Ricardo Del Muro / Austral
En septiembre se conmemoran dos eventos significativos en la historia del jazz: La muerte del trompetista Miles Davis, el 28 de septiembre de 1991 y el nacimiento del influyente saxofonista John Coltrane en la misma fecha de 1926. Ambos músicos, gigantes en sus propios estilos, integraron el famoso Quinteto cuyo punto culminante fue el disco “Kind of Blue” (1959), considerado el álbum más influyente de jazz de todos los tiempos.
En 1960 emprendieron juntos una gira europea que selló su historia compartida. Con presentaciones en París, Estocolmo, Colonia, Múnich y Copenhague, el público pudo presenciar el choque creativo de dos personalidades que ya apuntaban a caminos divergentes. Coltrane, cada vez más impetuoso, buscaba extender los límites de la improvisación; Davis, más reservado, mantenía la elegancia del fraseo.
Al regresar, Coltrane dejó definitivamente el grupo para dedicarse a su propio cuarteto, con el que grabaría “My Favorite Things” (1960), una versión del tema musical de Broadway The Sound of de Music (1959), escrita por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein, que se convertiría en un clásico del jazz, destacando el sonido de su saxofón soprano, además de un éxito en ventas.
Entre 1960 y 1965, Coltrane pasó de ser un innovador estilístico con éxito comercial a un místico del jazz que buscaba la trascendencia espiritual a través de la música que se revela en “A Love Supreme” (1965), lo que marcaría el inicio de un camino hacia su canonización, tras su fallecimiento (17 de julio de 1967, víctima de cáncer de hígado en el Hospital Huntington, en Long Island, Nueva York), convirtiéndolo en San John Coltrane.
Publicado en 1965, “A Love Supreme”, más allá de ser considerada una obra maestra del jazz, es una revelación, escribió Fernando Navarro, periodista especializado en jazz de El País (24 abril de 2020). Coltrane concentra todo su misticismo en este álbum como si de alguna manera pudiese comunicarse con Dios, o lo que fuera que es silencio cuando la vida es todo ruido. El saxofonista era un ser profundamente místico después de haber caído a los infiernos. Como él mismo contó, tuvo un “despertar espiritual” en 1957 tras una larga lucha con el alcohol y la heroína, que le llevaron a ser expulsado del grupo de Miles Davis. El despertar acabaría por impregnar toda su obra de una espiritualidad única.
En plena cúspide de su carrera, Coltrane desapareció durante un tiempo para componer “A Love Supreme”. Casado y a la espera de su tercer hijo, el músico estaba en el período más feliz de su vida cuando decidió que quería crear una suite que plasmase su agradecimiento a Dios. Era algo difuso, un remolino de ideas, pero suficientemente potentes como para que, como un druida que buscase una pócima, se aislase encima del garaje de su casa en Dix Hills, en Long Island.
Tanto fue así que su mujer afirmaba que tenía “un marido desaparecido”. Apenas se le veía por la casa. Solo en contadas ocasiones bajaba, cogía algo de comida y volvía a encerrarse en el garaje. No se trataban de unas horas de confinamiento, sino de días enteros. Su familia llegó a no coincidir con él durante dos semanas. Cuando se lo encontraban, Coltrane, entre entusiasmado y obsesivo, les decía que estaba con algo importante y volvía a desaparecer. Su mujer acabó tomándoselo como si el genio del jazz estuviese en una misión.
En el último año de su vida, cuando la reputación y notoriedad de Coltrane alcanzaron su nivel más alto, sus allegados se dieron cuenta de que algo andaba mal. Le diagnosticaron cáncer de hígado, como se supo más tarde. Sin embargo, Coltrane no se rindió. Continuó trabajando en sus grabaciones hasta el día de su fallecimiento el 17 de julio de 1967, a los 41 años de edad.
Cuatro años después de su muerte, unos seguidores de San Francisco fundaron una iglesia para celebrar su legado: La Saint John Coltrane Church. Al principio, fue un club de jazz llamado “Yardbird Temple”, en honor a Charlie Parker. En 1971, la iglesia se trasladó a su ubicación actual en el barrio de Fillmore, en San Francisco, California.
Fue confundada por el arzobispo Franzo King y la viudad de Coltrane, Alice, también tuvo un papel importante en su desarrollo. La Iglesia de Coltrane forma parte ahora de una comunidad religiosa con mayor raigambre y mejor financiación, la Iglesia Ortodoxa Africana, una denominación cristiana predominantemente afroamericana que fue fundada en Estados Unidos en 1918.
Para la integración se requirió una negociación teológica: los ortodoxos no podían aceptar la menor sugerencia de la divinidad del saxofonista; sus devotos insistían que, en su musica, se manifestaba el Espíritu Santo. Hubo acuerdo en canonizar al difunto, convertido oficialmente en San John Coltrane, señaló una crónica de Diego A. Manrique publicado en El País (21 febrero de 2021).
Miles Davis – llamado el Príncipe de las Tinieblas porque su trompeta podía sonar melancólica, misteriosa y sombría -, sobrevivió varios años a su excompañero. Eran de la misma edad; ambos nacieron en 1926: Davis, el 26 de mayo en Alton, Illinois y Coltrane, el 23 de septiembre en Hamlet, Condado de Richmond en Carolina del Norte. Aunque compartieron el escenario y crearon juntos algunas de las obras más memorables del jazz, sus orígenes no podrían haber sido más distintos.
Davis llegó al mundo en una familia afroamericana de clase media-alta y estudió en la Juilliard School de Nueva York. La historia de Coltrane fue diferente. Nació en una familia modesta, pero profundamente religiosa y su formación fue mucho más autodidacta.
En la segunda mitad del siglo veinte, sus trayectorias se cruzarían en el Miles Davis Quintet, donde la seguridad aristocrática de Davis y la intensidad expresiva de Coltrane se encontraron en un terreno común: el jazz. De esa unión surgirían discos inmortales como Kind of Blue. RDM