Para los nuevos jueces de la Cuarta Transformación de la Nación que fueron selectos para ser electos por el hipotético voto popular, les va a resultar verdaderamente imposible motivar las sentencias que van a dictar.
Esas resoluciones de carácter eminentemente jurídico, como bien se sabe, deben de ser, una garantía grande de justicia, que a partir de septiembre el justiciable no va a obtener.
Esos noveles jueces se encontrarán con el obstáculo de no poder reproducir exactamente, el itinerario lógico de las constancias que el procedimiento ha recorrido para llegar a una conclusión jurídica-constitucional y emitir el proveído que se encuentre ajustado conforme a Derecho.
Como anticipa la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C., por desventura, esas determinaciones resultarán equivocadas; para la abogacía independiente le resultará muy fácil percibir el yerro en la motivación que emita ese novel juez quien con toda seguridad perderá el camino y orientación que lo conduzca a impartir justicia de manera independiente e imparcial.
Con toda certeza se puede hoy afirmar que esas motivaciones dejarán de ser la fiel reproducción de la vereda constitucional y a contrario sensu encontrarán senderos de corrupción e inexacta aplicación de la norma. Al tiempo, sólo al tiempo.
¿Cuántas veces esos incipientes juzgadores estarán en condiciones de percatarse que la motivación debe ser aquella que señalan los protocolos constitucionales?. De adelantado se responde: ninguna.
A esos inexpertos y novatos el Foro Independiente de la República, quieran o no, les hace saber que la justicia no es un juego político para obtener adeptos en futuras elecciones. Las constancias de las causas en las cuales, por desgracia, van a actuar, tendrán que contar con sentencias que sean producto de un análisis lógico y jurídico, ponderadamente realizado, sobre conceptos abstractos, ligados por una inexorable concatenación de premisas y consecuencias constitucionales. ¿Lo entenderán ello así?.
La pregunta que se formulan todos los justiciables es ¿Cómo podrán esos inmaduros juzgadores estimar fieles sus motivaciones para que éstas no produzcan los subliminales intereses de esas corrientes de corrupción que los llevaron a obtener el sitial de jueces?.
Aunque ciertamente y con el mismo acento de demagogia, los aplaudidores de Andrés Manuel López Obrador, repitan que las sentencias llevan el sentimiento del pueblo, esos jueces de elección por selección, no encontrarán las premisas para convertirlas en dictados constitucionales.
Sólo tiempo al tiempo.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..