HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Tejedora de Gobernanza y Gobernabilidad
A horas de su informe de actividades y con un pie fuera de Leyva 7, el presidente del Poder Judicial, Jorge Gamboa, debe estar en la indecisión de organizar en la inmoralidad y con dinero público, otra fiesta porfirista con cena, música y alcohol.
Lo que desvele de sus actividades y lo que diga en su mensaje político, poco importa. Ya todas las sociedades interesadas saben de sus logros: improductividad, desunión, ambición, corrupción y pingues resultados en administración de justicia. No hay registro histórico de una crisis de justicia como la actual en la geografía juarista-zapatista. Eso de que Juárez sigue trabajando en el país, no aplica actualmente en territorio morelense.
Asistir a su informe sería avalar la anarquía judicial. Aplaudirle de pie, respaldar la ilegitimidad de Gamboa, que presume que Lenia Batres lo consintió. La historia lo empezó a juzgar muy temprano, años ha. Ni siquiera está garantizada la asistencia del pleno de magistrados al informe. El salón de las leyes sí escritas torcidas a conveniencia, con ganancia política y económica, puede hacer las veces de un cuadrilátero de lucha política y de poder que se sucede, donde salgan a relucir las verdades como en los lavaderos de quinto patio, donde las vecinas son más transparentes que los magistrados.
Informes anteriores sirvieron para referirse a los avances de justicia morelense, que encontraron buena prensa. El de los próximos días puede ubicar en la realidad a Gamboa, quien en teoría le resta un año en el cargo, si no es que antes se vaya por la puerta a la calle Humbold, a la publicación de la reforma al Poder Judicial —consensuada limpiecita por la Legislatura 56—, que lo echaría del cargo directo a su modesta casa familiar.
De hecho, el cambio constitucional obedece a que, al ponerse Gamboa al servicio del mandatario anterior —con la actual lo intentó hábilmente, pero Bellis perennis leyó sus intenciones personalísimas y políticas—, incluso para torcer la ley, contra culpables que andan libres y burlándose y a favor de inocentes que pernoctaron en una crujía penitenciaria. El servir al gracato y al cuauhtemato provocó le viera la clase política como persona non grata.
A la publicación de la reforma al Poder Judicial en el periódico oficial Land and Liberty, el pleno de magistrados debe sesionar para la integración de la terna para sacar al reemplazo de Gamboa, terna que debe calificar la L56.
Mientras no sea publicado el decreto constitucional, Gamboa sigue siendo magistrado presidente y controlando el tesoro público, como para contratar, otra vez, un gran jardín, exquisita cena, buena música y caldos báquicos a cantidades industriales, que resucitarían al mismísimo don Porfirio, el mismo que trajo a Morelos el ferrocarril y el telégrafo, después de ser candidato perdedor a gobernador del estado.
letraschiquitas
CUAUTLA, Morelos. La presidenta Claudia Sheinbaum ve en Margarita González-Saravia —a quienes presentó hace una veintena de años Benjamín González Suárez [†], amigo mutuo— una tejedora de gobernanza y gobernabilidad porque cumplimenta los compromisos de campaña gubernamental y presidencial***. La mandataria nacional enumeró las obras y acciones que se realizan en la geografía morelense y la mandataria estatal anunció el centro de atención para mujeres de respaldo-protección a mujeres e hijos víctimas de violencia en cualquiera de sus modalidades***. Durante el acto presidencial, a consecuencia del desinterés político por evitarlo del secretario de Administración, Jorge Salazar, se desarrolló un acto pacífico de protesta de trabajadores sindicados que exigen incremento sueldo-salario sustancial***. La gobernadora —¿no le da pena a Salazar que alguien más haga lo que a él corresponde por obligación?— instruyó a su jefe de Oficina de la Gubernatura, Javier García, atender a los demandantes de las dependencias del Poder Ejecutivo que mostraron cartulinas***. Peor, que el cenador Víctor el Güero es… Mercado haya estado cuchicheando con el dirigente sindical, como un quedabien oportunista o como autor intelectual del infiernito que, como sea, pudo evitarse si Salazar Acosta razonara que si la lealtad política no es de ida y vuelta, no lo es.