La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El gentilicio no da sentido de pertenencia per se
Cada vez que inicia una administración, el gobernador(a), hace un diagnóstico y propone las soluciones que, desde su perspectiva, acabarán con el atraso estructural de la entidad.
En este contexto, el gobierno de Rocío Nahle, plantea ‘poner a Veracruz de moda’, entendemos que, esto interesa, volverlo un polo de atracción de inversiones, impulsar el turismo y con ello, convertirnos en una suerte de locomotora del Sur-sureste, suena bien.
Sin embargo, la pregunta obligada es: ¿a cuál Veracruz? ¿al de la zona Veracruz-Boca del Río? ¿al clúster Orizaba-Córdoba-Ixtaczoquitlán? ¿a la región petrolera Coatzacoalcos-Minatitlán-Cosoleacaque? ¿a Tuxpan y la Huasteca Baja? ¿al Totonacapan?
Queda claro, que la señora Nahle contestaría que a todas las zonas mencionadas y las que faltan, pero, por el momento, eso sólo serían buenas intenciones.
Así pues, el desarrollo en el estado no está en ‘Dos Velocidades’ (como se planteó para el caso europeo), sino, hasta en tres o cuatro. Tenemos enclaves, con un progreso razonablemente bueno y regiones en el abandono, en todo el espectro que esto implica.
El pasado diciembre, tuvimos una muestra de la invertebración estatal: conciertos, desfiles, y demás celebraciones oficiales, se realizaron en Boca del Río, Veracruz y Xalapa, es más, en sus primeras semanas de gobierno, las visitas de doña Rocío al norte de la entidad, se cuentan con los dedos de una mano. De colofón, no hay ningún medio de carácter estatal.
Esta es la realidad: o se regionaliza el Plan Estatal de Desarrollo o todo seguirá igual.