Francisco Gómez Maza
• Estado de Derecho, delincuencia, corrupción, grandes obstáculos
• “Las ilusiones perdidas son hojas desprendidas del árbol del corazón.”
Los problemas relacionados con la gobernanza, las condiciones económicas internas y la inflación son los principales obstáculos a los que se enfrenta la débil actividad económica de México, en los siguientes seis meses de 2022.
Ya de por sí, el pronóstico de los asesores económicos de las más influyentes empresas privadas indica que el crecimiento del Producto Interno Bruto no rebasará, al final del año, el 1.8%, aunque el criterio de tales economistas no represente el de la inmensa mayoría de los analistas dedicados a medir el comportamiento de la actividad productiva del país.
Sin embargo, las expectativas de estos consultores del Sector Privado, encuestados en mayo por el Banco de México, son dignas de tomarse en cuenta, pues provienen de representantes de uno de los dos actores de la economía, el capital, tan importante como la fuerza de trabajo.
Los economistas de las más influyentes empresas del sector privado están preocupados por lo que ellos llaman incertidumbre política interna, la inseguridad pública, la ausencia de Estado de Derecho, la corrupción y la impunidad.
En segundo plano, los encuestados en mayo pasado por el Banco Central estiman que la actividad económica se topa con condiciones económicas internas como la debilidad en el mercado interno, la incertidumbre sobre la situación económica interna, lo que llaman ausencia de cambio estructural, la plataforma de producción de petróleo, la falta de competencia de mercado, la disponibilidad de financiamiento y los niveles de endeudamiento de las empresas y de las familias.
Y, en tercer lugar, mencionan el obstáculo que representan las presiones para la inflación, como los aumentos de los precios de insumos y materias primas para alimentar la industria nacional y el aumento en los costos salariales, de acuerdo con el criterio de la economía librecambista.
Otros factores enumerados por los encuestados por el banco central son las condiciones externas como la inestabilidad política internacional, la política monetaria en Estados Unidos, la contracción de la oferta de recursos del exterior, el precio de exportación del petróleo, los niveles de las tasas de interés externas, la política sobre comercio exterior, la política fiscal en Estados Unidos, la incertidumbre cambiaria, la debilidad del mercado externo y la economía mundial, la inestabilidad financiera internacional y el nivel del tipo de cambio real.
En menor medida, podrían afectar al crecimiento económico, de acuerdo con los encuestados, la política monetaria – el elevado costo del financiamiento interno y la política monetaria que se está aplicando- así como el influjo de las finanzas públicas: la política de gasto público, la política tributaria y el nivel de endeudamiento del sector público.
Los factores a los que, en promedio, los economistas encuestados les asignaron un mayor nivel de preocupación son el de la gobernanza y el de la inflación.
A nivel particular, los factores a los que les otorgaron un nivel de preocupación mayor son:
Los problemas de inseguridad pública, la presumible falta de Estado de Derecho, la aparente incertidumbre política interna, la corrupción, la incertidumbre sobre la situación económica interna, la impunidad, las presiones inflacionarias, el aumento en los precios de insumos y materias primas, la debilidad en el mercado interno, la ausencia de cambio estructural, la contracción de la oferta de recursos del exterior, la inestabilidad política internacional y la política de gasto público.
Ante estas percepciones, las expectativas optimistas de los asesores empresariales se opacaron:
La fracción de especialistas que estima que el clima de negocios mejorara en lo que queda del año disminuyó; la proporción de quienes estiman que la economía está mejor ahora que hace un año también disminuyó y la de quienes consideran que éste es un buen momento para invertir también se deterioró.
No es un momento, de acuerdo con los encuestado, de que la economía mexicana sea competitiva. Y los principales factores de la no competitividad se asocian con lo que los encuestados consideran falta de Estado de Derecho, delincuencia y corrupción.
A DESFONDO: Día Mundial del Medioambiente, ayer domingo 5 de junio: La aerolínea mexicana Viva Aerobus realizará, el próximo día 15, su primer vuelo con combustible sostenible, cubriendo la ruta Los Ángeles – Guadalajara. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) afirma que un combustible es considerado sostenible, cuando cumple con las siguientes características: 1) Lograr una reducción neta de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI); 2) Respetar las áreas de alta importancia para la biodiversidad y conservación en conformidad con las normas internacionales y nacionales; y 3) Contribuir con el desarrollo social y económico local. El combustible empleado por Viva, producido por la empresa finlandesa Neste -el proveedor más grande a nivel global de diésel y combustible de aviones renovables (https://www.neste.com/about-neste)-, está hecho completamente de residuos renovables y materias primas residuales, tales como aceite de cocina o restos de grasa animal. A estos materiales se les da un tratamiento para eliminar las impurezas y así obtener un producto limpio e inodoro que reduce de manera tangible la emisión de GEI en 80% en comparación con el combustible tradicional…