Ricardo Del Muro / Austral
México comenzó 2025 consolidándose como el principal proveedor de mercancías hacia Estados Unidos, con exportaciones por un valor de 41 mil 700 millones de dólares en enero, un crecimiento de 9.7 por ciento en comparación al mismo mes del año anterior.
Sin embargo, su participación en el total de las importaciones estadounidenses disminuyó al 13.1 por ciento en enero de 2025, un descenso significativo respecto al 15 por ciento registrado en enero de 2024, destacó el periódico El Financiero.
A su vez, el reporte económico de Banamex destacó que las importaciones de México en Estados Unidos perdieron dinamismo en su competitividad durante 2024. Aunque México se afianzó como el principal proveedor de mercancías de ese país, su ganancia en la participación de mercado fue de sólo 0.05 puntos porcentuales, mientras que Taiwán avanzó 0.7 puntos entre 2023 y 2024.
Aunque los aranceles anunciados por Donald Trump tendrán un impacto en los flujos comerciales bilaterales, también es cierto que el presidente estadounidense ya ha mencionado la posibilidad de imponer aranceles a otras naciones (como la Unión Europea) o a ciertos productos (como el aluminio y el acero). Asimismo, el incremento de 10% en los aranceles hacia China ya son una realidad, que se suma a las medidas implementadas previamente a dicho país.
Ante esto, las analistas de Banamex, Paulina Anciola y Guillermina Rodríguez, indican que los escenarios están todavía abiertos, aunque por lo pronto la afectación vía expectativas para la inversión ya están materializándose.
En su reporte señalan que las importaciones totales de las industrias estadounidenses básicas (que incluyen acero y aluminio) avanzaron 2.3%, mientras que las procedentes de México disminuyeron 5.3%. En consecuencia, México perdió 0.7 puntos porcentuales en la participación del mercado, mientras que Canadá perdió 3.1 puntos, los cuales fueron compensados por importaciones provenientes de Suiza (5.1 puntos). Sin embargo, las exportaciones mexicanas de las industrias metálicas básicas representan apenas el 2.2% del total.
Si bien es claro que los aranceles al acero y aluminio incluirán productos de otras ramas manufactureras, también es cada vez más claro que dicha medida muy probablemente se traduzca en aumentos de precios para los compradores en Estados Unidos.
Dado que estos productos son utilizados principalmente como insumos, el riesgo de contaminación en el proceso de formación de precios en aquel país podría tener consecuencias adversas para el consumidor estadounidense e, incluso, modificar la postura y trayectoria esperada de la política monetaria de la Fed.
Sin embargo, otros análisis señalan que la reciente imposición de aranceles del 25% al acero y al aluminio, tendrá repercusiones significativas en las exportaciones de México a Estados Unidos.
Estos aranceles encarecerán los productos mexicanos en el mercado estadounidense, lo que podría reducir su competitividad y, en consecuencia, disminuir las exportaciones. Sectores clave como el automotriz, que depende del acero y aluminio, podrían verse particularmente afectados.
Además, la devaluación del peso mexicano frente al dólar estadounidense incrementa los costos de producción en México, afectando la rentabilidad de las exportaciones.
La combinación de aranceles y una moneda más débil podría llevar a una contracción económica en México, con estimaciones que sugieren una disminución del PIB de 3.1% en los próximos tres años.
En respuesta, el gobierno mexicano ha optado por no imponer aranceles recíprocos y buscar una solución negociada, con el objetivo de evitar una escalada en la guerra comercial que podría perjudicar aún más las exportaciones mexicanas. RDM