* Nadie, hasta el momento, ha propuesto un reconocimiento a quien creó la Orden del Águila Azteca, que es la presea con la que la República, el gobierno, los diplomáticos, los que hacen sus enjuagues políticos, reconocen a los extranjeros que, de una manera u otra, hicieron algo por esta humanidad que hoy parece dispuesta y de buen grado a auto aniquilarse; México ha honrado a tantos extranjeros, que considero llegado el momento de que se reconozca la labor que Francisco Perrilliat Maupuy hizo en beneficio de México. ¿Lo considerarán?
Gregorio Ortega Molina
Se establecieron estímulos, recompensas, premios, a esos mexicanos que sobresalen en sus áreas de desempeño. Muchos de esos halagos cívicos y sociales que se otorgan a los mexicanos, responden a motivos estrictamente políticos y de poder.
Los premios de Ciencias y Artes, la Belisario Domínguez, las preseas concedidas por la Academia, los estímulos económicos, obedecen a acuerdos, transacciones, reconocimientos. Se entregan a quienes se desea condicionar a que se muestren agradecidos, a menos de que se pongan en manos de los deudos, porque quien debió ser reconocido por la República se fue antes de que se aquilataran sus méritos en su justo valor.
Nadie, hasta el momento, ha propuesto un reconocimiento a quien creó la Orden del Águila Azteca, que es la presea con la que la República, el gobierno, los diplomáticos, los que hacen sus enjuagues políticos, reconocen a los extranjeros que, de una manera u otra, hicieron algo por esta humanidad que hoy parece dispuesta y de buen grado a auto aniquilarse.
Comparto con ustedes lo que se informa en un portal del gobierno mexicano: “La Orden Mexicana del Águila Azteca, creada en 1933 y cuya responsabilidad recae directamente en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) es la distinción que se otorga a extranjeros, con el objeto de reconocer los servicios prominentes prestados a la nación mexicana o a la humanidad, y corresponder por cortesía, en casos excepcionales, a las distinciones de que sean objeto los funcionarios mexicanos.
“En el capítulo VI de La Ley de Premios, Estímulos y Recompensas Civiles, artículo 41, se hace referencia a la Orden Mexicana del Águila Azteca, la cual se otorga en siete grados o categorías en orden descendente:
“El Collar, a jefes de estado; la Cruz, a jefes de gobierno o a primeros ministros; la Banda, a ministros, secretarios de estado o embajadores; y la Medalla, a subsecretarios o sus equivalentes y enviados extraordinarios y ministros plenipotenciarios.
“Asimismo, se indica que la Placa se otorgará a encargados de negocios ad-hoc y a funcionarios equivalentes de las cancillerías extranjeras; la Venera, a encargados de negocios ad-interim, a funcionarios equivalentes de las cancillerías extranjeras y a miembros de misiones diplomáticas, y, por último, la Insignia, en los demás casos que el Consejo estime pertinente.
“En el artículo 42 se indica que, en casos especiales a juicio del Consejo, podrán conferirse a extranjeros distinguidos, según sus méritos, los diferentes grados de la Orden Mexicana del Águila Azteca, excepción hecha del Collar de la Cruz.
“A los diplomáticos extranjeros acreditados en México, indica el artículo 43, sólo se les otorgará la Orden al término de su misión, cuando hayan permanecido en el país dos años continuos como mínimo”.
México ha honrado a tantos extranjeros, que considero llegado el momento de que se reconozca la labor que Francisco Perrilliat Maupuy hizo en beneficio de México. ¿Lo considerarán?
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Humberto Mussachio me dirige a Internet
(https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Condecorados_con_la_Orden_del_%C3%81guila_Azteca) donde están los nombres de quienes la recibieron en sus diferentes grados. Le llama la atención que el Gran Collar le fue entregado a Rafael Leónidas Trujillo, y a mí, que la única concedida por AMLO fue a Miguel Díaz Canel. Ahora sabemos de las debilidades de nuestros gobiernos.
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@OrtegaGregorio