Dos meses han trascurrido del gobierno de Enrique Peña Nieto y, en el fondo, no ha cambiado nada: tan campantes, la violencia criminal, la inseguridad pública, el miedo…
La reforma a la Ley Federal del Trabajo únicamente legalizó el estatus otrora ilegal de la tercerización empresarial (el outsoursing) y le confiscó muchos derechos a los trabajadores, quienes ahora difícilmente alcanzarán una pensión al retirarse
La reforma al artículo tercero en materia de educación no garantiza que mejorará el sistema escolar, colapsado desde hace ya mucho tiempo, desde antes de la Maestra.
La ley de víctimas es ineficaz e inoperante.
La declaración patrimonial del presidente es una burla…
La decisión del IFE de perdonar al PRI los recursos Monex y la sanción contra el PRD, también.
El affaire Cassez es un escándalo mundial que pone en ridículo al gobierno mexicano y a su Corte de (in) justicia.
Y la explosión en Pemex (Petróleos Mexicanos), que mató a 36 personas y dejó malheridas a poco más de un centenar, pone en evidencia, considerando que haya sido un “accidente”, la falta de mecanismos de mantenimiento.
En tanto, Peña Nieto quiere aprovechar la gran oportunidad, presentada en una sola generación, para lanzar a México, cuando ni siquiera puede hace funcionar lo que ya se tiene.
“Se colapsó antes de los primeros 60 días” se titula el más reciente reporte de la Carpeta Púrpura difundida este domingo con un análisis de la situación política, social y económica de México, a dos meses de la asunción del presidente priísta, que con la tragedia en la petrolera enfrenta la primera gran crisis, inesperada, no prevista, dramática, fatal.
El balance realizado por la Carpeta Púrpura es preocupante para muchos y más tendría que serlo para el mismo Peña Nieto, su gabinete y su partido. En estos dos meses (diciembre y enero), que muchos consideraron exitosísimos para el gobierno, que el presidente sabía negociar, que había logrado firmar el Pacto por México, que iba a estrenar nuevas leyes y nuevas instituciones (le llamaron el “Ferrari!)… resulta que nada ha cambiado.
Han sido 60 días de gastó la Luna de Miel que generalmente dura 100 días para cada gobierno entrante. Por un lado, de acuerdo con la Carpeta, Peña demostró capacidad de convencer a los dirigentes de los principales partidos de oposición de firmar el pacto, pero no incluyó al principal opositor, Andrés Manuel López Obrador, ni a la sociedad, ni a los principales sectores… y tampoco incluyó los dos asuntos más importantes: la reforma fiscal y la reforma energética.
Abrió Peña Nieto demasiados frentes; quiso abarcar mucho y ahora enfrenta su primera gran crisis, porque el Pacto por México está roto; las principales reformas no se han hecho y las que se aprobaron no cambian realmente nada de fondo y el país sigue de susto en susto. Su primera gran crisis: la explosión en Pemex puso en evidencia el estado desastroso en que se encuentra el país y sus principales instituciones, y tuvo un alto costo de vidas.
Y el único frente no abierto, el económico, corre el riesgo de no abrirse si no llegan las inversiones extranjeras que esperaba Peña Nieto por los proyectos de infraestructura, considerados por los empresarios como inviables por no ser rentables, por la falta de reformas (fiscal y energética) y porque sigue la ola de violencia e inseguridad, a lo cual hay que agregar las torpes declaraciones del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien descartó la devaluación del peso, lo que en el antiguo lenguaje de símbolos significa que, cuando el gobernador del banco central lo niega es que ocurrir y, de hecho, expertos dicen que será una de menos de dos dígitos para elevar la competitividad de las exportaciones.