Ricardo Del Muro / Austral
El periódico El País, a finales de enero, reconoció que en México había terminado el paradigma “abrazos, no balazos”, aunque indicó que “los tres primeros meses de Sheinbaum dejan más asesinatos y personas desaparecidas que el mismo periodo de su predecesor, López Obrador, pero también más operativos, enfrentamientos y decomisos de droga y armas”.
Al darse a conocer el informe del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), el pasado 6 de febrero, Banamex coincide en su análisis con la observación hecha por el diario español, al señalar que la presidenta Claudia Sheinbaum mantiene el mismo discurso del sexenio pasado, pero, en la práctica se advierten cambios.
La presidenta Sheinbaum mantiene la narrativa del sexenio pasado de combatir la inseguridad atendiendo a las causas de la descomposición social; sin embargo, en la práctica se advierte el uso de tecnología e inteligencia para detener a delincuentes e incrementar el número de decomisos, señala el análisis realizado por Carlos Vela, donde también se indica que la inseguridad en México se mantiene en niveles altos.
Durante los primeros tres meses de gobierno, el número de aseguramientos y decomisos ha alcanzado cifras muy por encima de los primeros tres meses de Andrés Manuel López Obrador: 202 operativos; 7 mil 720 detenidos; 3 mil armas decomisadas; 665 mil kilogramos decomisos de droga y 561 mil de pastillas de fentanilo. Sin embargo, advierte el análisis de Banamex, todavía no se registra una baja sustantiva de violencia y la percepción de inseguridad aumentó.
Diversas encuestas muestran que la inseguridad y la delincuencia, en especial los robos, siguen siendo percibidos como el principal problema actual del país por los mexicanos, muy por arriba de los problemas económicos y políticos. Durante 2024, la preocupación por la inseguridad alcanzó su punto más alto desde 2022, pese a que la inseguridad y la violencia han caído.
Aunque algunos delitos todavía muestran crecimiento, un trimestre después del cambio de gobierno, el combate a la inseguridad parece estar mejorando, indica el análisis de Banamex.
Según datos del SNSP y de Segob, durante el primer trimestre del gobierno de Sheinbaum (octubre – diciembre 2024), el número de homicidios y el total de delitos cayeron -5.4% y -5.5%, respectivamente. Se trata de una caída sustancial después de que los niveles de violencia y varios delitos aumentaron durante los primeros nueve meses de 2024.
Los delitos que crecieron en ese período fueron la desaparición de personas (8.3%), los robos con violencia (1.4%) y las extorsiones (1%). Los delitos de alto impacto se mantuvieron estables. Ahora, con la caída en la mayoría de los delitos, la percepción de inseguridad en el país medida por la Encuesta de Seguridad Urbana (ENSU) en diciembre del año pasado mostró un incremento al pasar de 58.6% en el trimestre anterior a 61.7 por ciento.
Los datos muestran que no existe una relación entre el número de homicidios y la percepción de inseguridad en las zonas urbanas, pero sí una relación positiva entre el número de robos y la percepción de inseguridad, indica el estudio.
De acuerdo al SNSP, durante 2024 se registraron 30 mil 886 homicidios en el país, lo cual implica 320 más que en 2023. El número de homicidios por año había caído desde 2019, pero el año pasado esa reducción se detuvo. Las proyecciones preliminares del Inegi confirman estos datos. El número de homicidios por cada cien mil habitantes en 2024 fue de 23.5, mientras que en 2023 fue de 23.3, lo que significa un incremento de 0.8 por ciento.
Las tendencias regionales del fenómeno de la inseguridad se mantuvieron y muestran un país dividido y polarizado en cuanto a la violencia. En 2024, la incidencia de homicidios por entidad federativa observó prácticamente el mismo patrón del resto del sexenio de López Obrador.
Las entidades más violentas siguen siendo: Baja California, Colima, Chihuahua, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Morelos, Quintana Roo, Sonora y Zacatecas, con un promedio mensual de 50 homicidios por cada 100 mil habitantes, más del doble del promedio nacional.
En el último cuatrimestre del 2024, Sinaloa y Tabasco se añadieron a esa lista al registrar 63 y 40 homicidios por cada 100 mil habitantes, respectivamente. En Sinaloa, la guerra desatada entre el cartel del Mayo Zambada y el de Sinaloa aumentó la violencia en 300% y en Tabasco el cambio de gobierno parece haber roto el pacto entre cárteles y detonado una ola de violencia que se refleja en 15% más de asesinatos.
De esas 12 entidades más violentas del país, diez son gobernadas por Morena; las otras dos, Chihuahua y Guanajuato, tienen gobiernos panistas.
Tres entidades mantuvieron una incidencia de homicidios cercana al promedio nacional: Jalisco, Nuevo León y Oaxaca, cuyo promedio mensual fue de 23 homicidios por cada 100 mil habitantes. Las primeras dos son gobernadas por Movimiento Ciudadano y en Oaxaca gobierna Morena.
Los estados menos violentos fueron muy estables; hubo diez entidades por debajo del promedio nacional: Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Nayarit, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tlaxcala y Veracruz, con un promedio mensual de 13 homicidios por cada 100 mil habitantes. En San Luis Potosí gobierna el PVEM, en las demás Morena.
Siete estados registraron una incidencia de homicidios muy por debajo del promedio nacional: Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Durango, Hidalgo, Querétaro y Yucatán, con un promedio mensual de 6 homicidios por cada 100 mil habitantes. Cuatro son gobernados por la oposición y tres por Morena.
El análisis de Banamex también destaca que el número de desaparecidos tuvo un considerable incremento durante 2024. Durante 2024 se registraron 13 mil 008 personas desaparecidas y no localizadas, 31% más que las registradas en 2023. RDM