Fuera de todo
Denise Díaz Ricárdez
De enorme interés desde donde se vea la importancia de las aportaciones de los mexicanos residentes principalmente en los Estados Unidos en la economía nacional.
Baste señalar que el año anterior y ya con todos los riesgos que se veían venir con las políticas antimigratorias del presidente Donald Trump, las remesas fueron de 64 mil 745 millones de dólares, los cuales representaron nada más ni nada menos que el 4% de toda la actividad productiva.
Toda esa cifra fue a parar a miles de familias mexicanas, que aparte de las actividades que realizan, constituye un fuerte aporte en el pago de alimentación, vestido, transporte, servicios públicos y uno que otro tequilita.
Y ahora de enero a mayo, el envío de dólares registró ya una disminución –comparada con 2023- una caída de 2.96 por ciento según datos del Banco de México, es decir unos cinco mil 360 millones de dólares, lo cual está afectando con severidad lo que ocurre en Estados Unidos.
Lo que se ve es que los migrantes mexicanos salen casi casi en la oscuridad ante el temor de ser detenidos y deportados –sean mujeres, hombres y hasta niños- de una manera por decir lo menos, cruel.
Nada de Derechos Humanos y más bien abusos los que están practicando las autoridades de inmigración, policías estatales y ahora hasta el ejército para capturar presas fácilmente, porque de una manera u otra tienen que salir a trabajar, a comprar, a pagar y unos arriesgados ver partidos de futbol.
Antes del 4 de julio la Cámara de Representantes habrá de aprobar lo enviado por los senadores, del 1 por ciento automático a todas las remesas, sean electrónicas o directas en bancos, uno de los puntos de la reforma fiscal de Donald Trump.
Los billetes verdes se están poniendo morados.