Aquí en Congreso
Por José Antonio Chávez
Apenas el arranque de la semana el líder de Morena, Mario Delgado sorpresivamente anunció la adhesión del Partido Verde a su candidato Armando Guadiana en Coahuila.
Para dar fe, a su lado flanqueado por la líder nacional del Verde, Karen Quiroga y el coordinador de los senadores de ese partido, Manuel Velazco que hoy ha sido reconocido como la quinta corcholata.
Bueno, después de ese anunció ahí hubo un rebelde que no aceptó la imposición, es el candidato del verde al gobierno de Coahuila, Lenin Ramírez que anunció seguirá su campaña y con sus seguidores para votar por ese partido y sus aliados, que no declinará a favor de Guadiana.
En menos de 48 horas y de nueva cuenta Mario Delgado se apersonó para hacer la misma jugada, pero ahora por el PT.
También a su lado estaba el líder y dueño de ese partido, Alberto Anaya para dar fe que el PT declinaba a favor del candidato de Morena, Armando Guadiana.
Y de nueva cuenta se repitió la misma escena de Lenin tras el anuncio del Partido Verde, Ricardo Mejía, candidato del PT también se rebeló a esa imposición y no se bajará de esa candidatura, al contrario, cerrará con todo este miércoles -último día para hacer campaña- para fortalecer a sus simpatizantes y militantes para que conserven su voto a su favor.
Que el tigre es el candidato del pueblo, que el tigre está más firme que nunca, tuiteo después de conocer el anuncio.
Tal vez tenga razón el senador con licencia y candidato de Morena, Armando Guadiana al señalar que el apoyo del PT le llegó tarde.
Saben, él y los de Morena que las boletas están marcadas con esos candidatos, Lenin por el Verde y Mejía por el PT, difícilmente se podrá revertir esos votos a su favor, pues la contabilidad será individual.
Sin embargo, Mario Delgado con ese anunció de jalar a esas dos fuerzas políticas de las llamadas chiquilladas, prácticamente hizo su trabajo, encomendado, naturalmente por el que manda en Palacio Nacional.
Fue ese llamado del Presidente que pedía al PT y al Verde que se sumaran a Guadiana para lograr avanzar en la cuarta transformación.
Al final del día, el hecho que Mario Delgado haya logrado convencer, aunque hay sido por el método que haya sido, no les garantiza que Guadiana logre el triunfo, al menos con los porcentajes que registran sumarían, si fueran en común acuerdo a votar por el de Morena, un 42 por ciento contra el 53 por ciento del priista y sus aliados del PAN y PRD, Manolo Jiménez.
Los ganones sin duda son sus dirigencias de los partidos Verde y PT o sus propietarios que con esta declinación aseguran la alianza a la Presidencia de México, el Congreso de la Unión, con 500 diputados y 128 senadores y las nueve gubernaturas, amén d ellos municipios y Congresos locales.
Gana también Mario delgado y el Presidente porque, con esta acción mostraron quien manda en esa alianza, es decir el mensaje es que esas marcas le pertenecen al que manda en Palacio Nacional y no a los candidatos rebeldes.
Además, evita que se intenten aliarse con sus adversarios del PRI, PAN y PRD, mientras que Morena quiere, como un segundo paso, también convencer a Movimiento Ciudadano de Dante Delgado para mermarle los posibles 7 por ciento a la oposición.
El 2024 está en puerta y el próximo lunes Mario Delgado ondeará la bandera de cuadros para que las corcholatas comiencen su carrera rumbo a la Presidencia de México.
Las reglas, que es lo que esperan Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, es lo de menos, en cambio, muy quitados de la pena los consentidos Claudia Sheinbaum y Adán Augusto que ni se preocupan ni se acongojan, sino todo lo contrario.