Yo Campesino / Oportunidad
- Ahora es cuando México debe buscar nuevos aliados y su autonomía
Miguel A. Rocha Valencia
Nadie vería mal que México en este momento buscara hacer alianzas y diversificar su mercado de venta y compra hacia otros países como Canadá, Europa o América Latina, por el contrario, la oportunidad está calva y sería bueno aprovecharla, aunque para eso necesitaríamos en el poder a estadistas en vez de oportunistas disfrazados de ideólogos trasnochados.
También sería oportuno que nuestras autoridades establecieran políticas públicas integrales para sacudirnos algunas dependencias, especialmente en materia alimentaria generando los satisfactores que nos permitan disminuir las importaciones, pero no como una acción proteccionista sino como una forma de independencia a partir de que “lo más caro es lo que se necesita, pero no se tiene”.
Esto se podría hacer ahora cuando los vecinos incumplen compromisos firmados incluyendo los ocultos, aquéllos que nos impiden generar simientes mejoradas como las que daba la Productora Nacional de Semillas (Pronase) y las universidades rurales como Chapingo, Hermanos Escobar de Ciudad Juárez o la de Saltillo, en Coahuila donde existen desarrollos en trigo, maíz, sorgo, avena y otros granos mejorados desde hace lustros, pero para producirlos en masa se requiere la certificación de Estados Unidos.
Como bien decimos, en México además de cultura, tradiciones y comida, tenemos gran cantidad de recursos de todo tipo que podrían apuntalar con la inversión debida o el buen gasto presupuestal un desarrollo autónomo y sostenido en materia agroindustrial y sacarnos de disputas por alimentos genéticamente modificados y patente ajena.
En cuanto a lo automotriz, si bien es un sector generador de riqueza con el armado, existen alternativas de producción y venta más allá de los estadunidenses como son los asiáticos o los propios como ya se hizo tanto en vehículos personales como en carros de ferrocarril. Ayudaría al desarrollo tecnológico de lo cual tenemos mucho.
Como eso y sin una visión que podría calificarse de reduccionista, la crisis actual también es de oportunidades para sacudirnos yugos incluso con tecnologías importadas y de las cuáles no somos dueños, pero nos atan e impiden avance.
Ahí está como ejemplo la Marina que compra buques con todo y la patente para luego construir esas naves aquí para patrullar nuestras costas. Se puede, hay capacidad, investigación, recursos materiales y técnicos, pero falta la decisión política y esa, no sabemos quién la va a tomar.
Solo comentamos que México puede ser mucho más que un pueblo globero, bicicletero y con grandes esperanzas y expectativas para convertirse en una potencia de orden mundial no sólo por su peso económico y su posición estratégica en lo geopolítico, es decir, entre dos mundos.
Insistimos es una simple idea pero no dejamos de pensar en que las oportunidades deben aprovecharse y que para ello hay que estar preparados física y mentalmente; los mexicanos lo estamos pero nuestro gobierno, quien sabe.
Eso haría una diferencia entre el antes y después. No es fácil pero en algún momento alguien con la estatura y liderazgos necesario debería hacerlo. Para quien esto escribe, hoy es cuando.
Por eso resulta plausible que tanto Pemex como el gobierno en directo, cambien sus baterías y enfoquen mercados como el asiático especialmente en el tema de servicios y como focos de exportación de materias primas como petróleo y manufacturas.
No será nada nuevo y como ejemplo están China y Europa que dominan la movilidad terrestre en gran parte del territorio nacional con la construcción de trolebuses, autobuses y trenes eléctricos o totalmente autónomos.
Ese es el camino, habrá que insistir en él mientras en Estados Unidos regresan a un pasado que no existe como tampoco existen plantas de Chrysler y Ford en la ciudad de México, lugares donde hoy se alzan hoteles, oficinas, hipermercados y vivienda, entre otros servicios.