Eduardo Sadot
Desde que Alejandro dejó la gubernatura de Campeche para ser presidente del PRI, sacrificando su periodo de gobernador, muchos se preguntaron por qué habría de dejar una posición privilegiada y de servicio a su Estado por la presidencia de su Partido. Más, cuando muchos decían y algunos dicen que el PRI está en franca carrera a su extinción.
Las respuestas han aflorado poco a poco, muchas de esas respuestas las ha proporcionado MORENA, el partido heredero circunstancial del PRI y ha consolidado al PRI como adversario preferido del gobierno actual.
Duele que Moreno Cárdenas haya consolidado la alianza de PRI, PAN y PRD, les duele que se haya formado una candidata competitiva pero que nunca comprendió la fuerza que aún conservó el PRI. Y temen que solo Alito consolide una fuerza capaz de demostrar y revertir el fraude electoral con manipulación evidente de urnas.
La campaña de MORENA se basó – siguiendo el manual de la estrategia de Goebbels el propagandista del nazismo de Hitler – en fijar en la mente de los electores un enemigo en común que les impulsara a salir a votar y, ese enemigo fue el PRI, igual que los nazis tuvieron a los judíos, MORENA concentro su odio y fuerza en contra de la clase política priísta, la estrategia incluyó la cancelación del aeropuerto más importante y moderno del mundo para su momento construido por gobiernos priístas, en su momento al gobierno de Peña Nieto le faltó utilizar la misma estrategia propagandista para defender al aeropuerto, el hubiera no existe, pero si hubieran publicitado imágenes de los hoy diez mejores aeropuertos del mundo: el de Qatar, Singapur; Seúl, el de Tokio Haeda, Tokio
Narita, Charles de Gaulle, Dubai, Munich, Zurich y Estambul, aunque nosotros consideraríamos también al de Lyon en Francia.
Si los mexicanos hubiesen tenido las imágenes de los mejores aeropuertos del mundo y compararan el proyecto del NAIM que se estaba construyendo, los mismos mexicanos habrían defendido su aeropuerto, pero en el gobierno de Peña también tuvieron oídos sordos y el presidente Peña solo tenía oídos para Videgaray.
Alejandro Moreno tuvo la visión de que el PRI entraría en una debacle y entendió que debía tener al frente a alguien que no tuviera cola que le pisen y que estuviera preparado para hacer frente a los embates de la autollamada 4T, eso le costó y le ha costado cosechar el odio y la venganza de obrador, intentaron desbaratarlo, calumniarlo, encarcelarlo, acusarlo de todo y hasta de lo que aún no sucede y el fuego amigo quiso aprovechar el momento para – como sucede en los grandes naufragios – las miserias humanas afloran buscando culpables en quien descargar sus culpas o la ira de la frustración, eso precisamente el fuego amigo han querido hacer con Alejandro Moreno.
Recientemente el odio del expriista y expresidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Puebla, quien traicionara al presidente Municipal de Puebla entonces José Enrique Doger Guerrero, y a su propio partido de entonces el PRI, los morenistas de hoy no siempre cuentan entre sus virtudes la lealtad, más bien la traición es su carta de presentación. Y no es una buena carta, por el contrario, es una maca que les distingue.
Mier ha amenazado con desaforar al senador Alejandro (Alito) Moreno confiado en la mayoría que lograron en el senado a fuerza de traiciones, amenazas y chantajes, lo que no ha funcionado contra Moreno Cárdenas, pero si lo hicieran lo harían mártir y en esa ruta seguramente desde ahí llegaría a la presidencia de la república, pero la neuronita de Mier no le alcanza para comprenderlo, al tiempo, porque nada hasta hoy le han demostrado a Alejandro Moreno y miren que lo han intentado todo, si lo desafueran evidenciarían que solo con mañas y calumnias intentarían destruir al PRI y a su líder y eso sería una ola que se revierte.
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