DE PRIMERA MANO
Por Omar Zúñiga
El pasado 9 de julio, la gobernadora posteó en sus redes sociales una fotografía en Sala de Banderas de Palacio de Gobierno en Xalapa, con los ministros electos del Poder Judicial, incluida por supuesto la magistrada Rosalba Hernández, sobre quien recaerá la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia a partir del 1 de septiembre.
Nahle escribió entonces el siguiente texto, que acompaña a la imagen:
“Mi gobierno mantiene una buena coordinación y conducción con el poder judicial (sic) en Veracruz”.
“Hoy me reuní con quienes conformarán la presidencia, el órgano administrativo y el órgano de disciplina de dicho poder, esto después de la elección judicial que se llevó a cabo el pasado 1 de junio”.
“Nuestro compromiso y deber es servir al pueblo de Veracruz”.
La que en ese momento fue considerada como la gran ausente, fue la ganadora de la magistratura del Tribunal de Conciliación y Arbitraje TECA, Luz María López Aburto, quien dicho sea de paso, fue la candidata más votada en la elección judicial extraordinaria “de personas juzgadoras”.
Ciertamente, López Aburto, obtuvo una cifra elevadísima de votos, que puede explicarse porque ella fue la única mujer que compitió en esa elección.
El asunto es que el OPLE, a través del Acuerdo OPLEV/CG295/2025 determinó que conforme a la legislación vigente, la presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz, debe recaer en la persona de Rosalba Hernández Hernández, mientras que la del Tribunal de Conciliación y Arbitraje será para Luz María López Aburto.
Parte del acuerdo dice “(…) si bien el Tribunal Superior de Justicia y el de Conciliación y Arbitraje forman parte del Poder Judicial del Estado, se trata de dos órganos jurisdiccionales distintos, destacando que, el Tribunal de Concillación y Arbitraje al no integrar el Pleno del Tribunal Superior de Justicia, una integrante de dicho Tribunal Laboral no podría presidir el de Superior de Justicia”.
Así las cosas, Luz María López no se quedó conforme y presentó el Recurso de Inconformidad correspondiente, que precisamente fue turnado en el Tribunal Electoral de Veracruz TEV, el 9 de julio, es decir el mismo día que la gobernadora recibió a Rosalba Hernández Presidenta del Tribunal y demás miembros del TSJ.
El número de expediente es el TEV-RIN-153/2025, que fue turnado a la ponencia de la Magistrada Tania Celina Vásquez Muñoz, (…) para que, en su calidad de ponente, revise las constancias y en caso de encontrarse debidamente integrado, emita el acuerdo de recepción y admisión; o haga los requerimientos necesarios para efectos de que resuelva lo conducente en términos de lo establecido en el Código de la materia”.
Así pues, será la excandidata a magistrada a la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación Tania Vásquez, la que deberá determinar en primera instancia, si el OPLE actuó bien y si la gobernadora hizo mal.
Lo que es cierto es que Luz María López busca que se le dé un triunfo en una elección en la que no compitió, así de simple.
Rosalba Hernández, guste o no, la magistrada presidenta electa del Poder Judicial de Veracruz.
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Para documentar el optimismo, hay un caso similiar en la elección federal en Veracruz.
Ángel Rosas Solano, magistrado electo del Séptimo Circuito en materia Mixta, contra viento y marea, recibió de manos de la consejera Presidenta del INE Guadalupe Taddei, su constancia de mayoría que lo acredita como tal, luego de que fue involucrado en una publicación de un medio editado en la CDMX, en la que lo metieron en una vasija de candidatos chafas que no cumplieron con los promedios académicos mínimos requeridos.
Rosas Solano acreditó sus calificaciones y recibió su constancia de mayoría.
Sin embargo, el maldito “pero” de siempre, llega porque dos candidatas perdedoras impugnaron su triunfo.
A manera de contexto, Veracruz forma parte del Séptimo Circuito Judicial Federal y en esta elección extraordinaria, lo dividieron en Distrito Uno y Distrito Dos; Ángel Rosas Solano participó en el uno y ganó.
Pues bien, resulta que Lizbeth Hernández Ribbón, que participó en su mismo Distrito, en el uno, impugnó su triunfo, argumentando equidad de género. Palabras más palabras menos, pide que por el hecho de ser mujer se le dé a ella la magistratura.
El juicio de inconformidad ya fue contestado a Lizbeth y la cosa es sencilla (aunque no simplista), pues en esa boleta y precisamente para evitar este tipo de circunstancias, se dividió en mujeres y hombres, es decir que Ángel le ganó a otros varones; no hubo competencia con ella, a ella la venció otra mujer: Ruth Ochoa Mendoza. Tan, tan.
La otra impugnación es la que interpuso Andrea Doria Ortiz Aguirre. Esta es más sencilla de resolver para la Sala Superior del TEPJF, pues Ortiz Aguirre, compitió en la boleta del Distrito Dos, vulgo, ni siquiera compitió de manera directa con Ángel Rosas Solano e igualmente, quiere que le den la magistratura por el hecho de ser mujer.
Que quede claro: no se le regatean los triunfos a las mujeres ni mucho menos se les ataca, de ninguna manera. NO, no es por ahí. Para ellas, todo el respeto.
Simplemente, la equidad de género debe ser eso, equidad, igualdad; no hay que malentender y confundir la gimansia con la magnesia.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com