Redacción MX Político.- Más que el reconocimiento con el que ha sido distinguida, el Premio Belisario Domínguez, lo que Rosario Ibarra de Piedra esperaría es “justicia” para los miles de desaparecidos que hay en el país y por los que ella ha luchado junto con otras mujeres por su presentación con vida, desde hace más de 40 años.
Así lo señaló Rosario Piedra Ibarra, hija de la fundadora del Comité Eureka –dedicado a exigir la presentación de los desaparecidos–, quien a nombre de su madre destacó que el reconocimiento es el resultado “no de una lucha individual”, sino de todas las familias que participaron en la fundación, como el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, predecesor del Comité Eureka, informó apro.
“Lo primero que me comentó es que le agrada (recibir el galardón) pero que ella quisiera saber de su hijo (Jesús Piedra Ibarra, desaparecido en 1975), y que por eso espera seguir luchando, aun a su avanzada edad. Nos pide que sigamos luchando y que ella nos va a seguir acompañando para exigir justicia, para exigir que se esclarezca el caso de los desaparecidos”, abundó Piedra Ibarra.
En una conferencia realizada en instalaciones del Museo Casa de la Memoria Indómita, la hija de la excandidata a la Presidencia de la República en 1988 sostuvo que, para su madre, el Premio Belisario Domínguez le provocó sentimientos que le han sucedido en ocasiones anteriores en que se ha reconocido su lucha incansable.
“Mi madre piensa que hubiera preferido no tener que ser reconocida por su lucha incansable por los desaparecidos, que hubiera preferido que estuviera con ella mi hermano Jesús”.
Piedra Ibarra admitió que la familia comparte el mismo sentimiento “encontrado” de su madre, “porque lo que queremos es justicia, llegar a la verdad, saber de ellos, y devolverles los soles que les han robado”.
Durante el encuentro, al que acudieron familiares de desaparecidos durante la llamada “guerra sucia”, quienes pidieron a Piedra Ibarra transmitir sus felicitaciones a la exsenadora, se le cuestionó sobre el reciente debate respecto de la legitimidad de la lucha armada de los años setenta, a la que se integró su hermano Jesús como miembro de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Mesurada, Rosario Piedra pidió “ver las cosas en su justo momento”, y recordó que durante los gobiernos priistas del siglo pasado lo que prevalecía era la “represión y el exterminio de los opositores; a los desaparecidos los querían fuera de la faz del planeta, y en el caso de mi hermano, elementos del Estado se metieron a nuestra casa para llevarse todo lo que tuviera que ver con Jesús, se metieron a la Facultad de Medicina, para llevarse los cardex y sus calificaciones. La intención era acabar con ellos por completo”.
Resaltó que hasta las pasadas elecciones de julio de 2018 “no había lucha política pacífica, no había otra alternativa, y se llamó ‘guerra sucia’ porque el Estado utilizó toda su fuerza contra unos cuantos y con población civil”.
De acuerdo con Rosario Piedra, el triunfo de Andrés Manuel López Obrador fue precisamente resultado del deseo de “acabar con el derramamiento de sangre, por eso pensamos que apenas dimos el primer paso, por el hambre, la miseria, la opresión, esa violencia que todavía se vive en este país, por eso hasta que no haya justicia y se llegue a la verdad, hasta que no sepamos donde están los desaparecidos, no va a haber Cuarta Transformación”.
Insistió que su madre y su familia se sienten complacidos del avance democrático, pero aún falta camino por recorrer.
“Qué bueno que hemos empezado esta Cuarta Transformación, pero hay que seguir luchando. Mientras no se esclarezcan los miles de desapariciones forzadas, mientras no se erradique esa práctica, no podemos decir que hay transformación”.
Rosario Ibarra de Piedra recibirá el Premio Belisario Domínguez el próximo miércoles 23 en instalaciones del antiguo Senado de la República, en el Palacio de Xicoténcatl.
jvg