Ricardo Del Muro / Austral
Este periodo vacacional de Semana Santa, que inició este domingo, podría convertirse en el “termómetro” del sector turístico para el resto del año, amenazado por la recesión económica que desatará la guerra comercial iniciada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
La Secretaría de Turismo estima que durante el periodo vacacional de la Semana Santa, que concluye el 27 de abril, se desplazarán por México un total de 14 millones 756 mil turistas, que significarán un consumo superior a 282 mil millones de pesos, pero los operadores del sector no son tan optimistas como las autoridades y prevén que 2025 será un mal año para la actividad turística.
En el caso de Chiapas, la confianza de los prestadores de servicios turísticos se basa en que la estrategia estatal de seguridad en carreteras y poblaciones, se refleje en la llegada de más de visitantes.
Sin embargo, es difícil estimar el monto de la recuperación del turismo en Chiapas – en caso de que esto suceda en la Semana Santa -, ya que las autoridades de la Secretaría de Turismo estatal (Sectur – Chiapas), parten de cifras de la anterior administración (que reportó una afluencia récord de 5 millones 853 mil turistas) que no son creíbles, ya que no corresponden a la inseguridad que se vivió en la entidad durante el año pasado.
La confianza de los consumidores en la situación económica del país y la que enfrentarán sus hogares en el futuro inmediato resintió en marzo la quinta caída mensual consecutiva, según la medición (publicada el 5 de abril) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al cierre del tercer mes del año, el indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se situó en 46 puntos, lo que significó un retroceso de 0.3 puntos respecto al mes anterior (febrero) y una caída de 1.3 puntos comparado con marzo del año pasado.
Ante la expectativa de una recesión, los especialistas en el sector turísticos, consultados por el periódico El Universal, prevén que a partir del verano empezarán a disminuir los viajes por la caída del empleo y la cautela de los consumidores.
“Los aranceles no nos causarán algún problema directamente en la actividad turística, pero sí los impactos que estos llegarán a tener en la economía, ya que una recesión sería un impacto muy fuerte en la industria”, señaló el presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), Braulio Arsuaga.
A principios de año, el CNET y el Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC, por sus siglas en inglés) esperaban que el ingreso de divisas por el turismo internacional crecería 3% en 2025 y que la llegada de visitantes por avión aumentaría 1.5%, pero, a la luz, de los recientes acontecimientos, estas cifras deberían revisarse a la baja.
El director de STARC, Francisco Madrid, indicó que más allá de Semana Santa, el escenario para la actividad turística en México es complejo, puesto que los aranceles anunciados por Trump pueden redundar en un escenario recesivo para Estados Unidos.
“Dada la dependencia que tenemos con Estados Unidos, la situación sería más difícil para el periodo vacacional de verano y lo que resta del año”, previó Madrid.
Para el especialista en economía turística del Grupo Empresarial Estrategia (Gemes), Humberto Molina, conforme vaya transcurriendo 2025, la demanda de servicios irá disminuyendo, resultado de la desaceleración de la economía de México y Estados Unidos.
Las últimas cifras, explicó, muestran una caída en el empleo y ante la incertidumbre que existe, la gente empieza a ser más cuidadosa con los gastos no esenciales, como los viajes.
A diferencia de otros años, dijo Molina, las familias serán más cuidadosas con su gasto, mediante planes económicos en cuanto al alojamiento y los tours que toman, así como el consumo en alimentos y bebidas, pero seguirán viajando principalmente a los destinos de playa. RDM