No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
Este jueves, se cumplen 11 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, hecho que mancho profundamente la imagen de México ante el mundo, evidenció las graves violaciones a los derechos humanos, así como la crisis que ya se vivía en desapariciones de personas.
Con una “Verdad Histórica” cuestionada por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), designado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el caso Ayotzinapa, es un hecho que duele por la impunidad y el fracaso de tres gobiernos federales por acceder a la verdad.
Basta recordar que en 2015, en sus primeras conclusiones, el GIEI puso en tela de juicio tres elementos claves de la “Verdad Histórica”: la supuesta incineración de los cuerpos, los motivos del crimen y el papel de policías militares y federales en el caso.
Las conclusiones integradas en 550 páginas fueron un golpe a la credibilidad del Estado mexicano, al quedar de manifiesto las recurrentes mentiras y obstáculos de las fuerzas armadas y autoridades federales, en torno a lo ocurrido hace 11 años.
Conforme avanzaban las investigaciones del GIEI, eran cada vez más evidente la falta de colaboración de la Secretaría de la Defensa Nacional, dependencia que bloqueó la entrega de informes y documentos requeridos en el caso, denunciaron, en su momento, integrantes de ese panel designado por la CIDH.
Para el GIEI de la “Verdad Histórica”, se paso a una delincuencia institucionalizada, lo que en ese momento se definió como un crimen de Estado, que peso durante el resto de su sexenio al ex presidente Enrique Peña Nieto.
Después vendría el compromiso no cumplido de Andrés Manuel López Obrador, de esclarecer el hecho, es más, como presidente electo se reunió el 27 de septiembre de 2018 con los padres y familiares de los estudiantes desaparecidos. Empeño su palabra de llegar al fondo del caso, a través de una Comisión de la Verdad, que encabezó el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas.
En el Museo Memoria y Tolerancia, López Obrador prometió: “Vamos a conocer lo que realmente sucedió, que se sepa dónde están los jóvenes y se castigue a los responsables”.
En ese evento, también se comprometió a “no fallarles a las madres, a los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, al pueblo de México. No vamos a traicionar la confianza de nuestro pueblo”, sostuvo el tabasqueño.
La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, solo ratificó lo que ya se sabía; la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa fue un crimen de Estado.
Tras once años de intensa búsqueda de sus hijos, padres de familia, estudiantes y colectivos que se han sumado a la exigencia del esclarecimiento de los hechos y que haya justicia, han radicalizado sus protestas, que han ido desde ataques al Campo Militar Número 1, como el ocurrido ayer, hasta un intento de ingresar a Palacio Nacional el 6 de marzo de 2024, a la conferencia matutina de López Obrador.
Este viernes,los padres de los jóvenes desaparecidos y cientos de estudiantes de diversos estados volverán a tomar las calles del corredor Paseo de la Reforma-Centro Histórico, y se espera una jornada de confrontación con las autoridades, sin que se respondan las interrogantes que se hacen las familias de los jóvenes, respecto a: ¿Quién o quiénes ordenaron su desaparición? ¿ Porqué fueron ellos? Y ¿En dónde quedaron sus restos?