y discursos mediáticos, porque carece de estrategia y planes emergentes.
Acta Divina… Renunció Carlos Trujillo Fuentes, a la titularidad del Centro de Apoyo a Persona Extraviadas o Ausentes (CAPEA) de la Procuraduría General de Justicia del DF, y ya han pasado 23 días de la desaparición de 12 jóvenes del bar Heaven de la Zona Rosa.
Para advertir… Cuando al presidente Enrique Peña Nieto le hablan en un idioma distinto al español, se muestra nerviso y le falta aplomo. La verdad, no tendría por qué.