Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
La poesía de Vicente Huidobro vuelve a circular con sus palabras que fueron escritas hace más de cien años para deslumbrar a la literatura en América y en Europa con una propuesta vanguardista: el creacionismo.
El rescate de Huidobro se debe a la inquietud de Larry Mejía, escritor y artista colombiano, quien propuso reimprimir Las pagodas ocultas. Salmos, poemas en prosa, ensayos y parábolas, libro dado a conocer en 1914. La Fundación Vicente Huidobro mostró interés, la editorial Vanilla Planifolia, a través de Rodrigo Fernández de Gortari, apoyó la idea para publicarla en su colección Los Insospechables y se sumaron al proyecto coeditor Infinito & Medio, de Colombia, la Secretaría de Relaciones Exteriores, Diplomacia Cultural Mexicana y la Editorial de la Universidad Veracruzana. Todo un conjunto de instancias internacionales para dar nuevo aire a la poesía del chileno.
Vicente Huidobro nació en Santiago de Chile en 1893 y falleció en la Cartagena chilena en 1948. Junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Pablo de Rokha, es considerado uno de los cuatro grandes poetas chilenos.
Sobre Huidobro, Octavio Paz escribió: “Su lenguaje era internacional (esa era una de sus limitaciones) y más visual que hablado. No el idioma de una tierra, sino de un espacio aéreo, idioma de aviador; las palabras son paracaídas que se abren en pleno. Antes de tocar tierra, estallan y se disuelven en explosiones coloridas”.
Vicente Huidobro nació en una familia sin problemas económicos, su padre fue heredero del marquesado de Casa Real y se dedicó a la política y a la banca, su madre fue de las primeras feministas del siglo XX y organizaba veladas literarias. Eso le facilitó estar en las mejores escuelas y pasar algún tiempo en Europa donde conoció a Max Jacob, Tristán Tzara, Ramón Gómez de la Serna, Pierre Reverdy y Pablo Picasso, entre otros que, sin duda, tuvieron gran influencia en su formación.
Sus inquietudes centradas en la literatura las canalizó en la revista Musa joven que fundó y dirigió. En 1914, a los 21 años, publicó Las pagodas ocultas en la Imprenta Universitaria, 110 años después, los salmos, poemas en prosa, ensayos y parábolas vuelven a ser acogidos bajo un sello universitario, ahora de la UV.
El vertiginoso cambio de siglo de XIX al XX con sus innovaciones tecnológicas que desarrollaron nuevas industrias y formas de acumular capital, así como rebeliones de los oprimidos y corrientes filosóficas-políticas que señalaron las desigualdades e injusticias, formaron a la vez movimientos culturales de vanguardia como el creacionismo que cultivó Vicente Huidobro.
El creacionismo cuidó la estética en la palabra, la independencia respecto a otras corrientes creó nuevas imágenes literarias simbólicas y sugerentes e incluso experimentó en la creación de nuevas palabras como se puede constatar en el poema Altazor o viaje en paracaídas, publicado en Madrid en 1931.
Las pagodas ocultas nos presentan a un joven poeta que se maravilla del planeta, que entiende la profundidad de los sentimientos humanos, que le canta y alaba a la vida, su religión. Sus cuestionamientos ante las desigualdades existentes lo llevan a abanderar causas sociales, a jugar con parábolas. Sus sentires sobre el amor y la amistad los refleja en poemas en prosa y su querencia por la belleza de la naturaleza a crear salmos.
Aquí unos ejemplos:
“Las almas son Pagodas Ocultas y misteriosas cuya soledad está llena de mundos y tiene extrañas resonancias”
“Árbol, mi espíritu te ama porque tú eres, como mi espíritu, un sondeador infatigable; porque, como él, amas todo lo profundo: sondeas con tus raíces las profundidades de la tierra y sondeas con tus ramas las profundidades del cielo”.
“Yo te amo ¡Oh Río!, porque traes en tus aguas la visión de las grutas misteriosas, los secretos de las cavernas, la inquietud de la cascadas y la serenidad de las cumbres”.
“La Montaña se levanta a lo lejos como un cáliz en el instante del ofrecimiento supremo”.
“¡Cuán maravilloso eres, Oh Padre Fuego!/ Eres un espíritu en tortura y tienes las intuiciones de un místico…/ eres el purificador de todo, pero tu espíritu está siempre en el momento de las grandes pasiones”.
“Amada, cuando sonríes es como si deshojaras flores sobre mi corazón. En tus sonrisas cantan todas las virtudes y juegan como niños todas las purezas”.
“Querido Sebastián, no olvides esta parábola y nunca busques nada fuera de ti mismo. Muchas veces he visto tu alma en espera de Dios. Dios es ella misma, eres tú mismo. No lo busques en otra parte”.
“Madre, cuando hablas se abren puertas luminosas en el infinito./ Bendita seas, porque tú recorres la vida como una dulce sombra tras de tu espíritu vigoroso./ Madre, ante mis ojos te presentas nimbada por el halo de lo extraordinario”.
“Cuando yo sea viejo…Mi yo de ahora se habrá quedado en el camino y seré otro yo diferente siendo el mismo”.
En el colofón, como homenaje al creacionismo de Vicente Huidobro, se publica su epitafio, algo nada común en los libros: “Abrid la tumba. Al fondo de esta tumba se ve el mar”.
Las pagodas ocultas. Salmos, poemas en prosa, ensayos y parábolas, de Vicente Huidobro es una coedición de Vanillaplanifolia en su colección Los Insospechables, la Fondation Jam Michalski, la Fundación Vicente Huidobro, Infinito & Medio, la Secretaría de Relaciones Exteriores, Diplomacia Cultural Mexicana y la Editorial de la Universidad Veracruzana, 139 páginas, 2024. Para adquirir este libro consulta:
https://libreria.uv.mx/gpd-las-pagodas-ocultas-salmos…