Francisco Gómez Maza
• Información y crítica, su trabajo cotidiano
• Tomar partido es renunciar a este oficio
Hay periodistas que han renunciado al mandato que tiene el periodista, de informar y cuestionar al sistema político y económico, sean del signo ideológico que sean los gobernantes. Se olvidaron de que son periodistas y ahora son aplaudidores y propagandistas, en el caso de México, del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Quiero ser fiel a mi vocación de periodista, de informador como reportero, y de crítico como analista.
He hecho del periodismo mi modus vivendi. Para eso estudié. Y a muchos les consta que no he medrado con mi oficio. No tengo casa, no tengo automóvil no tengo gasolinerías, no tengo negocios, no he presentado ningún trabajo periodístico para que se me otorgue un premio, porque soy de la idea de que mi premio mayor es, primero, el exiguo salario que he recibido de las empresas para las que he trabajado y, segundo, el favor de muchos lectores que se fijan en lo que yo escribo.
Tengo principios progresistas. No comulgo con el conservadurismo, y menos con la derecha, y mucho menos con la ultraderecha, y muchísimo menos con el llamado centro, que para mí es el vacío total de conciencia. Siempre me he considerado un ciudadano y un periodista de izquierda que trata de poner un granito de arena para que los trabajadores adquieran información a fin de motivarse a la lucha por la defensa de sus derechos, hechos a un lado por los gobiernos de ultraderecha que han gobernado al país, desde esa gran mentira. Gran impostura, que fue la revolución mexicana, y cuya voracidad se agudizó en los más recientes sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, castigando a los trabajadores con sueldos y salarios de miedo y a la economía nacional concentrándola en las manos de los grandes magnates.
No comparto la práctica de periodistas definitivamente vendidos al sistema económico y político y que, de periodistas, pasaron a propagandistas del modelo neocapitalista que, con sus matices de neoliberalismo, se impuso en México para construir una economía de casino, en la que políticos de primer nivel y grandes empresarios pueden, con absoluto cinismo e impunidad, saquear las arcas de la nación mediante el robo, o el no pago de millonarios impuestos.
Comparto, sí, muchas posturas con Andrés Manuel López Obrador, pero siempre seré un crítico contumaz. No estoy de acuerdo con muchas políticas del nuevo gobierno. No estoy de acuerdo, por ejemplo, que no se someta a juicio penal a los ladrones del erario, a los ladrones de gasolina, a los que envenenan el agua, a los que roban el Erario, a los que son explotadores de los trabajadores y los empleados, a los comerciantes de las drogas ilícitas, a los asesinos de mujeres y niñas, a los acosadores y violadores sexuales, a los ministros religiosos pederastas y pedófilos, a la criminalidad en general. No comulgo con la idea de la Guardia Nacional ni con el tendido del Tren Maya.
No estoy de acuerdo en cerrar las estancias infantiles sólo porque el dinero presupuestado para ellas no llega porque se queda en el camino, en manos de funcionarios corruptos, en manos de organizaciones populares y campesinas. Que se tenga cuidado y que se castigue a los ladrones, pero no que se cierren los centros de enseñanza, que son fundamentales para que los niños socialicen entre ellos y se eduquen en las relaciones humanos que, posteriormente se convertirán en relaciones de producción.
Comparto modelos, pero cuestiono políticas. Queridos colegas partidarios de López Obrador. Yo nunca he sido aplaudidor de nadie, A todos los que me conocen les consta. Llevó más de medio siglo como reportero (no me gusta la palabra periodista porque periodista puede ser cualquiera, hasta un economista que escriba un comentario sobre los índices económicos y financieros, o un activista por los derechos humanos, o un ex funcionario gubernamental que no haya en que perder el tiempo cuando termina su mandato). Periodistas hay millones, sobre todo en las llamadas redes sociales. Reporteros y analistas somos muy pocos. Y fuimos a la escuela de ciencias de la información, de ciencias de la comunicación, de periodismo, y nos jodimos los ojos estudiando muchas materias durante 5 años).
En fin. Son reportero y analista de la realidad. Tengo filias hacia la izquierda. Tengo fobias, también, hacia los injustos, hacia los explotadores de la fuerza de trabajo, hacia los corruptos. Quiero una sociedad en la que todos tengamos las mismas oportunidades de vivir dignamente. De que todos podamos tomar unas vacaciones en la playa. Y de que todos tengamos acceso a la educación superior y a llegar a acabar con la pobreza, el hambre, la miseria, la fatalidad de las enfermedades curables.
analisisafondo@gmx.com