Francisco Gómez Maza
• Momentos de esperanza ante la aparente retirada de ómicron
• Incertidumbre y pánico frente al conflicto EU vs Rusia-China
No acabamos de salir de una cuando ya nos metieron en otra.
Del coronavirus, la devastadora pandemia de la edad contemporánea, impuesta por la naturaleza, a la guerra implacable, decidida por la codicia humana, por la permanente confrontación entre Occidente y Oriente.
Cuando hombres y mujeres empiezan a aventurarse a salir a la calle con más confianza – con cubre bocas, claro-, porque perciben que la presión de ómicron declina, estalla una violencia que puede convertirse en la conflagración mundial más fatal que cualquier otra habida en la historia del mundo. Mas mortífera que la pandemia misma. Y sin vacuna,
Esta vez, la guerra fría entre los bloques hegemónicos Rusia-China versus EU-OTAN, no duró más que el tiempo requerido para que el presidente Vladimir Putin ordenara a las tropas rusas atacar la región Éste de Ucrania, nación desgajada de la URSS en aquellos tiempos de la Perestroika, una de las mayores y más desarrolladas repúblicas ex soviéticas.
Ya todos los medios informativos han dado a conocer los pormenores del conflicto, que rebasa la imaginación del SARS-Cov-2.
Se ha consumado otra confrontación Este-Oeste.
Y a Rusia, con el apoyo de China, le importan un bledo las amenazas de castigo económico financiero de Occidente.
La invasión a territorio ucraniano no tiene retorno.
Obviamente, Estados Unidos se siente agredido.
Es la lucha por la supremacía.
Claro. Joe Biden no acepta que Estados Unidos también hace lo mismo. Ha invadido, ha financiado golpes de Estado. Se ha metido hasta la cocina en los países de América Latina. También invade lo que se le ocurre que amenaza su hegemonía.
Entre Este y Oeste, tal para cual, diría el filósofo del pueblo.
La humanidad ya tiene en qué entretenerse, dramáticamente, lidiando a la muerte, como en un juego dia-bólico, con una espada de Damócles sobre la testa.
Qué pasará ahora que los rusos han invadido el Este de Ucrania y han lanzado su artillería en contra del gobierno de Volodímir Zelenski. Simplemente, que Putin hizo real la amenaza, desafiando a Joe Biden y a los gobiernos de la OTAN, cuando Estados Unidos aún no se repone de la paliza de los Talibanes en Afganistán.
El ruso se adelantó a los estadounidenses, quienes pretendían apoderarse de un país que está en la zona de influencia rusa, una región de enormes riquezas minerales. Y los rusos están seguros de que muy rusa.
Entretanto, el coronavirus miente, Aparenta que va en retirada, pero sigue contagiando y matando. El más reciente informe de salud reveló que el martes pasado, en México, se registraron 449 fallecimientos sin contar los no reportados. Las cifras ya no impactan emocionalmente a nadie.
Ahora tendremos que estar confrontados abiertamente con la muerte.
A DESFONDO: ” Rusia ya sabía lo que le esperaba con sanciones de Estados Unidos y Europa, al iniciar una “operación militar” contra Ucrania y ha calculado esos efectos. A Putin no le preocupan las sanciones que le impongan como castigo. Rusia conoce el riesgo de sus propias acciones”, de acuerdo con expertos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. “Putin ya tiene experiencia con las sanciones (…), ya sabe cómo reacciona Occidente y sabe lo que le pueden y no le pueden hacer. Es decir, no va a haber una respuesta militar de Occidente. En ese sentido, hay claridad. “Incluso, si ocupara todo el territorio de Ucrania, militarmente, no entrarían tropas de la OTAN y de Estados Unidos al territorio ucraniano”. ¿Qué sigue en este conflicto? La Dra. Beata Wojna, también del ITESM, ve 3 escenarios posibles: 1.- Las regiones en cuestión se mantienen independientes, como las regiones que están en Georgia. 2.- Las regiones se unen a la federación rusa. 3.- Se genera una invasión militar rusa en más territorio ucraniano, detonada por intercambios de fuego e incidentes entre ejércitos de ambos lados.