Francisco Gómez Maza
• Prida y la cloaca de la Conaliteg
• Sendos Ejemplares de corrupción
Francisco Gómez Maza
Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, el eje central de su gobierno es el combate a la corrupción. Sin embargo, abundan los ejemplos de cómo, desde la Presidencia de la República, la corrupción se tolera; aún peor, se estimula la impunidad.
Pongamos el ejemplo de Carlos Lomelí Bolaños, el ex superdelegado de López Obrador en Jalisco, que ganó contratos multimillonarios con el gobierno. Este empresario es socio de una red farmacéutica conformada por nueve empresas dedicadas a la venta de medicamentos, que han compartido los mismos socios, apoderados legales, representantes e, incluso, domicilio en Zapopan, Jalisco, a pesar de que el funcionario sólo reconoce como propias cuatro de esas compañías.
Ese grupo farmacéutico ha vendido miles de millones de pesos en contratos gubernamentales, en siete años (2012-2019). Lomelí, cuyos honorarios como funcionario público eran inferiores a 50 mil pesos, se vio obligado a renunciar por la presión que ejercieron las denuncias periodísticas. Ni siquiera el gobierno hizo una investigación sobre los delitos en que incurrió el personaje de marras, quien había usurpado el cargo para hacer negocios desde el poder, con el aval y la complacencia del mismo presidente López Obrador.
El caso del gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla, es también un ejemplo de corrupción, pero se le ha protegido aún a sabiendas de sus ligas con los capos en Tijuana. (El tema de Bonilla lo vamos a exponer en su momento en otra entrega.) Ahora pasemos al caso del empresario Armando Prida Huerta y del director de la Conaliteg, Antonio Meza Estrada, como un claro ejemplo de corrupción de la Cuarta Transformación.
Prida y Meza mantienen vínculos de negocios y amistad desde hace más de 25 años. Ambos han participado en asociaciones civiles, pero los dos no informaron en sus respectivas declaraciones patrimoniales a la Secretaría de Hacienda de su añeja relación que impedía, por mandato ley, tener un trato mercantil en operaciones de contratos para la asignación de trabajos de impresión de libros de texto gratuito con fondos del erario público.
El empresario Armando Prida fue beneficiado en 2019 con cuatro contratos, por 250 millones de pesos, por la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, dependencia del gobierno federal que encabeza Antonio Meza.
Es más que claro el conflicto de interés entre ambos, además de que Meza propuso directamente a Prida para la asignación directa de dichos contratos, lo cual constituye, además, el delito de tráfico de influencias.
La Secretaría de la Función Pública está obligada a investigar la relación entre ambos personajes y los entretelones que hay detrás de los jugosos contratos otorgados por la Conaliteg al empresario, quien es dueño de Litografía Magnograf y de Encuadernaciones de Oriente. Con esta última impresora, y asesorado por abogados del ex gobernador de Puebla, José Antonio Gali Fayad, Prida Huerta mantuvo litigios muy fuertes contra la Conaliteg, y los detuvo en diciembre pasado, al enterarse que su socio Antonio Meza asumía nuevamente la Dirección de la paraestatal. Es claro el conflicto de interés de ambos personajes. Seguramente, su interés mutuo no lo manifestaron al asumir el cargo ni al asignar y firmar contratos fuera de licitación.
En su momento también la Auditoría Superior de la Federación deberá analizar e investigar la relación del director de la Conaliteg y el empresario de Litografía Magnograf.
Tanto Prida como Meza estuvieron involucrados en malos manejos en licitaciones y asignaciones directas, para la impresión de libros, en el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo.
El secretario de Educación, Esteban Moctezuma, está involucrado también en estas operaciones. Fue él quien propuso al presidente López Obrador la designación de Antonio Meza como director general de la Conaliteg.
El Órgano Interno de Control de la SEP y de la Conaliteg ha sido omiso de las irregularidades cometidas tanto por Meza como por Moctezuma para beneficiar a Armando Prida, cuyos planes son posicionarse como el impresor favorito de la Cuarta Transformación. De entrada tiene garantizados contratos por más de mil 500 millones para la impresión de libros de texto gratuitos.
Armando Prida ha estado envuelto en números escándalos de corrupción, tanto en la Conaliteg como en el gobierno de Puebla, durante la polémica administración del fallecido ex gobernador Rafael Moreno Valle.
Cuando Moreno Valle fue candidato al gobierno de Puebla, Prida le facilitó una avioneta y un helicóptero para su traslado en la campaña; le promovió publicitariamente en sus medios de comunicación y todavía tuvo la desfachatez de que Morena Valle designara a su yerno como vocero del gobierno.
A cambio, Prida y sus hijos obtuvieron jugosos contratos de publicidad y de construcción de obras públicas por más de mil 500 millones de pesos.
Así como Prida exprimió al gobierno de Moreno Valle, el mismo Prida ha tomado a la Conaliteg como un verdadero botín desde hace más de 25 años.
Lejos de combatir la corrupción, el gobierno de la Cuarta Transformación de López Obrador premia a los corruptos y los solapa; Antonio Meza es un claro ejemplo de ello y Prida se ha convertido en el impresor favorito de AMLO; por eso, Prida fue el único que festejó, con bombo y platillos, el LX Aniversario de la Conaliteg que, en febrero de 2019, se cumplió.
Muchos motivos de Prida para festejar la impresión de 150 millones de libros de texto gratuitos, tan sólo para presente el ciclo escolar que está por comenzar. Prida controla más del 50 por ciento de la impresión de la producción de la Conaliteg. Es simplemente el impresor consentido del gobierno de AMLO en la Cuarta Transformación.