Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
El primer emperador neofascista –en sentido estricto– con cargo de presidente de Estados Unidos, pionero además en transitar de la condición de delincuente sentenciado a despachar en la Casa Blanca, dijo ante sus camaradas –en su acepción de la Italia de Benito Mussolini–, durante la Conferencia Política de Acción Conservadora: “No estoy contento con México ni con Canadá”, después de recordar que hace semanas impuso un arancel –la palabra, jura, que más le gusta– de 10% a todos los bienes provenientes de China porque “están enviando fentanilo a nuestro país a través de México”. 80% del cual lo introducen ciudadanos de USA.
Lo dijo en la víspera del primer encuentro del secretario de Economía mexicano y el jefe del Departamento de Comercio de EU, para dialogar sobre la política arancelaria contra México del magnate inmobiliario, que incluye a cuanto país se le ponga enfrente pero la mayoría, destacadamente Brasil, Canadá, China y la Unión Europea (27 naciones) le corresponderán puntualmente. A Rusia le mandó un tímido aviso que ni siquiera contestó, urgido como está por apoderarse de las “tierras raras” y los minerales de Ucrania.
Ni una palabra se escucha desde o fuera de la Oficina Oval respecto de las preguntas que formuló la presidenta Claudia Sheinbaum el 7 de febrero: “Ellos tienen mucho que hacer en Estados Unidos ¿Cómo es que llega el fentanilo en EU? ¿Qué pasa después de la frontera (mexicana)? ¿Quién opera la distribución de la droga? ¿Quién vende la droga en las ciudades de EU que han provocado tanta tragedia? ¿A dónde va el dinero de la venta de esa droga en EU? ¿Cómo es que hay armas en México de uso exclusivo del Ejército de EU? ¿Quién las vendió? ¿Cómo llegaron a nuestro país?” Ni una palabra en respuesta a la “mujer maravillosa”.
Allí está el nudo gordiano de la narrativa del imperio de las barras y las estrellas en descenso global, de culpar a otros Estados y gobiernos de sus insuficiencias y crisis de todo tipo. Y el abanico de los presuntos responsable cambia de acuerdo al grupo gobernante y las disputas políticas, ideológicas y expansionistas que estén a la orden del día.
Mas el extraordinario propagandista y demagogo que es el magnate que hace los negocios privados más grandes de su vida, junto con familiares y socios desde la Presidencia de USA, en forma simultánea a que desmantela lo poco o mucho que queda de democrática en la institucionalidad gringa, agita los odios clasistas, xenófobos y supremacistas como envoltorio de su proyecto de nación harto excluyente.
Y ante los magros resultados en el primer mes del gobierno abiertamente plutocrático, en particular la expulsión de 37 660 indocumentados frente a las 57 000 expulsiones y devoluciones en promedio mensual en el último año de Joseph Biden, el repunte inflacionario, la disminución del respaldo ciudadano que en materia de gestión económica es del 10% la pérdida, el narcisista número uno de la Tierra optó por escaparse al futuro y jurar ante sus camaradas de la CPAC que el Partido Republicano del que es mandamás, “formará una mayoría política nueva y duradera que impulsará la política estadunidense durante las próximas generaciones”.
¡Qué todos los dioses habidos y por haber nos agarren confesados! Y sobre todo que los sujetos sociales estadunidenses tengan la capacidad, la clarividencia y voluntad colectiva para impedirlo. Y en calidad de mientras, que la amenaza de Trump sobre los “grupos terroristas del narcotráfico”, incluidos seis cárteles mexicanos, “bandas de asesinos sedientos de sangre”, para los que su gobierno ahora tendría “todo el poder para erradicarlos”, se atenga a lo anunciado por Marco Rubio: en el caso de México “la preferencia siempre es trabajar en conjunto con nuestros socios” y proporcionarles “mucha información sobre quiénes son y dónde están”. Amén.
Acuse de recibo
Los que preguntan al presidente, del periodista José Sobrevilla (Letrame Grupo Editorial, segunda edición, 2024, 410 páginas), es un volumen muy bien logrado de acuerdo a mi opinión como lector, atrapado pocas veces por una texto de naturaleza política en los últimos años. Se lo recomiendo ampliamente, con todo y el error mercadotécnico de omitir en la portada los vocablos “al presidente”. Peor todavía atribuirle al expresidente Enrique Peña la formación del Estado Mayor Presidencial y una cuarta de foros para leerse con lupa. Lo importante son los retratos muy bien logrados de los colegas y el oficio de que hace gala José Isabel… El libro contiene una página de dedicatorias (sin título); “Consideraciones previas”, “Introducción” de 11 páginas innecesarias que sirven para que Raúl Fraga se luzca y muestre su talante político; “Presentación” y “Prólogo”, faltó el epílogo. Pero léalo, vale mucho la pena… Un abrazo solidario a familiares de Jesús Sandoval Ramírez, “reconocido químico, científico mexicano, que participó destacadamente, entre otros temas, en la búsqueda de tratamientos contra el cáncer”: Lenia Batres.
http://www.forumenlinea.com/ forum@forumenlinea.com @IbarraAguirreEd X