- Lealtad absoluta a costa del fracaso y de mentir reiteradamente
Miguel A. Rocha Valencia
Sin duda la estrategia de actuar por presiones de Estados Unidos o dejar que las cosas sucedan en materia de seguridad, le funcionan a la president(a) Para no romper abiertamente su pacto de fidelidad absoluta a su padrino político, por quien todas las mañanas debe mentir, ocultar y hasta enfadarse por negar la verdad como en el caso de los dineros públicos.
De ninguna manera se va a aceptar que en cualquier renglón de la política de la 4T hay equivocación y enmienda; mucho menos aceptarán pactos sucesorios, cochupos con redes criminales ni la gran corrupción que todos los días brota en todas las estructuras de gobierno y la impunidad que desde palacio Nacional se dispensa a los fieles, agradecidos y lacayos.
Pero los números no mienten: se aflojó la política monetaria con la baja de intereses y se “recuperó” la inflación, no sólo la general, sino la subyacente que encarece todo; disminuyeron empleo y empresas formales, la deuda volvió a subir y la amortización del servicio del débito público se tornó confiscatorio para un presupuesto al que no le entra más dinero y obliga a incrementar impuestos, no por salud pública sino por necesidad gubernamental de tapar hoyos.
De tal suerte que en las dos vertientes: seguridad y economía, con todo lo que implican, los problemas son tan graves y serán mayores que son inocultables como la corrupción que explotó en estos días y que está administrando la presidencia porque ya no la puede contener.
Por eso de ahí, del mismo gobierno y las presiones y denuncias de Estados Unidos, salió lo del huachicol de hidrocarburos y fiscal; de ahí surgió la instrucción para ventilar la podredumbre de Tabasco y de ahí mismo salen las vertientes de investigación fragmentadas por la Fiscalía General de la República, la Secretaría de Seguridad y las instituciones castrenses donde los asesinatos rompen cadenas de complicidades incluso en los temas de productos y venta de drogas, o tráfico de armas y personas.
Organizaciones criminales como la descubierta en Marina y encabezaban los hermanos Manuel y Fernando Farías Lagunas, sobrinos del entonces titular de la dependencia que no sólo defraudaba a hacienda con importaciones de hidrocarburos, sino también traficaba con drogas; eso lo demuestra la información “secreta” de la Sedena.
Por eso el cambio no es como dicen, por una decisión soberana de ajustar políticas públicas sino de una presión extra fronteras a la cual se le antepone un discurso patriotero, así como dar salida a una corrupción que es tan grande e inocultable que estalla las vísceras de la 4T donde además se enfrenta una miseria franciscana obligada por los latrocinios, compra de votos, incapacidades para gobernar y el recurso fácil de endeudarse y continuar protegiendo a quien prometió no pedir prestado.
Por eso la pregunta ¿Por qué mentir si todo se sabe?
Sólo mentir y demagogia, aunque los números, investigaciones, documentos, videos, audios y la investigación se nieguen a aceptarlas como dogmas.
Ahí están los muertos, los asesinatos, la escasez los abusos, contratos, reformas, gastos “incomprobables y misteriosos”, complicidades y felonía de las cuales se dan cuenta todos los días y si no, desde el otro lado de la frontera nos la restriegan como aquella de narco gobierno y organizaciones terroristas.
¿O qué los 800 mil de la pandemia y los 200 mil asesinatos son un mito? ¿El crecimiento de menos del uno por ciento en siete años es mentira neoliberal? ¿La duplicación de 10 billones a 20 billones de duda la inventaron los enemigos del régimen? ¿Dónde está el dinero, en qué lo gastaron si recortaron hasta los medicamentos para los enfermos de cáncer para repartir y comprar agradecimiento popular?
Esos diez billones de pesos hasta el 2026, no están en infraestructura, aunque uno de ellos esté enterrado en la vanidad y soberbia del ganso que con obras inservibles gravó al erario público, compró a militares y nos dejó tren, aeropuerto, aerolínea y refinería con subsidios de por vida, amén de los 100 mil millones de dólares y 500 mil millones de deuda con proveedores de Pemex.
Y todavía se atreven a festejar que “creceremos” 0.6 por ciento y el año que viene será récord con 0.8 por ciento y un déficit mayor al que hoy tenemos pues llegará al 4.5 por ciento y con un adeudo que superará los 1.5 billones de pesos.
Mienten con todo cinismo cuando afirman que los impuestos suben para cuidar a los niños, a los mexicanos para que ahorren y no se enfermen cuando en realidad lo que necesitan es conseguir dinero y si es a través de los IEPS, pues duro con ellos porque todos consumimos. Son ingresos seguros.
Pero, además, no hay certeza de que se cumpla el déficit y techo de endeudamiento; la libertad otorgada por los lacayos del congreso a “su” gobierno, permitió que este año se pasara del 3.5 por ciento presupuestado al 4.3 por ciento y en 2026, será más, con lo cual, con todo y bajas de tasas los intereses pasarán del billón 600 mil millones de pesos, sin contar la paralela de Pemex.
Mentir y robar es la divisa, porque traicionar en un cártel como la 4T donde todos son cómplices, puede costar, como ya se vio, la existencia o la libertad.
Ni siquiera tienen vergüenza al cantar inversiones, que no van a infraestructura o rubros productivos, pero qué se le hace, es la 4T y de todo se agarran para su demagogia.