DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Seguir el ejemplo de los padres, sin importar las profesiones u oficios que practiquen es parte de la vida.
Actores, actrices, médicos, odontólogos, ingenieros, pintores, escultores, periodistas, modelos, de todo hay en la vida, por lo que no es distinto en la actividad política.
Muchos hombres y mujeres han seguido los pasos de sus progenitores dentro de la vida pública, sin hacer gala de ello, esperando con prudencia los tiempos en que les toca figurar.
El tema político es muy sensible, ya que se han aprovechado muchas veces para la práctica del nepotismo, en que hijos de figuras pública aprovechan los espacios de abuelos, padres, hermanos u otra figura de parentesco para escalar dentro de la administración o en los cargos de elección popular.
Los tiempos modernos han dejado lecciones vergonzosas que motivaron que se determinarán acciones para impedir que el nepotismo siga prevaleciendo.
El seguimiento de las carreras políticas ha sido fructífero para nietos e hijos, principalmente de algunos personajes que transitaron con la figura del nepotismo, pero que contribuyeron haciendo sus propias carreras.
Algunos de ellos rebasaron los sitios que ocuparon sus padres, otros ni siquiera se acercaron a los tamaños de los padres.
En esta revolución se encuentran personajes como Cuauhtémoc Cárdenas y Miguel Alemán, a los que nunca se les cuestionó con la figura del nepotismo, cuando les tocó ocupar los mismos espacios que tuvieron sus padres con las gubernaturas de Michoacán y Veracruz, respectivamente.
Ninguno de los dos alcanzó ser presidente de la República como lo fueron sus padres, aunque el primero lo intentó hasta en tres ocasiones.
El hijo de Cuauhtémoc y nieto de Lázaro Cárdenas del Río, Lázaro Cárdenas Batel, también fue gobernador como su padre y abuelo.
Igual suerte corrió Alfredo del Mazo Maza, quien gobernó en tercera generación el Estado de México, luego de que su padre y abuelo del mismo nombre lo antecedieron en el cargo.
Rafael Moreno Valle como su abuelo del mismo nombre gobernó Puebla, lo mismo que Alejandro Murat en la tierra en que nació su padre, José Murat, quien también gobernó Oaxaca.
No sucedió lo mismo con Miguel Ángel Yunes hijo que intentó gobernar Veracruz y se quedó en el intento, mientras que su padre si lo hizo.
Claudia Pavlovich consiguió lo que su madre, Alícia Arellano, no pudo, gobernar Sonora, ya que ella solamente llegó a senadora y alcaldesa de Hermosillo.
Martha Maldonado quiso gobernar Baja California, pero no le alcanzaron los votos que hicieron gobernador a su padre, Braulio Maldonado, varios años antes.
Rubén Figueroa Figueroa fue gobernador de Guerrero y su hijo Rubén Figueroa Alcocer también lo consiguió, aunque fue depuesto del cargo.
Layda Sansores acarició el gobierno de Campeche que tuvo su padre, Carlos Sansores, aunque tuvo que ir varias veces a las urnas, para alcanzarlo.
Juan José Sabines gobernó Chiapas, al igual que su padre Juan Sabines, aunque este lo hizo de forma interina.
Roberto Madrazo gobernó Tabasco, donde su padre Carlos alcanzó grandes reconocimientos. Manuel Bartlett gobernó Puebla, mientras su padre lo hizo en Tabasco.
Como ellos muchos más han corrido con la suerte, oportunidad y deseos de seguir las carreras de sus padres o abuelos, aunque no todos lograron esa fortuna, dejando buenos recuerdos.
El nepotismo se ha convertido en uno de los pecados capitales de la vida política de México, ya que los ciudadanos ven con desconfianza a los hijos o hijas que quieren emular a sus padres.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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