En los últimos días, ha surgido una polémica propuesta por parte del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump: reabrir la cárcel de Alcatraz para encerrar ahí a los criminales más peligrosos de ese país.
Aunque la idea suena sacada de una película, también ha despertado el interés por conocer más sobre esta prisión legendaria, que fue símbolo de aislamiento, castigo y máxima seguridad durante más de 30 años.
¿Qué fue la cárcel de Alcatraz?
La cárcel de Alcatraz estuvo ubicada en una isla solitaria, justo en medio de la bahía de San Francisco, California. Fue una prisión federal de Estados Unidos que funcionó entre 1934 y 1963, diseñada especialmente para alojar a presos difíciles, conflictivos o con intentos previos de fuga en otras cárceles.
El nombre completo era Penitenciaría Federal de Alcatraz, pero todos la conocían simplemente como “La Roca”, por lo dura que era la vida ahí.
Medidas extremas de seguridad
Alcatraz fue pensada como una prisión de máxima seguridad y mínima comodidad.
Entre sus medidas más estrictas destacaba que había guardias armados por todos lados, tanto dentro como fuera de los edificios.
Un dato curioso es que el agua que salía de las regaderas estaba siempre caliente, para que los presos no se acostumbraran a la temperatura del mar y no intentaran escapar nadando.
Los muros eran gruesos, de concreto, y las celdas eran individuales, frías y silenciosas.
Los presos solo tenían derecho a comida, ropa, refugio y atención médica. Cualquier otro beneficio —como visitas, escribir cartas o tener libros— debía ganarse con buena conducta.
Presos famosos de Alcatraz
Alcatraz fue el hogar forzado de varios criminales conocidos en todo Estados Unidos. Entre ellos destacan:
Al Capone, el temido mafioso de Chicago, fue uno de los primeros presos. En Alcatraz perdió poder, salud y acabó tocando el banjo en la banda de la prisión.
George “Machine Gun” Kelly, famoso por sus secuestros y por usar ametralladoras, también fue enviado ahí por su mal comportamiento en otras cárceles.
Robert Stroud, conocido como El Hombre Pájaro de Alcatraz, pasó décadas en prisión y se hizo famoso por sus estudios sobre aves. Aunque en Alcatraz no pudo tener ni un solo pájaro, siguió siendo un prisionero conocido por su inteligencia y aislamiento extremo.
Frank Morris y los hermanos Anglin protagonizaron, en 1962, una de las fugas más misteriosas de la historia. Cavaron un túnel con cucharas y escaparon con una balsa hecha de impermeables. Nadie sabe si murieron en el mar o lograron escapar. Para ello, incluso fabricaron cabezas falsas con cabello humano para simular que dormían en sus camas.
¿Por qué se cerró?
Aunque Alcatraz era una prisión temida, también tenía muchos problemas físicos y operativos. El principal era el clima salado y húmedo, que dañaba constantemente muros, techos y estructuras.
Y al igual que las Islas Marías, en México, todo tenía que ser llevado en barco: comida, ropa, combustible y hasta el agua potable. Eso generaba altos costos, tanto que operarla costaba casi tres veces más que otras cárceles del país.
Tampoco ofrecía programas de rehabilitación ni educación, lo que iba en contra de la visión moderna del sistema penitenciario.
Por todo esto, en 1963, el gobierno de Estados Unidos decidió cerrar la cárcel de manera definitiva. Desde 1973, la isla de Alcatraz se convirtió en un sitio turístico, administrado por el Servicio de Parques Nacionales.
Cada año, miles de personas la visitan para conocer las celdas, los túneles y escuchar las historias de quienes estuvieron ahí encerrados.
¿Y ahora Trump quiere reabrirla?
Aunque la idea de reabrir Alcatraz no es oficial ni legalmente posible por ahora, ha causado mucho ruido en redes sociales.
Trump argumenta que se necesita un lugar “duro y solitario” para quienes cometen crímenes graves o violentos, y que la isla podría ser un símbolo de orden y castigo.
Sin embargo, expertos en derechos humanos y justicia penal señalan que volver a un modelo de castigo extremo no resuelve los problemas de fondo, como la violencia, la desigualdad o la reincidencia delictiva. También recuerdan que reabrir Alcatraz sería extremadamente costoso y complicado, ya que sus estructuras están deterioradas y la isla forma parte del patrimonio histórico de Estados Unidos.
Alcatraz fue una cárcel única en su tiempo: solitaria, fría, dura y segura, pero también fallida en muchos aspectos.
La idea de reabrirla puede sonar atractiva para algunos, pero resulta poco práctica y muy costosa en la realidad.