Yo Campesino / ¿Verdad o tongo?
- Eso de la intervención militar de EU en México ya está autorizado
Miguel A. Rocha Valencia
Ooootra vez se recurre a la declaración patriotera sobre la soberanía del territorio nacional. Será verdad o será mentira, pero lo cierto es que en el territorio nacional hay decenas de militares gringos “autorizados” en tareas de “inteligencia” y adiestramiento disfrazadas de asesoría a nuestros cuerpos castrenses y de seguridad pública.
Tan es así que los mismos cuatreros al no poder ocultar dicha intervención hacen la pantomima de autorizar en el Congreso, la presencia de estos militares-asesores en temas de seguridad. Ingresan incluso armados hasta los dientes y con equipos de comunicaciones de alta sofisticación. No olvidemos la instrucción de barcos, aviones y drones que espían y escanean no sólo la geografía sino también las ondas de radio en todos sus niveles incluyendo los celulares.
Parecería que el señor Trump ya se aprendió la receta: primero da la sobadita de espalda y luego suelta el trancazo; dice que la president(a) mexicana es una extraordinaria mujer y luego le dice miedosa (o cómplice” de la delincuencia organizada y por lo tanto, le ofrece personal de inteligencia y armado para combatir a los criminales mexicanos.
Más allá de que el señor Trump debiera aplicar esa medicina en su territorio y evitar que los cárteles multimillonarios de su país distribuyan drogas que según él matan a más de 300 mil personas, prefiere desviar la atención hacia México en una combate que no ataca la raíz del problema ya que mientras exista demanda de fentanilo o cualquier otro estimulante, habrá mercado, de tal dimensión que supera los 250 mil millones de dólares anuales, de los cuales 100 mil millones se mueven en el sistema financiero estadunidense.
Si Trump realmente quisiera combatir la empresa global de las drogas ilícitas y sus efectos, bastaría con ordenar a los banqueros estadunidenses y trasnacionales que operan en su país, tener un mayor control de sus transacciones, especialmente aquellas destinadas a México disfrazadas de “remesas” que, para abril de este año, volvieron a marcar récord con más de cinco mil millones de dólares y sumar en el primer trimestre más de 14 mil 200 millones de dólares. Hecho que se da en el peor momento para los migrantes que se ocultan de la cacería trumpiana.
Es decir que tras los halagos a la mandataria mexicana y los posteriores ataques virulentos que suenan a provocación, parece existir un acuerdo bilateral parecido al tongo escenificado por Saúl Álvarez en fin de semana pasado, porque la intervención militar de Estados Unidos es un hecho consumado, ya sea con personal militar o vestido de civil que opera en tareas de inteligencia y obviamente de campo.
De otra forma, los dichos del güero neoyorquino de origen alemán dejan de ser una oferta o petición y se convierte en una realidad tangible como el Hércules de la Fuerza Aérea de los EU que trajo a Marines armados a las instalaciones del centro de adiestramiento la Sedena en Santa Gertrudis al sur de Delicias, Chihuahua o los barcos frente a Veracruz y en el Pacífico.
El cerco ya está puesto y la intromisión de personal militar y de las agencias de seguridad estadunidenses, realizada por lo que eso de la soberanía nacional y negativa de la titular del Ejecutivo mexicano al de EU de permitir incursiones armadas a nuestro territorio, es sólo una formalidad que se desmiente en las mañaneras, pero se prueba en los hechos.
Sería sano o al menos noticioso que supiéramos qué hay detrás de estos dimes y diretes que parecen tener como fin entretener al respetable y alimentar las encuestas de los agradecidos mexicanos para con su mandataria justo en un ambiente de incertidumbre donde los números dicen que con todo y repuntes momentáneos en economía, seguimos en retroceso.
Tan mal estamos que, por quinta ocasión consecutiva, los participantes de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado del Banco de México (Banxico) recortaron su estimación de crecimiento para el cierre de 2025, ya que la ajustaron de 0.50 por ciento a 0.20 por ciento. Tal pareciera que estos episodios caen “anillo al dedo” para distraernos.
Lo cierto es que este diálogo de presidentes que trasciende a los medios ayuda a la imagen dizque nacionalista de un gobierno para el cual, lo importante es conservar el poder a como de lugar, aun a costa de la economía y la pobreza que dicen querer extirpar, mientras que, para Trump, derrotado mundialmente en su guerra arancelaria, México le puede servir de excelente pretexto para intentar recuperar imagen y credibilidad perdidas.
Lo malo de esto último es que los mexicanos pagaríamos de diversas maneras el precio de esa recuperación trumpista. Veremos…