Francisco Gómez Maza
• De 142 iimplicados sólo quedan 62
• ¿Le importan las víctimas al juez?
Qué está pasando. Que el ministerio público del gobierno de Peña presentó carpetas o mal hechas o amañadas, como para que los detenidos fueran exonerados. Resulta que a los 29 que ya habían sido liberados, se agregan otros dos presuntos implicados en la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
El Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Tamaulipas –informó este domingo 6 de octubre el subsecretario de gobernación, Alejandro Encinas– ordenó la liberación inmediata de Carlos “C” y Raúl “J”, quienes serían procesados por los delitos delincuencia organizada y desaparición forzada.
En un comunicado, Encinas detalló que el órgano jurisdiccional otorgó la liberación por falta de elementos para procesarlos. Y a través de “redes sociales”, Encinas calificó esta decisión como un “un sabadazo”, e incluso aseveró que la Comisión Presidencial para la Verdad y el Acceso a la Justicia, para el caso Ayotzinapa, no puso a las víctimas en primer plano.
El caso de la simulación de las autoridades del sexenio de Peña en torno a la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa está colmando la paciencia; más cuando vemos que el poder judicial está desmantelando la trama de la investigación al liberar rápidamente a implicados en el horrendo crimen.
El viernes 4 de octubre habían sido liberados tres sospechosos. El juez que los mandó a su casa se llama Samuel Ventura Ramos y es juez primero de distrito en procesos penales federales, ubicado en Tamaulipas. Dictó dos sentencias absolutorias y un auto de libertad con reservas de ley. Los favorecidos con esta sentencia son Osiel Benítez, puesto en libertad este jueves, Carlos Canto Salgado y Raúl Javier Crespo, quienes debieron de haber salido de la cárcel el sábado, o sea la víspera de hoy domingo 6 de octubre.
En menos de un mes, los jueces han liberado a 31 implicados en el caso Ayotzinapa, con lo cual, de las 142 personas que estaban detenidas y en proceso de investigación, sólo quedan 62 pues ya habían sido liberadas otras y así, la verdad histórica de Jesús Murillo Karam ha pasado a ser la mentira histórica, en defensa de la responsabilidad-culpabilidad de “quién” sabe quién en la desaparición de los chamacos. Debe de ser una persona de primerísimo nivel en la pasada nomenclatura.
Alguien, y por órdenes de alguien, tuvo que desaparecerlos y la ahora Fiscalía General de la República tiene la obligación de descubrir quién mandó secuestrar a los estudiantes y quién los tiene, si es que están vivos, o quien cremó los cuerpos o dónde los enterraron vivos.
Y la misma canción: La libertad de los tres fue dictada, luego de que acusaron haber sido torturados por las autoridades. Sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) indicó el mes pasado que los tres implicados se negaron a someterse al Protocolo de Estambul para confirmar sus alegatos.
Estas liberaciones se suman a las de Gildardo López Astudillo, ‘el Gil’, y a las de 24 policías municipales, que fueron ordenadas por el juez Ventura Ramos hace unas semanas, así como a las que se han dictado en favor de otros supuestos integrantes de Guerreros Unidos, una organización de la delincuencia organizada que comercia con amapola.
El subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, lamentó que sea el Poder Judicial el que, a través de estas resoluciones, deje en indefensión a las víctimas de desaparición forzada y otras violaciones graves.
Si hubo tortura, que nos diga (el juez) quiénes fueron los torturadores; hay que castigar a los torturadores”.
En septiembre, en una columna publicada en diferentes medios, Encinas señaló que el juez de Distrito “interpreta con mucha laxitud la ley, pero no imparte justicia”. Las resoluciones de Ventura Ramos se dictan a cinco años de la noche de Iguala y bajo la promesa del actual gobierno federal de averiguar lo que ocurrió en ese sitio.
La Fiscalía General de la República acaba de anunciar que buscará responsabilizar a quienes “han incumplido con sus funciones” en el caso de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. Y quiénes son los que han incumplido sus funciones. Me atrevo a especular que, en primer lugar, al ex procurador de Peña, Jesús Murillo Karam, quien en la práctica concluyó la investigación y dijo que todo estaba consumado; que la suya era la verdad histórica. Uf, pero estamos viendo que todo fue mentira y que no aparecen ya sea los estudiantes vivos, o sus cadáveres.