- Los miserables aumentan igual que la deuda; Morena salió muy cara y corrupta
Miguel A. Rocha Valencia
Si a estas alturas alguien cree que en México se acabará la pobreza con la 4T, está mal de sus cabales y más aquellos que piensan que “algún día” saldremos de deudas con este régimen; por el contrario, los hechos “hablan” de que nos hundimos a diario pues los réditos de nuestro endeudamiento soberano crecen lo mismo que el principal de las empresas públicas.
Y podrá echársele la culpa a la “deuda maldita”, del neoliberalismo, pero los hechos son claros; aquellos dejaron 10 billones en el débito nacional y los actuales, en siete años se gastaron 10 billones más, pero sin dejar prácticamente nada, salvo obras que debemos mantener de por vida y que beneficiarán, si algún día son rentables, a las fuerzas armadas del país, incluyendo trenes, aeropuertos, aduanas y empresas accesorias, incluyendo, claro está dineros fiscales de subsidios y utilidades.
Olvidaba que parte de ese endeudamiento colosal se debe a la compra del “agradecimiento” de beneficiarios de programas clientelares al que ahora se suma un nuevo eslabón de becas presumido en Tabasco para alcanzar una cifra cercana al billón de pesos.
Claro los “pellizcos” a la deuda pública etiquetada como soberana, se da en el camino ya sea a través de los no pagos a prestadores de servicios de Pemex a quienes, a pesar de liquidarles cerca de 200 mil millones, también prestados, no baja el monto de los 500 mil millones de pesos. Peña dejó ese rubro en menos de 300 mil millones y sin transferencias de dinero fiscal como hoy ocurre.
Pero dejemos eso de la deuda que para los morenos resulta pecata minuta mientras les sigan prestando dinero con garantía en los bienes públicos ya que lo importante es que no crecemos y por más que se maquillen las cifras “ellos” saben que mienten y lo mismo que en materia de seguridad dan al pueblo bueno y sabio vil atole con el dedo, lo malo para la 4T es que esa misma gentes agradecida por la dádiva ya no se la cree y en especial los jóvenes saben que llevan todas las de perder aunque les regalen unos pesos disfrazados de beca.
Muchos de ellos participaron en la marcha de la Generación Z sabedores de que el dinero que les “regalan” en realidad lo deben y que con ello se hacen cómplices de la corrupción cuatroteísta y de su propio futuro comprometido con la deuda, baja en la calidad de los servicios, alza en los impuestos y la persecución de que serán objetos cuando sean causantes o se les ocurra disentir del gobierno.
Saben los chavos de hoy que los pesos que les regalan es a costa no sólo de comprometerse con una deuda que resulta histórica e impagable sino de su futuro incierto, ya que o son víctimas del crimen organizado o del propio gobierno que los apretará económica o ideológicamente. Aun no lo saben.
Pero en lo que no hay duda es que en una reflexión económica simple, saben esos millones de jóvenes que no van a crecer ni mejorar sus condiciones sociales simplemente porque el país no se desarrolla, arroja niveles de crecimiento que no superan ni el uno por ciento sexenal y a contrapelo, el mal manejo presupuestal lleva a déficit por arriba del 3.5 por ciento que se traducen en andar pidiendo prestado para tapar hoyos de corrupción, ignorancia o demagógicos.
Y es que mientras la economía esté basada en el crédito para mantenerse en el poder, no vamos a crecer; no olvidemos la máxima de que si el gobierno gasta más sin generar fuentes de empleo y dar facilidades a las empresas, sólo lo hará endeudándose o subiendo los impuestos incluso persiguiendo a quienes generan riqueza y empleo, justo como hoy lo hace la 4T.
Al final quien pagará los regalos en efectivo, la atroz y cínica corrupción de los morenos vamos a ser todos los mexicanos, máxime en un régimen como en el que vivimos donde todos roban y son protegidos por y desde el mismo gobierno, pues eso ahuyenta a la inversión.
No olvidemos, aunque sea reiterativo, que el estado no tiene más dinero que el que las personas ganan por sí mismas y si el estado quiere gastar más solo puede hacerlo endeudando los ahorros de todos o aumentando los impuestos.
Por eso no hay obra privada en este país, toda la financia el gobierno con deuda o a través de la banca pública desde donde también se tapan hoyos como los más de 500 mil millones que con Banobras y Hacienda se consiguieron para Pemex que en un sexenio perdió más de un billón de pesos y se le restituyeron con débito internacional. Ni hablar de la deuda de CFE donde la mano corrupta de los Bartlett y la familia López está metida hasta el fondo.
Pero meter a la cárcel a cualquiera de los López incluyendo a Adán Augusto, sería reconocer que hay corruptos en la 4T y eso no lo van a aceptar, aunque se hundan. El principio es negar siempre y si después de hacerlo nadie les cree, entonces le van a echar la culpa a otros; es el procedimiento del manual como pasó en la marcha de la generación Z a la que quieren inscribir en una tenebrosa trama internacional contra el llamado narcogobierno.
Y mientras, los asesinatos siguen, se vuelven selectivos, las desapariciones se incrementan y la extorsión se vuelve común con un 94 por ciento en cifra negra. Inseguridad, criminalidad, corrupción e impunidad se vuelven sello de un régimen que se acostumbró a la corrupción, mentir, perseguir, satanizar e ignorar.
